Una beluga en preocupante estado de salud vaga por el río Sena

A juicio de Mauger, la capacidad respiratoria de la beluga parece muy buena. Pero esa misma salud, aparente, plantea un problema para intentar ayudar al cetáceo nada «dócil», muy difícil de intentar ayudar a salir de la esclusa para dirigirla hacia la desembocadura del Sena, en los puertos de Rouen o Le Havre.

La prefectura del departamento del Eure, uno de los cinco que componen la región de Normandía, dirige los trabajos destinados a intentar prestar socorro y ayuda a la beluga. Primer problema y mensaje: evitar que los lugareños no compliquen los trabajos, en curso, de los especialistas en preservación de la fauna salvaje.

A juicio de la prefectura, los primeros estudios, a cierta distancia de la beluga, sugieren que el animal se encuentra en buen estado de salud relativo: pero ha «adelgazado» y su piel ha tomado tonos difícilmente evaluables.

La beluga suele vivir en el Ártico y mares muy fríos. Es un cetáceo muy sociable, que vive y se desplaza en grupos formados por animales de la misma edad. En ocasiones, por razones difíciles de descubrir, un animal se «pierde» o «descarría» en aguas más meridionales, corriendo riesgos mortales.

La ONG Sea Shepherd hace una evaluación pesimista de la presencia de la beluga en el Sena, a setenta kilómetros de París: «Es de temer una solución trágica. Si no se consigue una salvación rápida, facilitándole una vuelta hacia el océano».

Hace apenas seis semanas, se descubrió una orca en el Sena, en un paraje próximo, entre Rouen y Le Havre. Fue imposible el salvamento. El anima se descubrió finalmente muerto en un paraje aislado y solitario.