El Papa nombra al jesuita español Juan Antonio Guerrero secretario de Economía

El extremeño Juan Antonio Guerrero, de 60 años, es un intelectual curtido en muchas tareas de servicio directo a las personas. Además de licenciado en Economía y en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Madrid , es licenciado en Teología por la Universidad de Comillas. En su nuevo cargo espera «contribuir a la trasparencia económica de la Santa Sede».

En España ha sido maestro de novicios y superior de la provincia de Castilla, antes de trasladarse como ecónomo a Mozambique. Ha trabajado en contacto con los pobres en el Pozo del Tío Raimundo, Brasil y Mozambique.

El actual provincial de los jesuitas en nuestro país, Antonio España, que le conoce bien, destaca «su espontaneidad, su capacidad para detectar problemas, y su gran disposición al dialogo y a la escucha ». Entre sus lecturas favoritas «encontramos a Hannah Arendt, una pensadora que trabajó y analizó el totalitarismo y las consecuencias morales para la humanidad».

El nombramiento de Guerrero como prefecto de la Secretaría de Economía eleva a tres el número de españoles al frente de departamentos vaticanos , junto con Luis Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y Miguel Ángel Ayuso Guixot, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.

El nuevo prefecto, que comenzará su mandato en enero, cubre una larga vacante dejada por el cardenal australiano George Pell desde el 29 de junio de 2017, en que tomó la excedencia para someterse a juicio por abuso de menores en su país . Actualmente cumple una pena de prisión en Melbourne, confirmada por el Tribunal Supremo del estado de Victoria, a la espera de un segundo recurso ante el Tribunal Supremo de Australia el próximo mes de enero.

Aunque el organigrama vaticano prevé que el prefecto de la secretaría de Economía sea un cardenal, el superior general de los jesuitas, Arturo Sosa, pidió al Papa que Juan Antonio Guerrero pueda seguir como sacerdote de a pie, lo cual ayuda, de paso, a superar el problema del «carrerismo».

Es la misma línea marcada en el departamento de Comunicación. Aunque su predecesor fue un sacerdote, el actual prefecto es un laico, Paolo Ruffini, con larga experiencia como periodista.

Juan Antonio Guerrero ha manifestado el jueves que «como jesuita, es una alegría recibir una misión directamente del Papa», pero no ha sido tanta «sorpresa» como la llamada de Mozambique a Roma en 2017 para ser consejero del superior general, Arturo Sosa, y su delegado para las casas y centros de Roma.

Entre ellos figuran instituciones como la Pontificia Universidad Gregoriana, el Pontificio Instituto Bíblico, el Pontifico Instituto Oriental, el Observatorio Vaticano, la revista «La Civiltà Cattolica» y el Centro Aletti de acogida a personas necesitadas.

Las finanzas vaticanas , en relativa dificultad por la recesión económica mundial y el descenso de donativos en varios países importantes a consecuencia de los casos de abuso sexuales, necesitan sobre todo más orden interno y más transparencia, que evite los repetidos escándalos.

En estos momentos, la Fiscalía del Vaticano mantiene suspendidos a cuatro funcionarios de la secretaría de Estado y al director de la Autoridad de Información Financiera por irregularidades en el intento de forzar al Banco del Vaticano (IOR) a solucionar problemas hipotecarios de una inversión inmobiliaria en Londres gestionada por la secretaría de Estado.