¿Cómo son y cuánto duran las mascarillas FFP2?

«Se trata de mascarillas de gran utilidad cuando se avance en las diferentes etapas y los ciudadanos se encuentren con alguna situación en las que por algún motivo no se pueda guardar debidamente la distancia de seguridad», ha defendido en un comunicado la región.

Pero, ¿cuánto duran estas mascarillas? La Comunidad de Madrid informó de que estas protecciones son reutilizables, por lo que no hay que tirarlas tras su uso. El Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso ha trasladado que tienen una vida útil de uso superior a las quirúrgicas: 48 horas seguidas . « Se puede utilizar en distintas ocasiones a lo largo de varios días cuando se vaya a estar rodeado de otras personas», sostienen desde la Comunidad.

En las características técnicas de estas mascarillas se desprende que tienen un 92 % de eficacia de filtración mínima, y un porcentaje de fuga hacia el exterior que no supera el 8 %. Además, ofrece protección frente a residuos no tóxicos, como polvo, fluidos de aerosoles y humo.

En la práctica, se usan para protegerse frente a aerosoles de baja o moderada toxicidad. También la utilizan aquellos sanitarios que trabajan en áreas de aislamientos o aquellos que trabajan con casos, confirmados o bajo sospecha, de SARS-CoV-2 (más conocido como coronavirus).

Durante la primera jornada, hasta las 12 horas, un total de 242.966 mascarillas han sido distribuidas, a través de las cerca de 3.000 oficinas de farmacia de la región, sin que se hayan producido «incidentes reseñables», según fuentes del Gobierno regional.

El Ejecutivo autonómico que preside Isabel Díaz Ayuso ha adquirido 14 millones de mascarillas KN95 (tipo FFP2) para su distribución de forma gratuita entre la población con el objetivo de prevenir los contagios de coronavirus. Sanitarios han criticado la medida y defienden que no es la mejor opción para la autoprotección de los ciudadanos. «Su uso continuado dificulta la respiración, es incómodo, y en determinadas personas, no tolerable. Su utilización en población general favorecerá que las personas se toquen más frecuentemente la cara y se quiten la mascarilla al no poder respirar cómodamente favoreciendo el riesgo de contagio», subrayan.