El padre de La Mistela y la Bienal «regresa» a la Aurora

Y es que Paco fue el máximo impulsor de la cultura palaciega durante toda su vida. De hecho, difícilmente se pueda ver algo en este pueblo y en este ámbito desde los años sesenta hasta su muerte en el que no aparezca su nombre: fundador de la tertulia flamenca El Pozo de las Penas (la más antigua de España en dura pugna con La platería de Granada y la peña Juan Breva de Málaga ), creador del Festival de la Mistela, del Ateneo, de las revistas El Soberao, Los Cuatro Vientos, Marisma, ideólogo de la cabalgata de Reyes o director de un grupo de teatro, son algunos ejemplos de su gran labor.

Gracias a su carisma y sus múltiples amistades consiguió llevar a su pueblo a personajes como Rafael Alberti, Antonio Gala, Matías Prats o Mingote. No obstante, su punto fuerte era la música, un mundo que conocía a la perfección y del que traía a artistas como Antonio Mairena, El Lebrijano, Fosforito, Lola Flores, Camarón, Rocío Jurado o Antonio Machín.

Pese a que ha quedado más que patente que por Los Palacios hizo muchísimo, lo cierto es que en el resto de Andalucía y especialmente en Sevilla también llevó a cabo una labor cultural igual o mayor. Gracias a él la capital hispalense cuenta con la Bienal de Flamenco, de la que fue fundador. Y fue también el precursor del circuito flamenco más antiguo que existe en la capital andaluza, el ciclo « Conocer el flamenco », patrocinado por El Monte de Piedad en su origen y por la Fundación Cajasol ahora.

Además, Paco Cabrera fue colaborador de ABC en la sección de cultura junto a Manolo Vázquez y Antonio Bohórquez ; y productor de programas de flamenco en radiotelevisión española; y escritor, y locutor de radio, y representante artístico junto al gran Pulpón , y promotor de boxeo, y propietario de un circo, etc. De carácter arrollador, era un gran encantador. Como Paco fuera a por una cosa difícilmente se le resistía.

Prueba de ello es el caso de Joaquín Romero Murube que muy pocos conocen. Éste, a pesar de ser uno de los más insignes personajes de la historia de Los Palacios y Villafranca (por no decir el que más), y ser considerado por muchos el mejor prosista de la generación del 27, estuvo durante una etapa de su vida más desligado de su anhelado pueblo de lo que él hubiese querido .

Aunque nunca dejó de visitarlo totalmente, seguía frecuentando la Huerta Ángela y algunas noches paseaba por la cuesta del castillo de la Atalayuela, lo cierto es que había llegado a sus oídos que algunos de sus vecinos decían con tono peyorativo que era un señorito, y en cierto modo dejó de estar cómodo y consecuencia de ello es que cada vez sus visitas eran más distanciadas en el tiempo.

Consciente del calibre y la grandeza del personaje, Paco fue quien «reconcilió» al poeta con Los Palacios . ¿Cómo acercarse a un Joaquín cada vez más distante? Se personó en los Reales Alcázares para decirle que tras una votación el pueblo había decidido que se le otorgase el primer Racimo de Uvas de Oro de Los Palacios (lo había decidido él solo y no era el primero), y que tenía que ir para recibir el galardón.

Si por algún momento dudaba, Cabrera tenía otro incentivo : al acto de entrega acudiría la primera y flamante miss Sevilla. Aceptó. El reencuentro con su gente fue un éxito y desde ese día y hasta su muerte Joaquín Romero Murube volvió a pasar largas temporadas cerca de sus raíces.

Para saldar parte de esa deuda que el pueblo mantiene con este insigne personaje, mañana, y dentro de la programación de La Mistela, volverá a colocarse su busto en la calle Aurora tras dos años de ausencia. Paco Cabrera , genio y figura, ¿Tópico o realidad?