Las personas con estudios universitarios combaten mejor la obesidad genética

Este equipo trabajó con el gen FTO y su mutación rs9929609 que es una de las variables más consistentes que determinan si un paciente tiene tendencia genética a la obesidad. El grupo liderado por la doctora Dolores Corella Piquer buscó esta mutación en experimentos con tres grupos de población español a: 1.580 sujetos de población general, 203 pacientes hospitalizados con obesidad severa y 1.020 sujetos de la tercera edad con riesgo cardiovascular alto.

«Ninguna de estas personas sabía que tenía esta mutación, es decir, no sabían que tenían predisposición genética a la obesidad. Se le hicieron varias preguntas y se determinó que las personas que sólo habían culminado estudios de primaria tenían el exceso de peso correspondiente con su gen. Pero los que tenían estudios universitarios con el gen no presentaban este exceso», explica a ABC la coordinadora del estudio, la doctora Corella.

Ya se había comprobado en otros estudios que las personas son menor nivel económico, sin preparación o en paro, tenían más probabilidad de sufrir obesidad. Sin embargo, hasta ahora no se había demostrad0o que el nivel educativo puede contrarrestar el riesgo de obesidad por predisposición genética.

Destaca que en España existe La Red Española de Universidades Saludables, una asociación de 21 universidades españolas y el ministerio de Sanidad, en la que se intentan promover datos sobre la salud para que los estudiantes la extiendan a sus amigos, y familiares.

La investigadora apunta que no se trata de una discriminación «elitista» , sino que está relacionada con la cantidad de información que maneja el individuo.

«Es estilo de vida universitario te da más información, y las personas que quizás se ven más obesas tienen más autocontrol. Manejan más datos de promoción de la salud. Se trata del empoderamiento del individuo y que e n la universidad se recibe información de todas partes », explica el porqué de este efecto.

Aunque matiza que para lograr esta disminución no es necesario que todas las personas con esta predisposición genética tengan que asistir a la universidad. «Se trata de tener más información sanitaria, dietas y estilos de vida saludable. Mientras más pronto se aprenda, mejor », apunta Corella.

El experimento se realizó en población caucásica y del mediterráneo por lo que estos resultados sólo se puede aplicar por ahora a estas personas y no generalizarlos a todo el mundo. Sin embargo, la doctora explica, desde Boston, Estados Unidos, que el estudio es de «validez externa», por lo que buscan hacer experimentos en otras latitudes para saber si este patrón se reproduce de igual forma.