María José Climent, la pintora ciega utrerana que sueña e imagina sus cuadros

El romance de esta utrerana con el mundo de la pintura no es ni mucho algo novedoso, ya que confiesa que desde que era muy joven, se sintió atraída por el mundo de los pinceles, los lienzos y los cuadros. Siempre ha pintado, porque para ella expresarse de esta manera ha sido siempre una necesidad , y por ello ha superado todos los obstáculos que la vida le ha puesto por delante.

La cuestión es que desde que perdió casi por completo la visión, la utrerana se ha volcado todavía más si cabe en el mundo de la pintura, tratando de plasmar en sus trabajos preciosos paisajes, parejas o escenas de baile. Ella al pintar lo que hace principalmente es poner en marcha su imaginación y activa sus recuerdos, tratando de plasmar en el lienzo lo que ocurre en su cabeza y en su corazón. «Yo tengo claridad en la vista, un punto de luz pero a través de los recuerdos pinto mucho con la imaginación y con los datos que me aportan las personas que tengo alrededor. Por eso yo siempre digo que veo, en mi mente lo hago », explica la artista utrerana, quien reconoce que una de sus sobrinas se ha convertido en un apoyo fundamental en todos estos años, ya que suele ser la persona que se encarga de contarle como son algunas cosas, para que María José las pueda primero imaginar y posteriomente pintar.

En el año 2015, la utrerana daba el primer paso adelante, y a pesar de sus iniciales reticencias, impulsaba su primera exposición pública. Era la primera vez que María José mostraba sus cuadros, bajo el gráfico título de «No sin mi sobrina», en la que su sobrina Aurora jugaba un papel fundamental. En 2017 daba otro paso adelante, poniendo en marcha junto a Juan Soler una nueva exposición, denominada «Impulso», donde se podían contemplar creaciones relativas a temas muy diversos como por ejemplo la danza -uno de sus temas preferidos-, el toreo e incluso personajes étnicos o estampas orientales.

Sólo la pandemia generada por el ya tristemente Covid-19 ha sido capaz de frenar la que iba a ser la tercera y más ambiciosa exposición organizada por esta singular artista utrerana, que estaba programada para mediados de marzo y tuvo que ser suspendida. Bajo el título genérico de «Una mirada diferente», María José ha pintado 45 obras , en las que se pueden encontrar paisajes y calles de Utrera, parejas que danzan, personas mayores y hasta elegantes mujeres. «Esta vez he querido plasmar mujeres bailando danzas del mundo como el flamenco. Mi hijo me ha ido documentando sobre las posiciones del baile», en una serie de obras en la que la pintora utrerana reconoce que ha usado mucho color.

La utrerana pinta y crea simplemente como una actitud frente al mundo, no es algo que haga para buscar reconocimiento, pinta para imaginar y poner en marcha sus recuerdos. Así, de manera humilde explica que «yo a esto no le doy valor porque para mí es tan gratificante y me hace sentir tan bien ,…». Una creadora que ha sido capaz de vencer a todas zancadillas que le ha puesto el destino, y seguir adelante con una afición que le da vida, y que incluso le ha servido para que haya sido solicitada en algunos restaurantes de Sevilla para pintar cuadros en directo delante del público mientras suena música de piano.