España sufre el inicio de año con menos lluvias desde 2005

Esta situación se da por la presencia de un 'anticiclón de bloqueo' en la Península y Baleares y aunque esto «no es raro, lo que empieza a ser poco frecuente es que dure tanto» , explica a ABC Rubén del Campo, portavoz de la Aemet.

En total no se alcanzó el 25 por ciento de las lluvias normales en prácticamente toda la Península excepto en Navarra, País Vasco, este de Cantabria y puntos del pirineo ilerdense donde se superaron los valores normales, indica Mar Gómez, doctora en Físicas y responsable del área de meteorología de eltiempo.es. Canarias, mientras tanto, superó sus registros normales en Tenerife, Gran Canaria y La Gomera, ya que allí no tienen anticiclón que bloquee las precipitaciones.

La falta de lluvias este enero no marca un récord, pero sí se acerca a anomalías que son muy poco frecuentes. Las más destacadas desde que hay registros son las de 1993, 2005 y 2022 con un -78%, -74% y -73% respectivamente, indican desde eltiempo.es.

Además, del Campo apunta que ha habido episodios en los que este 'anticiclón de bloqueo' ha durado más tiempo. «Concretamente, hace 25 años, en el año 1997, febrero y marzo juntos fueron extremadamente secos , ya que entre ambos no llovió ni la mitad de lo que ha llovido este enero», recuerda el portavoz de la Aemet.

La Península y Baleares se encuentran «en una zona frontera que está a caballo entre latitudes medias de centroeuropa y la región africana, con un clima subtropical», explica el experto, por lo que «es normal que se alternen años muy secos con otros muy lluviosos».

Lo que sí se puede vincular con el cambio climático es cómo se distribuyen estas precipitaciones. «Los periodos secos en el sur de España son más secos ahora que hace unos años y se empieza a notar que los episodios de lluvias torrenciales , que son perjudiciales porque provocan más daño que beneficio, son más frecuentes y más intensos », indica del Campo.

Por su parte, Gómez afirma que con el cambio climático la tendencia será una disminución de las precipitaciones durante el invierno. «Podemos decir que lo que estamos viviendo podría ser una advertencia de lo que nos espera», advierte.