El Papa Francisco: «Por favor, no nos acostumbremos a la guerra en Ucrania»

En este delicado contexto, el Papa Francisco ha evitado hablar de Rusia también cuando ha recordado que el sábado fueron beatificadas diez religiosas mártires polaca s asesinadas por soldados rusos en 1945 justo después de la II Guerra Mundia l, pues se negaron a ser violadas.

«Fueron asesinadas en un contexto hostil a la fe cristiana», ha mencionado el Papa. «Conscientes del peligro que corrían, se quedaron junto a los ancianos y enfermos a los que cuidaban. Que su ejemplo de fidelidad a Cristo nos ayude a todos , y especialmente a los cristianos perseguidos en diferentes partes del mundo, a testimoniar el Evangelio con valentía», ha añadido.

Por otro lado, en el ángelus el Papa ha pedido disculpas por haber aplazado el viaje que tenía previsto hacer a África dentro de tres semanas. «Quiero dirigirme a los pueblos y autoridades de la República Democrática del Congo y de Sudán del Sur . Querídísimos, con gran disgusto, a causa de los problemas en la pierna , he tenido que aplazar mi visita a vuestros países, programada para la primera semana de julio», ha asegurado el Papa. «Lamento de veras haber tenido que aplazar este viaje que me importaba muchísimo. Os pido excusas. Recemos juntos para que con la ayuda de Dios y de las atenciones médicas, yo pueda venir a veros lo antes posible. Eso espero», concluyó entre aplausos.

El pontífice tenía buen aspecto y un tono de voz fuerte . Las s esiones diarias de fisioterapia y las i nfiltraciones en la rodilla derecha han reducido el dolor y le permiten estar más aliviado. Pero los médicos le han pedido que no se confíe, que evite caminar y que reduzca el ritmo para consolidar la recuperación y no comprometer la lesión.

Durante los saludos después del rezo del ángelus, también ha elogiado a quienes donan sangre –«es un gesto de solidaridad noble y sencillo»-, ha recordado que este domingo se celebra la Jornada Mundial contra el Trabajo Infantil , y ha pedido el compromiso de todos para «eliminar esta herida, y que n ingún niño o niña sea privado de sus derechos fundamentales y obligado o obligada a trabajar».

En su breve homilía el Papa ha reflexionado sobre la fiesta litúrgica que este domingo celebra la Iglesia católica, la de la Santísima Trinidad. Francisco ha propuesto pensar en «los nombres de las Personas divinas, que pronunciamos cada vez que hacemos la señal de la cruz». Como en una catequesis, ha mostrado que «en cada nombre está la presencia del otro. El Padre , por ejemplo, no sería tal sin el Hijo ; asimismo, e l Hijo no puede ser considerado solo , sino siempre como Hijo del Padre. Y el Espíritu Santo , a su vez, es Espíritu del Padre y del Hijo».

«La Santísima Trinidad nos enseña que nadie puede estar sin los otros. No somos islas, estamos en el mundo para vivir a imagen y semejanza de Dios: abiertos, necesitados de los demás y de ayudar a los demás». Por eso, la señal del cristiano no puede ser un simple gesto , sino que debe « inspirar el modo de hablar, de encontrarme, de responder, de juzgar, de perdonar».