El Papa pide perdón por incurrir en «graves equivocaciones de valoración y percepción» de los abusos en Chile

En su carta, el Papa pide perdón por haber «incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación».

Durante su viaje a Chile en enero, fue muy contestada la presencia del obispo de Osorno, Juan Barros , en las ceremonias de Francisco, puesto que había sido cercano colaborador de Karadima. De hecho, desde hace meses un grupo de laicos pide al Papa que lo cese inmediatamente.

Ante la insistencia de los periodistas, durante el viaje el Papa aseguró que Juan Barros había presentado dos veces su renuncia , pero que él no la había aceptado puesto que no había suficientes evidencias del encubrimiento.

Ante la polvareda que levantaron sus respuestas, Francisco envió a Chile al ex fiscal Vaticano encargado de abusos, Charles Scicluna , como investigador especial y para que escuchara personalmente a los denunciantes y le ayudara a tomar una decisión definitiva.

La primera medida que toma aparece ya en esta carta y es pedir disculpas. « Reconozco y así quiero que lo transmitan fielmente », escribe a los obispos del país, «que he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada».

«Ya desde ahora pido perdón a todos aquellos a los que ofendí y espero poder hacerlo personalmente, en las próximas semanas, en las reuniones que tendré con representantes de las personas entrevistadas», añade.

Tres de las víctimas de Karadima que denunciaban el encubrimiento de Juan Barros han confirmado que han sido invitadas a viajar a Roma para reunirse con el Papa. En su carta Francisco asegura que Scicluna regresó impresionado por la « madurez, respeto y amabilidad » que mostraron.

Además, Francisco pide a los obispos su «colaboración y asistencia en el discernimiento de las medidas que a corto, medio y largo plazo deberán ser adoptadas para restablecer la comunión eclesial en Chile, con el objetivo de reparar en lo posible el escándalo y restablecer la justicia».

Por eso, los convoca a un encuentro en Roma, que tendrá lugar probablemente el 3 de mayo. Deberían acudir los 32 prelados, y la incógnita es si también participará Juan Barros.

La última reunión parecida tuvo lugar en 2002 cuando Juan Pablo II convocó a todos los obispos de EE.UU. para afrontar la crisis de abusos sexuales cometidos por sacerdotes.

El Papa asegura en su carta que está convencido de que «las dificultades presentes son también una ocasión para restablecer la confianza en la Iglesia, confianza rota por nuestros errores y pecados y para sanar unas heridas que no dejan de sangrar en el conjunto de la sociedad chilena».