El confinamiento mejora la calidad del aire y alimenta la promesa de un «baby boom» en 2021

En concreto, la contaminación atmosférica ha descendido en todos los lugares que se han visto sometidos a cuarentena. En la provincia china de Hubei, origen del brote, el número promedio de días con una buena calidad de aire aumentó un 21,5% en febrero, en comparación con el mismo período del año pasado. También en Italia los datos de la agencia europea Copernicus muestran una tendencia de reducción gradual en los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2). Este contaminante que procede principalmente del tráfico por carretera y la industria está cayendo a un ritmo del 10% por semana desde hace cuatro.

En Madrid también han caído ya los niveles de dióxido de nitrógeno, responsable según la Agencia Europea de Medio Ambiente de casi 9.000 muertes prematuras al año en España. El lunes era ya un 38% inferior en la capital respecto al anterior y en algunos puntos la reducción llegó a ser mayor. Por ejemplo la plaza del Carmen, junto a la Gran Vía, pasó de registrar 47 microgramos por metro cúbico a tan solo 20 a las 12 de la mañana.

Ante esta caída, ya hay investigadores como Marshall Burke, profesor en el Centro de Seguridad Alimentaria y Medio Ambiente de la Universidad de Stanford que, sin quitar dramatismo a la situación actual de pandemia, apuntan a que en lugares como China la interrupción de la actividad podría estar teniendo un beneficio inesperado para la salud. En una estimación inicial y con datos hasta el 8 de marzo, Burke cree que en China la mejora de la calidad del aire podría haber salvado hasta veinte veces más vidas que las que se han perdido por el coronavirus en el país. Calcula que se pueden haber evitado entre 77.518 y 52.829 muertes prematuras .

Lo mismo ocurre con los niveles de dióxido de carbono (CO2). Según el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA), del 3 de febrero al 1 de marzo, las emisiones disminuyeron al menos un 25% en el gigante asiático, el equivalente a 200 millones de toneladas de dióxido de carbono. Sin embargo, los expertos son cautelosos sobre lo que puede suponer a medio o largo plazo y temen que, dependiendo de las medidas que se tomen, haya un rebote de las emisiones a largo plazo que podría superar los efectos beneficios que se han producido a corto. Algo parecido a lo que ya ocurrió tras la crisis de 2008.

En lo que se refiere a seguridad vial, todavía es pronto para evaluar el efecto que tendrá el estado de alarma y la reclusión en las casas de miles de españoles, señala la DGT, aunque en días como este lunes 16 de marzo la circulación se contrajo un 51,62% en la Comunidad de Madrid -en sentido salida y también entrada-, por ejemplo, y en la almendra central de la capital, el volumen de tráfico rodado se redujo en hasta un 63%. Desde la Dirección General de Pere Navarro también emplazan a que pasen más días (incluso cerrar el mes de marzo) para la comparativa en siniestralidad vial, aunque es evidente que se reducirá en las vías españolas por la menor densidad de vehículos: este primer lunes de estado de alarma por ejemplo murió una persona en un accidente de tráfico en el país; frente a dos que perdieron la vida en el mismo tercer lunes del mes de marzo de 2019, pero las cifras aún no son reseñables para establecer una conclusión, señalan fuentes de la DGT a este diario.

Mientras, en la broma que circula por los móviles de todos los españoles se pronostica que pueden acabar la cuarentena «o con un bombo» o «divorciado». Dejando al margen los chistes y los desencuentros en las parejas por una convivencia prolongada, psicólogos y demógrafos confirman a ABC que sería muy probable que en 2021 haya un «baby boom» , fruto de, precisamente, la misma fuente de conflictos: el acortamiento de las distancias.

La crisis del coronavirus podría solucionar en España parte de su «invierno demográfico», dice Enrique García Huete, director de Quality psicólogos y profesor en la Universidad Cardenal Cisneros. La gente va a aprovechar para tener más cercanía sexual , aunque, pronostica, si normalmente se usan anticonceptivos, durante la cuarentena no se van a dejar de usar; por lo que los datos hasta el año próximo no se sabrán con fiabilidad. Lo que sí se puede decir ya que se van a acabar, deduce García Huete, los embarazos no deseados, porque muchos de ellos son producto de noches sabatinas y lúdicas, donde el ocio va parejo al alcohol y donde se producen muchos encuentros íntimos sin protección.

Alejandro Macarrón, director de la Fundación Renacimiento Demográfico, también se hace eco para ABC de lo que se comenta «medio en broma y medio en serio, de que la cuarentena general producirá un "baby boom" en nueve meses». «No estaría mal que así fuera. Que superemos pronto esta situación de emergencia, y que se cumpla ese augurio», añade Macarrón. En su opinión, si esta crisis ayuda a recuperar valores básicos esenciales , sí habrá un aumento de la natalidad en 9 meses. «Pero si lo que prevalece es el miedo al futuro por la angustia del momento, hasta nacerían incluso menos niños en nueve meses de los que habrían nacido sin el maldito coronavirus».