Lo que hacen en Noruega para salir a la calle sin pasar frío: tres capas y una lana especial

La capa base es esencial para conservar el calor corporal y eliminar la humedad que se genera al moverse. Laura recomienda ropa ajustada al cuerpo, fabricada con lana merino. Este material es conocido por su capacidad de aislamiento térmico y transpirabilidad. «Aunque es algo cara, merece la pena. Es de los mejores tejidos para combatir el frío».

Camisetas, pantalones térmicos y calcetines de lana merino son sus imprescindibles. Además, aconseja meter la camiseta dentro del pantalón y colocar los calcetines por encima de este para evitar que el frío entre por las costuras.

La segunda capa tiene la función de retener el calor generado por el cuerpo. Aquí, Laura elige un jersey grueso y unos pantalones más resistentes. Esta capa intermedia actúa como un aislante adicional sin perder movilidad. Si la temperatura es más extrema, lo que recomienda es meter una camiseta extra entre la primera y la segunda capa.

La capa exterior es la barrera definitiva contra el frío. Laura recomienda pantalones y abrigos impermeables, y que tengan una protección eficaz contra el viento y la nieve. Este tipo de prendas no solo mantienen el cuerpo seco, sino que también aseguran que el frío no traspase al resto de las capas.

Además de seguir la regla de las tres capas, Laura añade otros consejos prácticos para maximizar la protección contra el frío. Por ejemplo, recomienda camisetas con agujeros para el pulgar, lo que ayuda a mantener la zona de las muñecas caliente y evita que el aire se cuele cuando se colocan los guantes.

También señala la importancia de elegir accesorios adecuados, como gorros, bufandas y guantes térmicos, que protejan las extremidades que están más en contacto con el aire. Ella siempre prioriza materiales de calidad para asegurar una mayor eficacia en la protección.