Un taller de cerámica de Pilas hace tablaos flamencos para Japón y otras piezas para Líbano

Luego de cursar sus estudios de cerámica artística en el pabellón de Chile durante 5 años, combinando Cerámica Antigua en la escuela de Gelves, la avisaron para formar un grupo de trabajo en la nueva escuela de cerámica gelvense, junto a varios antiguos alumnos, que desemboca después en la constitución de la cooperativa Cerámica Terra S.C.A ., que tenía el taller en la calle alfarería de Sevilla, y varios años después una tienda en la calle Antillano Campos.

En este taller se hacía todo el proceso de fabricación de las piezas, desde su diseño, realización en torno, moldes, estudio de los colores y esmaltes hasta su finalización con la pintura de la pieza y cocción en el horno.

«En cerámica Terra hicimos muchísimos trabajos para toda España y también para el extranjero, como un tablao flamenco en Japón o piezas para el Líbano, pero además empezamos a trabajar para el museo Thyssen, elaborando piezas utilitarias con interpretaciones de los cuadros que se vendían en la tienda del museo. Asimismo, expusimos en el museo de la expresión en París e íbamos todos los años a la feria Intergift en Madrid», cuenta Chari Bolaños.

En el 2002 desaparece cerámica Terra y Chari comienza a dar clases en la escuela taller en su pueblo, Pilas, y es al terminar el curso, cuando decide montar su propio taller, Cerámica Terra Pilas .

Actualmente, se encuentra en la calle Lope de Vega número 19 , donde realiza todo tipo de trabajo de cerámica, alicatados para cualquier zona de la casa, piezas de reproducción, heráldicas, rótulos, piezas para museos o vajillas, entre otros.

«He seguido trabajando para el museo Thyssen Bornemisza y he incorporado como cliente al museo Guggenheim, al que le hicimos la reproducción de unas piezas de unos cuadros que se exponían en ese momento para sus regalos de Navidad. Asimismo también realizamos unos cuencos para gazpacho con forma de tomates al restaurante madrileño La Casa Encantada », cuenta la ceramista pileña.

El proceso de trabajo que se realiza en el taller consiste en elegir la pieza o mural que se va realizar, para lo cual se hacen varios diseños de dibujos que se pasan a papel vegetal, picándole el contorno para pasarle después la muñequilla con el carbón sobre el objeto elegido, de modo que se obtenga el dibujo para comenzar a pintar. Las piezas están en barro cocido y antes de ponerles el esmalte hay que cepillarlas y limpiarlas con una esponja con agua.

Posteriormente se bañan con el esmalte elegido, se limpian los restos de esmaltes para que no se peguen en el horno y se repasan bien para que quede perfecta y se pueda pasar el estarcido y empezar a pintar.

«Con un perfilador que hace la función de lápiz en los dibujos perfilamos la pieza y después empezamos a dar color -los colores están hechos en el taller con los óxidos, pigmentos o fundentes-, y una vez terminado se introduce en el horno a unos 960 grados. Cuando se enfríe ya está lista la pieza», cuenta Chari a ABC Provincia.

Los materiales utilizados son piezas de torno, azulejos, piezas de moldes, obras de barro diseñadas por la propia Chari Bolaños, esmaltes, u óxidos al rojo que utilizan para preparar sus propios colores. T odo el proceso está realizado a mano y con el máximo esmero para que el cliente se lleve una pieza única.

Cerámica Terra Pilas está preparando actualmente unos cursos para que aquel que lo desee pueda disfrutar de este espectacular mundo de la cerámica, tanto para modelar y hacer sus propias piezas, como de pintura.