La escisión en el feminismo llega hasta las agresiones físicas

La Asamblea Abolicionista de Madrid —colectivo de mujeres que aboga por acabar con la prostitución— denunció ayer que decenas de sus integrantes fueron víctimas de violencia física durante la marcha, en concreto a su paso por Gran Vía, cerca del final del recorrido. «Había personas ahí colocadas que nos empezaron a empujar para que nos fuéramos. Querían que no continuáramos», explica a este periódico Ana de Blas, integrante de este movimiento de mujeres, que asegura además que les rajaron con una navaja una pancarta que llevaban.

Las violencia, denuncian, fue a más, aunque afirman que no hubo lesiones importantes . «Alguna compañera nos habla de puñetazos. Una dice que estaba sujetando la pancarta en alto, y le subieron la camiseta para que bajara los brazos . Como no los bajó, empezaron a darle golpes en el costado, a la altura de las costillas», explica De Blas, que asegura que tiene constancia de que algunas de las mujeres presentaron denuncias en las comisarías de Policía.

También en Barcelona ocurrió algo similar. El grupo de mujeres que abogaba por la abolición de la prostitución llegaba al final de la marcha cuando, explica Núria González, perteneciente a este movimiento, decidieron sentarse con sus pancartas en medio ante la imposibilidad de avanzar más. Según su testimonio, fue entonces cuando dos «transactivistas» irrumpieron en el espacio donde se encontraban estas mujeres y empezaron a gritar. «De repente aparecieron dos tíos, porque eran dos hombres aunque fueran identificados como trans, a pisotear las pancartas, a gritarnos ,a gritar "matar mujeres"», cuenta, y asegura que llevaban camisetas con el lema «kill the TERF», es decir, matar a las «TERF,», término que significa «Feminista Radical Trans-Excluyente» y se utiliza para referirse a quienes consideran que las personas transexuales y transgénero no deben formar parte de las preocupaciones de la agenda feminista.

Pero la provocación venía de lejos , dice González, que asegura que a lo largo de toda la manifestación «grupos de transactivistas» ya habían intentado buscar el conflicto. En el momento del enfrentamiento, cuenta, también se gritaron consignas a favor de la prostitución. «Ellos dicen sentirse mujeres, pero lo que nosotras sufrimos fue una agresión machista, diciendo que hay que matar a mujeres. Son misóginos y machistas», denuncia.

Las mujeres abolicionistas dicen sentirse desprotegidas por el Ministerio de Igualdad . Ya cuando se anunciaron los nombramientos del equipo de Irene Montero, comenzaron las preocupaciones por la posibilidad de que primaran las políticas hacia colectivos pertenecientes a las minorías sexuales, algo que, a su juicio, invisibiliza a las mujeres. Ahora, lo confirman. «Nos parece un escándalo que nadie haya salido a condenar estas agresiones machistas. Ni el Ayuntamiento, ni la vicepresidenta del Gobierno, ni la ministra de Igualdad», lamenta González, que pone especial atención en el área que lidera Montero: «Lo que vemos hasta ahora es que les molesta la palabra mujer. El Ministerio de Igualdad y el Instituto de la Mujer han comprado la "teoría queer", que es la apología del feminicidio». A su juicio, «les dan coba, porque si callan, otorgan».

«La pregunta que nos hacemos las mujeres es dónde está el gobierno feminista», lamenta Carmen Freixa, integrante de la Asociación de Cataluña Abolicionista, que considera «inconcebible» que Igualdad no se haya pronunciado para «defender a las mujeres que fueron atacadas en varias ciudades» al mismo tiempo que asegura que la «decepción» con este Ejecutivo es enorme.