El debate que no hay en España: ¿Colegios mixtos o diferenciados?
Aulas separadas por sexo: el modelo que defiende Hillary Clinton y, en España, solo el Opus Dei
Hillary Clinton o Meryl Streep son dos de las abanderadas del modelo de educación diferenciada. Una opción al alza en los países anglosajones, en España ya sólo adoptada por el Opus Dei. Hablamos con profesores, sociólogos y pedagogos sobre las ventajas y las carencias de este sistema educativo y lo comparamos con el mixto, el hegemónico
El único colegio con educación diferenciada de Baleares se vuelve mixto 'ahogado' por la ley Celaá
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Iniciar sesiónHay generaciones enteras en nuestro país que han crecido en aulas diferenciadas por sexo. Sin embargo hoy, en España, apenas hay una centena de colegios que separan a chicos y chicas, menos del uno por ciento del total.
Casi en su totalidad se trata ... de centros vinculados al Opus Dei que conviven con la ley Celáa, por la que se retira el concierto a este tipo de modelo de enseñanza. Fuera de nuestras fronteras, la situación es muy distinta: en Australia cada vez hay más colegios que implantan este sistema; en Reino Unido los centros más avalados son los diferenciados (y no los más elitistas) y, en Estados Unidos, muchos sectores dentro del partido Demócrata apoyan el 'single-sex' vistos los buenos resultados obtenidos por la pública diferenciada en barrios marginales.
Por eso, desde hace algún tiempo reciben financiación estatal. Son centros que, a diferencia de lo que ocurre aquí, no necesariamente se vinculan a ninguna congregación religiosa. De hecho, muchos de ellos son laicos.
Cada vez más padres del mundo se plantean qué modelo es el que quieren para su hijos. Sin embargo, en España es un debate enterrado, complejo y con muchos grises. Por eso en ABC hemos juntado a dos voces, una a favor y otra en contra, para desgranar las virtudes y carencias de ambos modelos. Más allá de los matices, en lo que coinciden -al igual que los otros cinco expertos consultados por este diario-es en la libertad de las familias para elegir.
Para Gabriel Castellano, de Cicae, asociación de colegios privados nacionales, la solución ante los resultados mejorables en PISA pasa por la formación del profesorado y no tiene nada que ver con el modelo. Las aulas mixtas, en su opinión, permiten «a los alumnos actuales y del futuro interactuar de una manera que no es tan fácil que ocurra fuera». Es más, este docente explica que los conflictos que puedan surgir en clase sirven para preparar tanto a chicos como a chicas para situaciones que se irán encontrando cuando culmine su formación académica: «No podemos acostumbrarles a la idea de que si permanecen con personas del mismo sexo tendrán menos problemas».
«No podemos acostumbrar a los alumnos a la idea de que si permanecen con personas del mismo sexo tendrán menos problemas»
Gabriel Castellano
CICAE
Miguel Dionis, de la asociación Iguales y Diferentes -que promueve el modelo de educación diferenciado por sexo-cree que hay algunas ineficiencias que se podrían resolver si tuviéramos aulas separadas de chicos y chicas. Recuerda que en los últimos años de la primaria y la secundaria (y debido a los distintos ritmos de maduración) la diferencia entre hombres y mujeres es notoria: ellos van con un año de retraso académico respecto a ellas. Son datos de PISA.
«Este modelo reduce el fracaso escolar masculino y favorece la incorporación de las mujeres a carreras STEM»
Miguel Dionis
Cofundador de Iguales y Diferentes
«En otros países se está viendo cómo este modelo reduce el fracaso escolar masculino y favorece la incorporación de las mujeres a carreras STEM (ingenierías, matemáticas...)» José Manuel Lacasa, investigador en educación al frente de IFIE (Instituto de Formación e Investigación Educativa), comprobó al analizar los datos de PISA hace algún tiempo que, a la edad de 15 años, las chicas de colegios diferenciados estaban un curso por delante en Matemáticas respecto de las chicas que iban a colegio mixto (y una vez sustraído el ISEC, el índice socioeconómico y cultural).
«Es algo que sorprende, que se debe a muchas causas y que ocurre, por ejemplo, en las mujeres que juegan profesionalmente al ajedrez». Varios investigadores, apunta, se dieron cuenta de que ellas, cuando jugaban con hombres, tendían a obtener un rendimiento inferior que cuando jugaban a través de Internet sin conocer a su oponente. ¿Existe una presión en las aulas por el juicio que pueda tener el sexo opuesto? Los argumentos en este punto son de lo más variado. Aunque hay algunos datos interesantes.
Acoso escolar femenino
En Australia, donde la muestra es lo suficientemente representativa para analizarse, se comprobó que menos del 1% de las alumnas en diferenciada habían sufrido acoso escolar, frente al 21% que sí lo habían padecido en la mixta. Lacasa insiste en que en España ahora mismo es imposible hacer cualquier estudio sobre esto, pues la muestra de colegios diferenciados es tan pequeña, que los resultados no serían concluyentes.
Los pedagogos españoles, no obstante, tienen claro que el modelo óptimo si nos fijamos en el aspecto social -no en el académico- es el de la coeducación. «Los alumnos y alumnas de colegios mixtos suelen poseer mayor empatía por diferentes grupos de personas y aceptan con mayor facilidad distintas maneras de ver el mundo, pues lo aprenden desde el principio en aulas diversas e inclusivas», cree Ana Roa, coordinadora de Pedagogía y Psicopedagogía en el Colegio de Doctores y Licenciados de Madrid. Además, continúa, en un centro mixto la amistad se genera no sólo con personas de su mismo sexo, «sino que se enriquece su vida interpersonal, es una reivindicación de igualdad de derechos entre hombres y mujeres».
Hay quien, como José María Barrio, doctor en Filosofía y profesor de Antropología Pedagógica en la Universidad Complutense, cree que el gremio de pedagogos en nuestro país se pone un venda en los ojos. «Yo estudié este asunto hace 20 años, examinando los resultados de los dos modelos en Alemania y comprobé que si atendemos al rendimiento académico, la opción por la diferenciada es diáfana». Este profesor considera que en España «se ha impuesto un dogmatismo coeducativo por razones ajenas al criterio pedagógico y académico».
Barrio matiza que el modelo mixto está fuera de cuestión en Infantil y en los cursos de Bachiller y universitarios, momentos en los cuales la maduración de chicos y chicas se iguala. «Con un modelo diferenciado en los años de la ESO, las chicas podrían desprenderse de algunos complejos sexistas que parece que les pueden influir negativamente en materias que tradicionalmente se han asociado a los hombres, como las Matemáticas. Por otra parte, los chicos, estadísticamente con peores notas, podrían solventar un complejo de inferioridad que en ocasiones suplen a base de bravuconadas», sentencia.
«Una cosa es superar un régimen social y otra muy distinta imponer el modelo de educación mixta»
Julio Carabaña
catedrático de Sociología de la Universidad Complutense
Julio Carabaña, catedrático de Sociología también de la Universidad Complutense, refiere que en España, mucho más que en otros países, existe una tendencia de los pedagogos a sumarse a la corriente mayoritaria. La Institución Libre de Enseñanza «apostó por acabar con la segregación social por sexos, no solo en el ámbito educativo, sino en general. Se dijo entonces que la mezcla en determinados ambientes no era tan perjudicial. Ahora bien, una cosa es superar un régimen social y otra muy distinta imponer el modelo de educación mixta», opina.
«La izquierda política ha adoptado en España una posición militante»
Francisco López Rupérez
expresidente del Consejo Escolar de Estado
Este sociólogo, al igual que Francisco López Rupérez, investigador en política educativa y expresidente del Consejo Escolar de Estado, cree que ambos modelos no solo pueden, «sino que deben coexistir». Rupérez considera que existen prejuicios en torno a este modelo educativo pues «la izquierda política ha adoptado en España una posición militante», de la que es muestra la Lomloe. Sin embargo, la Unesco, dice, «una organización nada sospechosa de ser conservadora» sostiene que la educación diferenciada no es discriminatoria.
Meryl Streep explicó en una intervención en la Universidad de Columbia cómo su vida dio un giro cuando sus padres le cambiaron a un colegio 'single-gender'. Hillary Clinton está apoyando activamente la creación de colegios que separan a los alumnos por sexo. No son casos aislados: las voces en el sector demócrata en este sentido no paran de crecer, como tampoco el número de colegios públicos en EE.UU. que adoptan este modelo.
«Ah, sí, lo de Franco»
Gabriel Castellano opina que, aunque sea un modelo igualmente válido que el de la mixta, en España sería inasumible que se convirtiera en mayoritario y afirma que «todo lo homogéneo termina siendo más eficiente desde el punto de vista económico». Dionis, por su parte, no comparte que la separación de aulas conlleve un mayor coste económico e insiste en que, en el mundo «es un modelo progresista».
En nuestro país, dice, la gente habla de «segregada», un término de por sí peyorativo: «Si preguntas a la gente, dicen, 'Ah, sí, lo de mi abuelo, lo de Franco'. Ese es un argumento trasnochado. Creo que los padres no escogen con libertad, porque no disponen de información», remata.
La elección, en última instancia, es de las familias, aunque haya una legislación que se lo complique.
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