Cataluña, primera Comunidad que regula los locales de alterne

En este sentido, Mas lamentó la gran cantidad de profesionales del sexo «que hay en las carreteras y las calles» y apuntó que el decreto pretende, entre otras cosas, «concentrar el ejercicio de la prostitución» en locales regulados para sacarla de la calle y hacerla «menos visible».

La norma obliga además a los ayuntamientos catalanes a aprobar, en el plazo de seis meses, las ordenanzas municipales en las que se establecerán las condiciones particulares para cada municipio -como la distancia mínima de los centros docentes- y a establecer una licencia municipal específica para el ejercicio de esta actividad. Para conceder esta licencia, los consistorios deberán exigir el cumplimiento del decreto y las ordenanzas municipales, así como la contratación de un seguro que cubra el riesgo de responsabilidad civil.

El decreto establece la obligación de disponer, «en los anexos al local donde se lleve a cabo la actividad sexual» de las instalaciones higienico-sanitarias mínimas, como ducha, baño y ventilación, además de aislamiento acústico, y prohibe la instalación de locales de alterne en zonas cercanas a centros docentes, aunque la distancia mínima deben establecerla los ayuntamientos.

Los responsables de los locales de alterne deberán garantizar que las personas que presten servicios sexuales «estén sujetas a las medidas de control sanitario de tipo preventivo y asistencial» y el acceso a preservativos homologados a todas las personas usuarias de estos servicios sexuales. La normativa establece también un horario para estos locales, de las cinco de la tarde a las 4 de la mañana, horario que «podrá prolongarse» los viernes, sábados y vísperas de festivo. Además, obliga a los locales a contar como mínimo con un vigilante de seguridad, o un vigilante cada 50 personas de aforo.

El portavoz de la Asociación Española de Clubs de Alterne, Joan Cantarero, se felicitó por la aprobación del decreto y anunció que exigirán a sus socios de toda España que «cumplan con las características físicas que exige el decreto». Por su parte, las agrupaciones de «trabajadoras sexuales» lamentaron que el decreto las deje «desasistidas».