Todas las comunidades menos Madrid y País Vasco dan luz verde al toque de queda

El Ejecutivo y las comunidades autónomas han estado debatiendo esta tarde la posibilidad de implantar el toque de queda entre las restricciones para atajar la segunda ola del coronavirus, una medida que restringe los movimientos de los ciudadanos en horas determinadas y que no está definida explícitamente en el ordenamiento jurídico español. Hasta ahora, el ministro Salvador Illa ha declarado reiteradamente que para implantar dicha medida -que se aplica en Francia o en Bélgica- es necesario el consenso de los ejecutivos autonómicos y la declaración del estado de alarma.

Y aunque el ánimo en el interterritorial ha sido mayoritariamente a favor de restringir la movilidad nocturna, quedan muchas cuestiones en el aire. Entre ellas figura el horario de cierre (algunas comunidades han abogado por hacerlo de 9 de la noche a 6 de la mañana, mientras que otras preferían retrasarlo hasta la medianoche) o el área a la que afectará. No obstante, fuentes consultadas por este periódico apuntan a que hay una clara mayoría de comunidades a favor de que este toque de queda se implemente a nivel nacional .

No obstante, algunas autonomías como Cataluña apuestan porque sea la misma comunidad afectada la que lo «active». La consejera catalana de Salud, Alba Vergés, ha pedido al Gobierno durante la celebración del Consejo Interterritorial que aclare a la Generalitat en un informe jurídico «el paraguas legal» que sustenta el toque de queda para saber si tiene competencias para poder aplicarlo. «Queremos los instrumentos jurídicos habilitados para poderlos aplicar cuando el gobierno de Cataluña decida -si es necesario- activar medidas de restricción de movilidad, siempre en función de los criterios científicos», ha indicado la consejera durante el encuentro. Vergés ha recordado también que «atendiendo a la situación epidemiológica, el Govern valora, como siempre, todas las opciones para reducir los contagios», informa E. Armora .

Lo que sí ha logrado la aprobación definitiva en la reunión de esta tarde es el documento de respuesta coordinada frente a la pandemia, casi por unanimidad y con solo dos abstenciones, que permitirá dotar al Sistema Nacional de Salud de unos criterios homogéneos a la hora de afrontar la crisis sanitaria en función de distintos indicadores. En concreto, el documento establece cuatro niveles de alerta y traslada, en el escenario de riesgo más extremo, la responsabilidad de a doptar medidas excepcionales a la solicitud previa de las regiones .