Los acusados del crimen pasional de Dos Hermanas admiten el asesinato y ella acepta 18 años de cárcel y él 12
El asunto ha sido resuelto mediante una conformidad entre las partes la misma mañana en la que iba a comenzar el juicio con jurado popular
Crimen pasional en Dos Hermanas: una mujer y su amante se sientan en el banquillo por asesinar al marido de ella
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl esperado juicio con jurado popular a una mujer y su amante por asesinar en noviembre de 2021 en Dos Hermanas al esposo de ella no ha comenzado finalmente este lunes en la Audiencia de Sevilla según lo previsto. Y es que fruto de un ... acuerdo de conformidad entre la acusación ejercida por la familia de la víctima, las defensas y la Fiscalía, el asunto ha sido resuelto mediante un acuerdo de conformidad entre las partes.
Fruto de dicho acuerdo de conformidad, ambos acusados han reconocido los hechos y la mujer, Tamara N.B., ha aceptado 18 años de prisión como autora de un delito de asesinato con la agravante de parentesco y alevosía y la atenuantes de confesión; mientras su amante, en dicha relación sentimental «oculta», Clemente M.P., ha asumido 12 años de cárcel por el mismo delito pero con las atenuantes de confesión y drogadicción.
Así ha sido en una breve vista de unos minutos en la Audiencia de Sevilla, justo la mañana en la que estaba previsto el comienzo de este juicio que había despertado notable expectación mediática. En la sala, ambos acusados se han limitado a reconocer los hechos y a aceptar las penas asintiendo ante las mismas.
En materia de indemnizaciones, los ya autores confesos del crimen habrán de pagar 42.000 euros a cada uno de los padres del varón fallecido y esposo de la inculpada y 80.000 euros a las hijas.
Según ha manifestado la abogada de la acusación particular, Helena Martínez, gracias a este acuerdo la familia del fallecido consigue «justicia, tranquilidad y paz» y podrá «descansar», sin la necesidad de revivir el trauma a por la celebración del juicio.
En su escrito inicial de acusación, el Ministerio Público solicitaba para la acusada 25 años de cárcel, mientras para el encausado pedía 20 años de prisión y reclamaba que, en concepto de responsabilidad civil, ambos indemnizasen con un total de 255.130 euros a la familia del fallecido.
Según el relato de la Fiscalía, aceptado por los ya condenados, la acusada estaba casada con la víctima, de 43 años de edad y con quien convivía en una vivienda en el municipio de Dos Hermanas, a pesar de lo cual «desde hacía varios años simultaneaba una relación sentimental, que mantenían oculta, con el también acusado, quien, a su vez, tenía una gran relación de amistad con la víctima desde hacía años, tratándose como hermanos y habiendo llegado, incluso, a vivir unos meses» con el matrimonio en el domicilio de éste.
El grado de intimidad emocional y sentimental que se había creado entre los acusados dio lugar a que «consideraran, por diversas razones, que la existencia» del marido de ella «obstaculizaba su relación amorosa», motivo por el que ambos «comenzaron a idear un plan con el único fin de acabar» con su vida, un plan que «decidieron poner en marcha» el día 5 de noviembre de 2021.
El Ministerio Público precisa que, ese día, los acusados, tras haberse ido la víctima a trabajar, «estuvieron juntos durante gran parte del día», indicando que, tras haber estado trabajando y tomando alguna cerveza con unos amigos, la víctima llegó a su casa, momento en el que su esposa le propuso salir a tomar algo, abandonando los dos el domicilio y dejando allí la acusada su teléfono móvil «apagado, todo ello con la intención de evitar que se la pudiera situar en un lugar determinado».
Así, y siendo las 20,11 horas, ambos se montaron en el coche y se dirigieron hacia un bar donde se encontraban en ese momento varios amigos y donde permanecieron hasta las 23,48 horas, consumiendo el finado durante ese tiempo «abundante alcohol», de forma que, «aprovechando esta ocasión idónea», la acusada, «usando para ello el teléfono que previamente le había quitado a su marido, salió del local y se puso en contacto» con el investigado, «decidiendo ambos que, dado el estado de embriaguez» del fallecido y que el vehículo de éste se encontraba aparcado en un descampado cercano, «era el momento adecuado para llevarlo hasta allí y acabar con su vida».
La Fiscalía indica en su escrito que, seguidamente, la acusada volvió al interior del local y salió con su marido, «que se encontraba gravemente afectado por el consumo de bebidas alcohólicas», llevándolo hacia una parcela anexa al descampado donde habían aparcado el coche, lugar al que el acusado ya se había desplazado en su propio vehículo, «en el que los estaba esperando tras haber dejado también su teléfono móvil en casa apagado para evitar ser localizado».
Según el Ministerio Público, «en ese momento, ambos acusados, valiéndose del hecho de que se trataba de un lugar oscuro, apartado y solitario, y con claro ánimo de acabar con su vida o conociendo y asumiendo que, como consecuencia de su conducta, podrían quitarle la vida, mientras uno de ellos lo sujetaba por los brazos y mantenía un forcejeo con él, el otro le propinaba por detrás dos fuertes golpes en la cabeza con un objeto contuso y de peso importante que le causó, de forma inmediata, la pérdida del conocimiento, impidiéndole además cualquier acto de defensa».
En este sentido, expone en su escrito que, «debido a la confianza entre ellos», el finado «nunca pudo esperar una reacción agresiva por parte de sus atacantes», añadiendo que «la actuación de ambos acusados fue tan contundente y los golpes tan fuertes que la mínima defensa que pudo ejercer» la víctima al comienzo de la agresión «fue insuficiente para repeler mínimamente el ataque», a lo que se suma que «presentaba sus facultades muy afectadas por la ingesta de alcohol, lo que le impedía deambular y moverse adecuadamente, por lo que su capacidad de reacción y defensa se encontraba prácticamente anulada, quedando en una situación de total indefensión que se veía agravada por el hecho de que sus agresores eran superiores en número».
La Fiscalía afirma que, «inmediatamente después, ambos acusados se montaron» en el coche del fallecido y abandonaron el lugar, tras lo que, una vez llegó a su vivienda y «con ánimo de eliminar cualquier sospecha sobre ella», la acusada encendió su teléfono móvil y le envió un mensaje a su marido a las 00,11 horas pidiéndole que no volviera tarde a casa.
El fallecido fue hallado la mañana del día 6 de noviembre de 2021 en el descampado sito en la carretera A 8032 de Dos Hermanas- Bellavista, «presentando una herida en la cabeza de grandes dimensiones, con bastante sangre, y con el rostro desfigurado por los golpes, si bien aún con vida», siendo trasladado a un centro hospitalario, pero «como consecuencia de la agresión sufrió un traumatismo craneoencefálico severo que le provocó una lesión irreversible en los centros nerviosos vitales y que le condujo irremediablemente a la muerte», lo que se produjo el día 11 de noviembre.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete