El confinamiento en Sidney podría durar meses debido al aumento de casos de Covid-19

«La vacunación es la clave de nuestra libertad . La vacunación es una parte fundamental de nuestra estrategia», declaró la primera ministra del estado, Gladys Berejiklian. «Quiero que agosto sea el mes en el que todo el mundo acuda a vacunarse . Eso es clave para que podamos ver cómo es septiembre. No creo que nadie pueda negar que la tasa de vacunación es absolutamente clave para nuestra vida en Nueva Gales del Sur».

El confinamiento debía terminar el sábado, pero con menos del 13% de la población del estado totalmente vacunada, se esperaba que se mantuviera algún tipo de restricción.

Más de la mitad de la población australiana, de casi 26 millones de habitantes , ha estado en confinamiento después de que un brote de la variante Delta , altamente infecciosa, se haya instalado en el estado de Nueva Gales del Sur y se haya extendido a otros tres.

Nueva Gales del Sur informó de 172 casos de Covid en las últimas 24 horas, frente a los 145 de un día antes, con al menos 60 en la comunidad mientras eran infecciosos. También se informó de dos muertes más: ambas eran mujeres de 80 años no vacunadas, dijo Berejiklian.

El epicentro del brote en Sídney se ha desplazado ahora hacia el oeste de la ciudad. Un bloque de 50 pisos fue cerrado y puesto bajo vigilancia policial después de que seis residentes de varios hogares dieran positivo. Todos los residentes del bloque de Blacktown están siendo sometidos a pruebas, y se les proporciona comida y otros servicios durante el periodo de cuarentena de 14 días.

Los casos se han relacionado con una reunión funeraria celebrada hace una semana, a la que asistieron unas 50 personas. Se han producido al menos 28 infecciones .

También se han tomado medidas en dos hospitales de Sídney, después de que dos enfermeras y una estudiante de enfermería dieran positivo. Desde entonces, ocho pacientes han sido diagnosticados con Covid-19. El personal de enfermería fue parcialmente vacunado.

El martes, decenas de hisopos para pruebas nasales de Covid fueron transportados por avión desde los puntos más conflictivos de Sídney para ser procesados en otros estados, y los laboratorios de Nueva Gales del Sur estaban «ahogados» por el número récord de pruebas , según un trabajador sanitario relacionado con la patología privada.

También se teme un posible aumento de los casos como consecuencia de las protestas contra el confinamiento del fin de semana, fomentadas por un grupo conspirador con sede en Alemania. El funcionario de salud del estado, Jeremy McAnulty, dijo este martes: «Cada vez que tenemos gente en las multitudes que gritan o chillan, sin distanciamiento social que es una situación muy peligrosa para la transmisión de Covid». Sin embargo, el estado levantó el confinamiento para tres áreas regionales , a partir del miércoles.

Por otra parte, uno de los acuerdos de vacunas clave del gobierno federal se ha visto afectado por importantes retrasos, con 51 millones de dosis de Novavax que originalmente debían llegar en la segunda mitad de este año y que ahora no se esperan hasta 2022. Las dosis formarán ahora parte de la estrategia de refuerzo del gobierno.

Además, los estados de Victoria y Australia Meridional anunciaron que levantarían sus propios cierres tras haber controlado brotes más pequeños.

Victoria dijo que la mayoría de las restricciones que impuso el 1 5 de julio se eliminarían a partir del miércoles, tras registrar sólo 10 infecciones de personas que ya estaban en cuarentena. «En general, es un buen día», dijo el primer ministro del estado, Daniel Andrews, en Melbourne. Afirmó que el levantamiento del confinamiento «envía un claro mensaje de que hemos visto dos brotes del Delta. No creo que haya ninguna jurisdicción en el mundo que haya sido capaz de conseguirlo».

Los 5 millones de residentes de Victoria podrán ahora salir libremente de casa y las escuelas volverán a abrir, aunque no se permitirá que los hogares reciban visitas, dijo Andrews.

El rápido rastreo de contactos, las estrictas normas de distanciamiento social y los cierres han ayudado a Australia a mantener bajo el número de casos, con algo menos de 33.100 casos y 920 muertes desde la aparición de la pandemia.