Patrimonio
La provincia de Sevilla cuenta con 363 bienes de interés cultural (BIC) repartidos entre 67 municipios
La capital hispalense, con 125, lidera este catálogo al que le siguen los principales pueblos de la Campiña, como Carmona (26), Utrera (18) y Écija (16)
Patrimonio cultural de la provincia de Sevilla
Castillos, arcos, catedrales, murallas, torres, iglesias, palacios, ermitas, conjuntos históricos... y hasta bodegas forman parte del paisaje de la provincia de Sevilla, una de las más ricas en cuanto a patrimonio histórico.
En cualquiera de los 106 municipios que conforman la provincia hay monumentos que ... merecen la pena ser visitados alguna vez en la vida, como la Catedral de Sevilla, el Alcázar, Itálica, la Necrópolis de Carmona, el palacio de Peñaflor de Écija, la Colegiata de Osuna y así un sinfín de espacios que en la mayoría de las veces se encuentran protegidos por las diferentes administraciones con el fin, en muchos casos, de evitar su expolio.
La Junta de Andalucía es la encargada hoy día de catalogar los monumentos de la provincia de Sevilla en función de su importancia histórica, como antes lo fue el propio Estado, que fue cediendo las competencias a las diferentes comunidades, como ocurrió en 2007 con la Ley 14/2007 de 26 de noviembre que regulaba el patrimonio histórico y la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC)
Así, dentro de la legislación vigente existe esta figura de BIC, que es una figura jurídica de protección del patrimonio histórico español, que se divide en dos categorías: los bienes inmuebles y los bienes muebles.
Los primeros se refieren a los elementos que pueden «considerarse consustanciales con los edificios y formen parte de los mismos o de su entorno o lo hayan formado, aunque en el caso de poder ser separados constituyan un todo perfecto de fácil aplicación a otras construcciones o a usos distintos del suyo original», según el Código Penal, quien define a los bienes muebles como « todos los que se puedan transportar de un punto a otro sin menoscabo de la cosa inmueble a que estén unidos».
El más antiguo
El BIC sevillano que fue inscrito por primera vez en este selecto ranking fue el Monasterio de San Isidoro del Campo en Santiponce , el 10 de abril de 1872 y los últimos en incorporarse han sido el Yacimiento del Carambolo en Camas (2016) y la Casa Natal de Luis Cernuda en la capital hace dos años.
En Bollullos de la Mitación , la Ermita de Cuatrovitas se declaró BIC unos años antes de la Guerra Civil, en concreto en junio de 1931 y a principios de 2019 se iniciaron los trámites para que el Conjunto de Cuatrovitas forme parte del catálogo.
Normalmente, de media se tardan unos dos años desde que se incoa el expediente para su inscripción hasta que el ente competente, en este caso la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, resuelva. Pero hay casos en los que se ha llegado a tardar más de dos décadas en resolver un expediente .
Como ejemplo de monumento que más tiempo ha necesitado es la Iglesia de San Martín, en el casco antiguo de Sevilla capital , que necesitó 27 años para entrar. Veinticinco años pasaron desde que se solicitó la declaración de BIC para el lugar del fusilamiento de Blas Infante en la capital andaluza, en la categoría se sitio histórico, hasta que se consiguió. En Gelves , la Hacienda de San Ignacio de Torrequemada entró en este catálogo en el año 2007, tras estar esperando la resolución otros 24 años.
Por comarcas
En la provincia de Sevilla a día de hoy están catalogados un total de 363 BIC, repartidos entre 67 de los 106 municipios . El rico patrimonio está repartido por todas las comarcas naturales que conforman la provincia si bien es en la Campiña donde más BIC existen, tras el Área Metropolitana , que incluye Sevilla capital, con 125.
De los 22 municipios que componen la Campiña , quince tienen uno o varios monumentos declarados bienes de interés cultural, sobresaliendo Carmona -que aporta 26-, Utrera (18), Écija (16) y Osuna (8). Desde el Anfiteatro a la Necrópolis pasando por el recinto amurallado son solo algunos de los monumentos más destacados de Carmona. Por su parte, hay pueblos que sólo aportan un monumento, como son los casos de Herrera , con el conjunto termal y Mairena del Alcor con su castillo.
La tercera comarca, tras el Área Metropolitana y la Campiña, que más BIC aporta al catálogo de la Junta es la de Sierra Morena sevillana , con 32 monumentos repartidos en 12 de los 18 pueblos que la conforman. La Vega del Guadalquivir suma 16 BIC, con 14 se sitúa la comarca del Aljarafe y con 13 están la Marisma y la Sierra Sur .
En total, 363 monumentos, la mayoría de ellos conocidos por la gran mayoría pero hay un ramillete de bienes de interés cultural que son los grandes desconocidos por los sevillanos . A continuación, ABC detalla algunos de ellos que, no por ser menos conocidos, merecen la pena ser visitados alguna vez.
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1
Bodegas Góngora (Villanueva del Ariscal)
Declarada BIC en octubre de 2004 en la tipología de monumento, esta antigua Hacienda convertida en bodega en 1682 fue adquirida por Don José de Góngora y Arando en Villanueva del Ariscal y se dedica actualmente a la crianza y envejecimiento de vinos finos generosos y brandys.
En el interior de sus bodegas podemos encontrarnos distintas estancias adaptadas a las necesidades la fermentación de cada vino . Así logran dotarles de una singularidad de la que se caracterizan.
Además, arquitectónicamente hablando, podríamos decir que esta es una de las alhajas a las que nos referíamos con anterioridad, y por ello invitamos a no dejar escapar esta oportunidad no solo para disfrutar de un buen vino , sino de nuestro patrimonio cultural.
2
Caleras de la Sierra (Morón)
En 2011, la Unesco dio oficialidad a un hecho que estaba más que demostrado desde hace milenios: que la cal es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad .
Pero en aquella ocasión no se refería esta asociación a esto en general, sino concretando en uno de los mayores bienes que tiene Morón de la Frontera: la producción artesanal de la propia cal.
Tal es así, que las caleras de este municipio de la Campiña fueron declaradas además bien de interés cultural en el verano de 2009, dentro de la tipología de lugar de interés etnológico.
3
Toro de Osborne (varios pueblos)
Quizá sea uno de los inmuebles más atípicos dentro del catálogo andaluz de los bienes de interés cultural. Su silueta, tan característica en muchos municipios de España, se encargó hace más de sesenta años a un publicista, Manolo Prieto.
Desde entonces, ha tenido que capear ante la amenaza de los antitaurinos , quienes no veían que la figura que representa un toro en España se le mime con tanto celo.
Varias sentencias judiciales han permitido que sobreviva hasta tal punto que la Junta de Andalucía lo haya catalogado desde el año 1996 como bien de interés cultural.
En la provincia de Sevilla cuenta con esta catalogación en varios pueblos, como Castilleja del Campo, La Campana, Huévar del Aljarafe o Lora de Estepa.
4
La Carbonería (Sevilla)
«La Carbonería es un bien cultural inseparable del entorno donde se localiza», señala el artículo 33.1 de la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía y por ello «todo inmueble BIC inscrito en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz es inseparable del lugar donde se ubica».
Estos motivos hicieron que la Junta de Andalucía declarase como BIC este emblemático establecimiento de Sevilla capital tras varios años de estudio y dentro de la tipología de lugar de interés etnológico y en el plazo tan solo de un año desde que se incoara el expediente. Finalmente, fue resuelto en junio de 2017.
5
Casa cuartel de la Guardia Civil (Utrera)
Es uno de los edificios que forma parte del plan especial del conjunto histórico de Utrera, que se levantó por orden del mismísimo Felipe II en 1577.
El Cuartel de Caballería cuenta con el grado B de protección en el plan especial del conjunto histórico de Utrera y fue declarado monumento histórico artístico nacional en 1949 y BIC, en 1985.
Se trata de un edificio histórico que se levanta en el lugar que en su día ocupaba la Puerta de Jerez , una de las cuatro puertas con las que contaba la antigua muralla de Utrera.
Una de las principales características de este inmueble es su inconfundible patio cuadrado de arquitectura típica castellana de corrala.
6
Torre Mocha (Albaida del Aljarafe)
Aunque su origen no está definido -para algunos historiadores es árabe y para otros fue construida por el infante Don Fadrique en el siglo XIII- la Torre Mocha es el símbolo de la localidad de Albaida del Aljarafe.
Declarada BIC en 1985, se halla sobre un cerro desde donde se puede contemplar la llanura por donde corre el Guadiamar, es de planta rectangular y tiene 8,30 metros de altura.
La obra es de hormigón y cuenta con una puerta en la fachada principal que está situada a más de tres metros sobre el suelo.
En el interior cuenta con varios pasillos y diferentes bóvedas y arcos que hacen atractiva la visita. En los alrededores no se encuentra ningún vestigio que apunte a que la torre formó parte de otra edificación mayor.
7
Yacimiento romano Celti (Peñaflor)
En la tipología de zona arqueológica, este bien de interés cultural tardó siete años en formar parte del catálogo de la Junta de Andalucía tras incoarse el expediente en 1987. Se trata del yacimiento arqueológico denominado Ciudad Romana Celti, en Albaida del Aljarafe.
Las obras de la construcción del ferrocarril del pasado siglo sacaron a la luz vestigios de diferentes épocas, desde el periodo pretartésico y tartésico hasta el final periodo romano.
Pero, sin duda, los que mejor representan a este yacimiento son los de la época de la Imperio Romano. Destacan el monte Testaccio de Roma puede encontrarse los restos de las ánforas olearias, el yacimiento arqueológico de La Viña, el foro o el acueducto.
8
Minas de la Reunión (Villanueva del Río y Minas)
Las Minas de la Reunión se sitúan a unos cinco kilómetros de Villanueva del Río y Minas. Se trata de un monumento que inició su recorrido para ser declarado BIC en el año 1988 , logrando tal denominación catorce años después.
Dedicada a la extracción de carbón desde el siglo XVII , estas minas fueron uno de los principales sustentos de la población, hasta que el Gobierno de España decidió su clausura en el año 1972.
Desde entonces, este conjunto histórico se ha convertido en uno de los grandes atractivos turísticos de este municipio de la Vega.
Sobre esta mina se fueron asentando con el paso de tiempo diferentes núcleos de población en torno a los pozos de extracción.
9
Castillo de Constantina
Uno de los grandes atractivos de la Sierra Morena sevillana es el estar enclavado en pleno parque natural que lo convierte en el gran atractivo turístico de la provincia. Pero además de naturaleza, estos municipios norteños encierran un rico patrimonio arqueológico.
Es el caso del Castillo de Constantina, que fue declarado BIC en 1985. Fue a partir de entonces cuando se llevaron a cabo tareas de recuperación y reforma para evitar deterioros de la estructura. Aun así en 2010 la Torre del Homenaje se desplomó debido a las lluvias.
Esta fortaleza data de época árabe , si bien está documentado que se asienta sobre los restos de un castrum romano anterior.
El conjunto se articula en torno a un gran patio de armas y un aljibe semienterrado de grandes dimensiones y permanecen completas dos de las siete torres que lo flanqueaban.
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