Tribunales
El sacristán de Carrión: «Quieren un cabeza de turco que responda por el robo»
Diego R. G., que está investigado por el asalto a la iglesia mayor de San Martín, niega en una carta enviada a ABC las acusaciones y apunta a una maniobra para inculparle
Silvia Tubio
En Carrión de los Céspedes no se deja de hablar de este asunto desde que se conoció que se está investigando la posible participación del sacristán de la parroquia de San Martín en el robo ocurrido en enero de 2020 en ... el templo. La estrecha vinculación de Diego R. G. con la iglesia hizo que la sorpresa fuera mayúscula cuando ABC desveló que había sido citado por el juzgado a raíz de un informe pericial que lo señala como responsable. Diego R. G. ha querido ofrecer su versión en una carta remitida a este periódico.
En la misiva insiste en lo que ya expresó ante la juez del número 2 de Sanlúcar la Mayor , que no tuvo nada que ver con el robo ni con la profanación del sagrario. «El que me conoce, es consciente de mi profundo arraigo religioso. Ello me impide faltar a los mandamientos de la santa madre Iglesia Católica, en particular, al noveno de ellos. (...) Los daños más cuantiosos se localizaron en la sacristía, a la que de diversos modos me hallo unido desde que tenía 10 años». Todo ocurrió cuando la Virgen del Rosario estaba subida a su paso y preparada para procesionar ese fin de semana en una salida extraordinaria muy esperada en el pueblo.
La juez citó a Diego R. G. a declarar el 10 de noviembre a raíz de un informe pericial aportado por la acusación particular y admitido por la autoridad judicial , que concluye que fue el sacristán la persona que accedió al templo en la madrugada del 29 de enero. Los autores del robo no forzaron ninguna puerta. El perito sostiene que se manipuló desde dentro la cerradura del acceso que comunica con la escalera del campanario para hacer creer que el ladrón o ladrones se habían colado por la torre del templo. Pero la Guardia Civil no encontró ninguna huella ni pisada en esa zona ni en el tejado.
Otros indicios que constan en el informe hacen referencia a que los ladrones sabían cómo funcionaba el mecanismo que sirve para anclar la corona a la Virgen del Rosario de tal manera que la extrajeron sin dañar la imagen. Se trata de un sistema que pocos conocen y el sacristán es uno de ellos. Sobre estas acusaciones, Diego R. G. señala: «Presté declaración en calidad de investigado con motivo de un informe de investigación privado , totalmente dirigido por aquellos que quieren buscar en mi persona una cabeza de turco que responda del robo». Sobre la elaboración del citado informe, el sacristán de San Miguel lamenta que no se haya solicitado su colaboración. Y subraya que su condición de imputado viene de ese informe, elaborado por un detective , y no como consecuencia de la investigación de la Guardia Civil que cerró las pesquisas sin dar con los responsables.
«El número de personas que pueden tener acceso a la iglesia es incontable, puesto que son diversos los colectivos que poseen una llave (...) La Junta de Gobierno de la hermadas es uno de esos colectivos»
Sobre quienes quieren culparle del robo, el sacristán no señala a nadie directamente pero sí insinúa. Sus dardos van dirigidos a la Hermandad del Rosari o, que es la que está personada en el procedimiento como perjudicada y contrató los servicios del detective. En un momento de su carta, detalla cuál es la relación que mantiene con esa corporación que tiene su sede en la parroquia. «En ningún momento, desde que hace cuatro años abandoné la junta de gobierno de la Hermandad del Rosario, he tomado decisiones en su seno. En cualquier caso, dada mi experiencia en la hermandad, siempre he prestado consejo cuando se me ha pedido, y mi total colaboración a aquel que se ha dirigido a mi solicitándola».
En el informe del detective se recoge que Diego R. G. es una de las pocas personas que tiene llaves del templo y que por tanto pudo entrar sin forzar ninguna cerradura ; algo que niega el imputado, que vuelve a señalar a la hermandad. «El número de personas que pueden tener acceso a la iglesia es incontable, puesto que son diversos los colectivos que poseen una llave de las muchas puertas por las que se puede acceder a la misma y ésta (en referencia a las llaves) se pueden reproducir fácilmente. La Junta de Gobierno de la hermandad es uno de esos colectivos».
El sacristán afirma, además, que a pesar «del interés de algunos» en perjudicarle, a día de hoy cuenta con el apoyo de la gente, del párroco «y de la entidad titular de la iglesia, la archidiócesis porque me han ratificado en la misma función». Espera que con esta carta su nombre deje de ser manchado «por las continuas especulaciones que están vertiendo ciertas personas de Carrión de los Céspedes».
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