Diez preguntas y respuestas para entender qué es la viruela del mono y cómo debemos actuar

Hasta ahora la viruela del mono está acaparando titulares y causando cierta preocupación entre gobiernos y expertos. Pero a pesar de que las transmisiones comunitarias aumentan en países donde generalmente no se ve el virus, la comunidad científica ha pedido precaución.

Aunque aún se desconoce mucho sobre este virus, que llega al final de la pandemia de Covid, sí que podemos dar respuestas a algunas de las preguntas más repetidas.

Se trata de una zoonosis ( enfermedad transmitida entre animales vertebrados y el hombre ) producida por un virus ADN. Es una infección de los animales causada por un virus estrechamente relacionado con la viruela. La infección se transmite a los humanos a través de rasguños o mordeduras de animales infectados, como roedores o primates no humanos, o al comer carne de animales silvestres.

Es endémica principalmente en África Central y Occidental, y durante los últimos años ha habido un claro incremento tanto en su frecuencia como en su distribución. Se han reportado casos importantes esporádicos, especialmente en Reino Unido. Existen dos variantes: la variante de África Occidental y la de África Central.

La transmisión de persona a persona, que ocurre a través del contacto directo con lesiones en la piel , fluidos corporales o a través de gotitas respiratorias grandes, se suele limitar a contactos domésticos cercanos o a trabajadores de la salud que no usan equipo de protección personal.

El virus accede al cuerpo a través de heridas en la piel, algunas de las cuales pueden no ser visibles, y a través de los ojos, la boca, la nariz u otras partes del tracto respiratorio. Según comentan los expertos, no se transmite fácilmente, requiere un contacto muy cercano.

Los síntomas iniciales son fiebre, dolor de cabeza e inflamación de los ganglios linfáticos . Esto es seguido por una erupción, que a menudo comienza en la cara y luego se extiende a otras partes del cuerpo, particularmente a las manos y los pies. Esa erupción va progresando y pasa por distintas etapas, con uno o dos días en cada fase. La etapa final de ampollas llenas de pus puede durar de cinco a siete días. La erupción se cura la formarse una costra.

Las personas con viruela del simio son infecciosas para los demás desde el inicio de la fiebre hasta que se forman costras en todas las lesiones.

Actualmente se está desarrollando una vacuna específica contra esta infección, mientras tanto, la vacunación contra la viruela si se administran antes o unos pocos días después de la exposición puede prevenir efizcamente.

Reino Unido empezó ayer a utilizar la vacuna con los contactos más estrechos de las personas infectadas. Dinamarca, Francia y Alemania anunciaron la misma estrategia y la compra de miles de dosis al único fabricante europeo.

España alberga desde hace décadas una reserva estratégica de medicamentos en la que se incluyen dos millones de dosis de la vacuna de la viruela humana.

Otras terapias contra la viruela del simio son tecovirimat y brincidofovir, ambos medicamentos antivirales, y la inmunoglobulina vaccinia. Estas terapias se diseñaron originalmente para la viruela, pero también funcionan para la viruela del simio.

La enfermedad suele ser leve , pero puede causar una enfermedad grave en algunos casos. Los virólogos reconocen dos cepas del virus de esta viruela; la cepa de la cuenca del Congo puede ser fatal hasta en un 10 % de los casos, mientras que la cepa de África Occidental (que es la que actualmente se encuentra en el Reino Unido) es menos transmisible y causa una enfermedad menos grave y menos muertes (su tasa de mortalidad es de alrededor del 1 % ).

Las mayores tasas de mortalidad se presentan en niños, jóvenes e inmunodeprimidos. Se ha observado un curso más grave de la infección en personas no vacunadas frente a la viruela.

Para llegar al diagnóstico, se pueden tomar muestras de las lesiones cutáneas, de las costras y de la orofaringe. Se utilizan técnicas moleculares mediante PCR para su diagnóstico.

El riesgo general para el público y los sanitarios es bajo en este momento. La propagación del virus de persona a persona ocurre por contacto directo con la piel de una persona infectada o las secreciones de esa persona.

El público no se considera de alto riesgo por varias razones. Primero, la transmisión de la viruela símica requiere un contacto cercano prolongado con personas infectadas. A diferencia del Covid-19, en el que se puede no saber que se está infectado, las personas contagiadas con viruela símica tienen síntomas, como fiebre o sarpullido, que facilitan el reconocimiento.

En países no endémicos, es más probable que las personas estén expuestas a la viruela del simio a través del contacto con una persona que ya esté infectada. La propagación de la viruela símica puede entonces interrumpirse rastreando los contactos de las personas diagnosticadas y aislando a las que desarrollen la enfermedad. La inmunidad residual de la vacunación contra la viruela en la población de 40 años o más también puede contribuir a prevenir casos o conducir a infecciones más leves. La vacuna contra la viruela ofrece alrededor del 85 % de protección.

Al ser un virus de nueva aparición en España, se están elaborando en estos momentos los protocolos para su manejo específico. En el momento actual, y con la información disponible, se desconoce cuál será la evolución epidemiológica de la viruela del mono. Por ello, se aconseja a cualquier persona que tenga dudas de que pueda estar afectado que utilice mascarilla y mantenga las cubiertas las lesiones en la piel. Además, es conveniente ponerse en contacto con el centro sanitario de referencia o las autoridades de salud públicas locales para tomar las decisiones diagnósticas más oportunas en cada caso.

La viruela del mono no suele ser una infección de transmisión sexual, pero puede transmitirse por contacto directo durante las relaciones sexuales.

La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido dijo: «Los casos más recientes son en comunidades de hombres homosexuales y bisexuales, y a medida que el virus se propaga a través del contacto cercano, recomendamos a estos grupos que estén alerta a cualquier erupción o lesión inusual en cualquier parte de su cuerpo, especialmente en los genitales».

Pero los expertos advierten contra sacar conclusiones sobre cómo se transmitió el virus. El doctor Michael Skinner, profesor de virología del Imperial College London, dijo: «Por su naturaleza, la actividad sexual implica un contacto íntimo, por lo que se esperaría en ella aumentar la probabilidad de transmisión, cualquiera que sea la orientación sexual de una persona».