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El «gancho» del sexo para fomentar el uso del euskera

Los vídeos, con la subvención del Gobierno vasco, buscan nuevos canales de promoción

MARTA FDEZ. VALLEJO

La Fundación Leizaola ha elaborado una serie de vídeos para promocionar el uso de la lengua vasca en las tecnologías de la información y la comunicación —con las subvenciones del Gobierno vasco y la Diputación de Vizcaya—, que han causado una fuerte polémica en las redes sociales por sus connotaciones sexistas. Los responsables de la fundación argumentan que se trata de una campaña innovadora con la que pretende mostrar a los jóvenes que el euskera puede utilizarse «en ámbitos de ocio y tiempo libre», y no solo en entornos académicos.

Uno de los vídeos más controvertidos se titula «euskaltegi bitxia». Muestra a un joven que entra en un euskaltegi especial (centros de enseñanza de la lengua vasca orientados a la enseñanza a adultos), donde le recibe una mujer exuberante, que se lo lleva a la cama y lo desnuda. Cuando no contesta en euskera correctamente lo echa de la habitación. En el otro corto, una joven escucha una conversación a dos hombres, con tintes machistas. «Le eché un ‘kiki’ y la dejé tirada como un trapo viejo», dice uno; a lo que el otro le contesta: «Para eso sirven las mujeres». Una joven escucha el diálogo y se decide a darles una lección. El castigo consiste en proponerles a los dos irse a la cama con ella y, en el último momento, dejarlos en el pasillo del hotel en calzoncillos.

En otra historia colgada en la web de la fundación un chaval, bebido, se pone a orinar en una papelera, con tan mala suerte que se le queda atascado el pene. Dos «enfermeras» acuden a su llamada, sacan una sierra eléctrica y se lo cortan. La sangre salta.

«Son vídeos innovadores, dirigidos a un público juvenil. Se trata de romper formalismos con el euskera, que deje de asociarse con algo aburrido, soso, queremos que salte la chispa», explica José Antonio Dorronsoro, responsable de la Fundación Leizaola. A su juicio no hay «nada sexista» en las imágenes, ya que en todas las historias «manda la mujer». «Se trata de que los chavales vean que el euskera no solo sirve para aprobar exámenes, que se puede vivir en euskera en cualquier ámbito».

Los diálogos son muy simples y escasos. «Es normal, porque va dirigido a chavales que no tienen el euskera como lengua materna. Hay que trabajar a nivel muy básico», continúa el responsable de la Fundación Leizaola.

El Gobierno vasco convoca anualmente unas subvenciones para promocionar el uso del euskera en las nuevas tecnologías, que este año ascienden a 1,4 millones. La Fundación Leizaola recibió 3.500 euros para la elaboración de estos vídeos, junto a otra partida económica de la Diputación de Vizcaya. «Las subvenciones son muy pequeñas», apunta Dorronsoro. Los autores de los vídeos son jóvenes, «porque saben cómo hacer llegar los mensajes a los de su edad».

El Ejecutivo todavía no había visto el material, según reconoció ayer la viceconsejera de Política Lingüística, Lurdes Auzmendi. «No nos han llegado los vídeos, los íbamos a visionar estos días», comentó, aunque la fundación culpa al Gobierno autónomo de ese retraso en la revisión del programa. Después de contemplarlos ayer —con asombro—, Auzmendi expresó su «rechazo absoluto» al contenido.

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