El incendio de Gata ha arrasado ya 5.000 hectáreas de alto valor ecológico

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Fernández Vara ha anunciado que a lo largo de esta mañana se desplazará a la zona del incendio para visitar a las familias evacuadas y para apoyar la labor que efectúan los más de 330 agentes del Plan Infoex que trabajan en la zona para controlar el fuego.

El presidente extremeño ha confiado en que a lo largo del día de hoy se puedan tener «mejores noticias» sobre la evolución de este incendio , después de «la complicada noche» vivida, con la evacuación de las localidades de Acebo y Perales del Puerto , así como la de dos «camping» (uno en Gata y otro en Hoyos).

Vara ha reconocido que en estos momentos la preocupación se centra en la población de Hoyos , cuyos más de 900 habitantes podrían también ser evacuados, aunque todavía no se ha tomado la decisión por parte del Plan Territorial de Protección Civil y ha confiado en que las condiciones meteorológicas ayuden para que eso finalmente no tenga que producirse.

Fernández Vara ha destacado que la labor de los efectivos del Plan Infoex en Sierra de Gata «pone de manifiesto la madurez que en materia de incendios hay ya en nuestra comunidad autónoma».

A preguntas de los periodistas sobre las hipótesis que maneja la Junta en torno a los cinco incendios que este verano ya se han registrado en esta comarca, Vara ha señalado que, tal como indica la experiencia, «cuando se concentran incendios en una zona muy concreta es porque la mano del hombre ha debido de tener algún tipo de intervención , porque no hace ni más calor, ni está más seca la Sierra de Gata de lo que está el resto de Extremadura».

«Todo parece indicar que la mano del hombre tiene que estar detrás del inicio de estos incendios», ha dicho Fernández Vara, quien ha insistido la decisión o no de evacuar Hoyos, que ahora se estudia con los responsables de Protección Civil y del propio alcalde, corresponderá a los técnicos y a los profesionales en la materia, «siempre bajo el principio de precaución y de prevención».

Vara ha recordado que desde primera hora de la mañana actúan los medios aéreos, entre ellos 4 aviones anfibios y ocho helicópteros , que no han podido trabajar por la noche, por lo que confía en que a lo largo del día se pueda controlar el fuego, si las condiciones meteorológicas no empeoran.

Las autoridades evacuaron esta madrugada dos localidades: Acebo y Perales del Puerto, y también dos cámpings y varias viviendas aisladas. En ese momento, se habilitaron nueve autobuses de sesenta plazas cada uno, según ha informado Cruz Roja Extremadura.

Para todos los vecinos de esta zona que tuvieron que dejar sus casas, se habilitaron albergues provisionales en la cercana localidad de Moraleja (el Centro de Formación Agraria, Polideporttivo y otras instalaciones municipales, precisa la Junta). Además, 14 personas mayores o con algún tipo de patología crónica fueron trasladadas al hospital de Coria . En Cáceres, las instalaciones del Cefot (Centro de Formación de Tropas) número uno estaban preparadas para albergar a 150 evacuados. A las siete y media de la mañana, Cruz Roja había censado entre los tres albergues establecidos en Moraleja a 806 personas.

En el municipio de Hoyos se estableció un punto de encuentro, en el que se reunió un buen número de vecinos para no estar expuestos a la gran humareda que hay tanto en el pueblo como en el entorno.

Durante la noche, el personal sanitario ha tenido que atender a algunos heridos leves, con cuadros como intoxicación por inhalación de humo, crisis de ansiedad o lesiones oculares por culpa de las pavesas, que a primera hora de la mañana estaban muy presentes en el aire de la zona.

Durante la madrugada, el fuego, que continúa en nivel dos de alerta, cambió de dirección en varias ocasiones. En torno a la medianoche se dirigía a la provincia de Salamanc a , pero en las horas siguientes viró y estuvo recorriendo distintos parajes de los montes de Acebo, Perales del Puerto y Hoyos.

Los primeros en ver el fueco fueron dos jóvenes que iban en bicicleta. La chispa inicial saltó en una zona escondida, junto a un camino forestal cercano a unas piscinas naturales situadas a un kilómetro de Acebo.

Fausto Franco, uno de los vecinos del pueblo, se lamentaba anoche: «Pero vamos a ver, que tengo allí a mis cabras y no se si están vivas o muertas». Benigno Párraga, igualmente inquieto por su ganado, decía: « Yo me he hinchado a correr . Vi venir el fuego y me refugié en una zona a la que sabía yo que no iba a llegar porque se quemó el otro día, pero nada, la cosa cogió una fuerza tremenda y tuve que salir corriendo, corrí durante un buen rato».