El violador reincidente que asesinó a una niña en Francia tomó «viagra» antes de agredirla

Thierry Pocquet, fiscal de la República, ante el Tribunal de Lille (norte de Francia) describe muy emocionado el secuestro, violación y estrangulamiento de la niña, en estos términos: «David R. estaba solo en su casa. Su esposa y sus hijos habían tomado unos días de vacaciones. Muy excitado, según su propia confesión, se dirigió a un sexshop para comprar píldoras destinadas a favorecer una erección fuerte. Tomó las píldoras, con varias cervezas y se echó a dormir un rato. Poco después de despertarse, vio a la niña cerca de su casa. Y sintió una necesidad apremiante de seguirla . Consiguió encerrarla en su casa. Comenzó por interrogarla en términos muy obscenos. La niña se refugió en los lavabos, aterrada, dando gritos. El violador abrió la puerta a patadas y violó a la pequeña en el sofá del salón de su casa. Tras violarla, entre gritos de dolor de la niña, pidiendo socorro, en vano , según su propia confesión, decidió estrangularla, para que se callase. Consumado el crimen, metió la niña en su coche y buscó un sitio para enterrarla, en un bosque próximo».

La policía tardó dos días en descubrir el cadáver de la chica, tras la denuncia de su desaparición. Otra niña vecina había visto al criminal sádico rondando cerca de la niña. Detenido, el violador no tardó en confesar su crimen. Tras la confesión, seguirá un proceso, en fecha indeterminada. El criminal podría ser condenado a cadena perpetua.

La organización humanitaria Stop a las violencias sexuales ve en este caso un fallo del sistema: «El violador ya había sido condenado a nueve años de cárcel , por violar a una menor de quince años y agresiones de diversa naturaleza, contra mujeres de treinta y cuarenta años. Pero pudo beneficiarse de un modelo judicial , médico y penal que tiene muchos fallos. El violador reincidente pudo fingir que se rehabilitaba, sin cumplir un proceso de seguimiento médico. Cumplía con la legalidad. Pero ese cumplimiento no ha impedido la reincidencia».

Thierry Pocquet, el fiscal del Tribunal de Lille, confirmó ayer que, efectivamente, el violador y asesino estaba fichado como delincuente sexual pero «cumplía formalmente con la ley». «Cumplimiento» leguleyo que no impidió un comportamiento sádico: “La autopsia ha confirmado que la niña murió estrangulada . Cuando el violador comprendió que la niña podría denunciarlo decidió asesinarla».