El Papa se despedirá el 27 de febrero de los fieles en una audiencia general

La nueva situación creada por la renuncia ha hecho necesario trasladar a la basílica de San Pedro la ceremonia de imposición de la Ceniza, convocada como es tradicional en la basílica de Santa Sabina. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, explicó que “una gran numero de cardenales y también de fieles desean participar, y no había espacio suficiente en Santa Sabina”.

En esa misma línea de facilitar más espacio a los fieles, la última audiencia general, el miércoles 27 de febrero, no será a cubierto en el Aula Pablo VI, con capacidad limitada a seis mil personas, sino en la plaza de San Pedro. Sera la despedida del Papa, que no ha incorporado a su calendario ninguna ceremonia especial.

Ha decidido, en cambio, mantener todas las citas previstas, incluidas las audiencias a los presidentes de Rumania y de Guatemala. Y, por supuesto, el encuentro con los sacerdotes de Roma el jueves 14 en el Vaticano. Se trata de un encuentro “de familia”, en el que el Papa habla sin papeles, y que en esta ocasión tendrá un sabor histórico especial, el del obispo que se despide de los sacerdotes de su diócesis.

El portavoz del Vaticano desmintió la información de un diario italiano sobre un cambio de marcapasos al Papa hace tres meses. Según Lombardi, “fue un mero cambio de pilas del marcapasos que le fue implantado antes de ser elegido Papa”. El portavoz subrayó que fue “un proceso de rutina para quien tenga ese tipo de aparatos y, desde luego, no afecta para nada a la decisión sobre su renuncia”.

Lombardi invitó a no dar demasiado peso a que la decisión de renunciar fuese tomada después del viaje a Cuba y México en marzo del 2012, pues lo relevante es que ya anunció la posibilidad en el verano de 2010 en el libro-entrevista “Luz del mundo”. Lo hizo de modo deliberado para que todo el mundo estuviese al tanto y, llegado el momento, no constituyese una sorpresa.

Según el portavoz del Papa, la renuncia tendrá lugar a las 8 de la tarde del 28 de febrero “sencillamente porque es el final de la jornadade trabajo”. Es posible que se traslade a Castel Gandolfo antes de ese momento, pero no es necesario.

En cuanto al convento que será su futura residencia, Lombardi explicó que estávacío “desde octubre o noviembre, cuando se fueron las religiosas, y más o menos hacia final de año comenzaron las obras para convertirlo de nuevo en residencia privada, como era antes”.

El portavoz recordó que “es un edificio muy pequeño, donde hubo que hacer la capilla fuera por falta de espacio”. El Papa ha escogido ese lugar en los Jardines Vaticanos porque lo conoce bien ya que haido en ocasiones a visitar a las monjas o a llevarles algún regalo.

Aunque algunas preguntas sobre protocolo no tienen todavía respuesta, está claro que el Papa seguirá utilizando el nombre de “Benedicto XVI”, pues eso ya no cambia, y que será de hecho el “obispo emérito de Roma”. En medios vaticanos se considera probable que se mantenga el título “Santidad” del mismo modo que los arzobispos eméritos siguen siendo “Excelencia” y los cardenales son “Eminencia” de por vida.

Se considera también muy probable que se respeten las normas de la ConstituciónApostólica “Universe Dominici gregis” en lo que se refiere a la destrucción del anillo y del sello, pues son símbolos de una jurisdicción que deja de existir. De todos modos, varios juristas están estudiando posibles “interpretaciones” del documento para hacer frente a “una situación nueva”, distinta del fallecimiento.

Benedicto XVI ya no publicará la encíclica sobre la fe en la que estaba trabajandopues “no se había llegado a un punto suficiente del trabajo. Permanece como un documento suyo, y en el futuro decidirá si prefiere publicar o no esas reflexiones personales sobre la fe”.

Federico Lombardi reiteró que Benedicto XVI “no intervendrá de ningún modo en la elección de su sucesor. Podemos estar totalmente seguros de que los cardenales serán autónomos” En cuanto al modo en que participara como cardenal en futuras ceremonias como la primera misa del nuevo Papa, etc., “tendremos que esperar a ver cada decisión. Es una situación nueva en la que se irádecidiendo cada caso”.

La impresión general es que su despedida como Papa se va a caracterizar por la misma sencillez mostrada a lo largo de Pontificado. Y que, después, será el modelo de Papa emérito por su discreción y buen hacer, lealmente al servicio de su sucesor.