Médicos españoles, tentados con suculentas ofertas para trabajar en Europa: «De 7.000 a 14.000 € al mes»

Rosa terminó el MIR en el año 2000. Es interina desde 2005 y tiene la oposición aprobada para ser fija desde hace un año, aunque el Covid ha paralizado «o casi» la baremación de méritos. Esta santanderina cumple 50 años el domingo y, aunque nunca ha llegado a contactar con las agencias que ofrecen estos «chollos médicos», reconoce que «si fuera más joven... es para pensarlo» .

«Poco me voy a mover con una hija de nueve años, y mis padres mayores», explica Rosa, que compara día a día las ofertas de países europeos con otras en su propia comunidad.«Buscamos médicos de familia y comunitaria para trabajar en Irlanda. Salario entre 10.000 y 14.000 euros al mes». Esta oferta, que se puede encontrar en Twitter, es de las últimas que ha recibido Rosa a través del Colegio de Médicos de Cantabria.

A primera vista, estas informaciones parecen promociones falsas, bulos. Pero no lo son . En Torrelavega, la segunda ciudad más poblada de Cantabria, la ofertas son muy distintas y en ningún momento pasan por eslóganes publicitarios: «Jornada completa. Salario bruto al año 48.000 euros al año. Horario de mañana». La comparación es irrisoria.

Paula tiene 26 años y acaba de sacar el MIR. Al preguntarle sobre si los «ofertones» europeos la tientan a abandonar España y marcharse a trabajar al extranjero comenta que «iría, pero una vez especializada» . En su opinión, la especialización en España «es de las mejores: muy estructurada y muy cómoda».

El problema, a su juicio, viene después: «Los contratos son como mucho de seis meses, no te pagan demasiado y tienes bastante incertidumbre de dónde vas a estar... Con 30 años, cuando termine mi especialidad, por 8.000 euros al mes y con condiciones, sí que me iría », comenta.

La «fuga de batas blancas» se ha reducido en los últimos meses, entre otras cosas, porque la demanda de médicos en nuestro país con la llegada de la pandemia se ha incrementado sustancialmente . El paro en el sector, según detalla Tomás Cobo, vicepresidente del Consejo General de Colegios de Médicos de España, es ahora mínimo, pero la situación en Europa es distinta.

Alemania es el país que más facultativos reclama a nivel continental . El mes pasado, sin ir más lejos, había 7.310 plazas vacantes, según registra Eures, el portal de movilidad europea. El segundo país que más déficit de sanitarios tiene es Francia, que demandaba un total de 7.259 médicos.

Deborah, madrileña de 30 años, lo tuvo claro a la hora de marcharse. Acabó la carerra en el 2013 en la Universidad Complutense y en octubre de ese mismo año se marchó a Francia, y después se trasladó a Bélgica, donde ya lleva más de seis años haciendo la especialidad.

Siempre le había atraído la idea de marcharse, pero un futuro «lleno de incertidumbre» le ayudó a dar finalmente el paso: «Me di cuenta de que había otras opciones aparte del MIR y otras condiciones laborales fuera de España», relata.

Destaca que, en Bélgica, las horas de trabajo máximas estan reguladas por contrato y que las guardias siempre se recuperan, no como a veces en España, «donde no siempre se pueden recuperar y los residentes llegan a trabajar más de 24h seguidas». Los contratos son allí de mínimo un año.

En España, según cuenta esta profesional sanitaria, « v e a sus amigos de la carrera firmar contratos por escasos meses, semanas o incluso darse de alta y baja cada vez que hacen una guardia . En Bélgica eso es impensable». Por no hablar del salario bruto y neto que percibe, que también es más elevado que en España.

La condición que se exige en estas ofertas de trabajo que alimentan el éxodo de sanitarios es que el profesional sea ciudadano de la Unión Europea y que se haya colegiado como médico en el país de destino, para lo que es necesario el Certificado de Idoneidad Profesional , que expide la OMC (Organización Médica Colegial de España).

Las cifras de la OMC arrojan una conclusión interesante, pues a pesar de las flagrantes diferencias en las condiciones laborales entre España y el resto de Europa, la pandemia ha provocado que el número de certificados de idoneidad que se han emitido este año sea menor al del año anterior : en el 2019 un total de 4.100 profesionales sanitarios recibieron su certificado, frente a los 2.981 que se han emitido en el año de la pandemia.

En cada país europeo el modus operandi para reclutar a nuevos médicos es distinto, incluso los hay que han recurrido a las embajadas para dar difusión a las ofertas de trabajo. En España, según detalla Tomás Cobo, vicepresidente del Consejo General de Colegios de Médicos españoles, las redes sociales son las «culpables» de la creciente visibilidad de las condiciones laborales que se ofrecen a los profesionales del sector en otros países.

Sin embargo –apunta– también funciona el «boca-oreja» entre médicos residentes en otros países que dan el «chivatazo» a colegas españoles o incluso colegios de médicos que mantienen relaciones fluidas con otros colegios de nuestro país. Cobo explica que en países como Francia o Inglaterra el sistema de salud no está organizado como aquí, pues allí «funcionan por hospitales» de manera más independiente y menos centralizada que en España.

Cobo opina que la pandemia ha mejorado «infimamente» las relaciones contractuales de los médicos españoles. No obstante, la situación sigue siendo menos atractiva para los profesionales que residen en nuestro país que en Europa.

En este sentido, apunta que los sanitarios se enfrentan en nuestro país a problemas como que el 50% de trabajos en el sector sean precarios , salarios muy inferiores a los que perciben los sanitarios en otros estados y una formación médica continuada deficiente en comparación con la recibida en otros lugares de la UE. La explosión de «ofertones» con condiciones laborales cada vez mejores está poniendo a nuestros médicos los dientes largos.