Crimen machista de Rocío Caíz en Estepa: el acusado es culpable de asesinato y violación y se enfrenta a prisión permanente

De esta manera el tribunal popular estima las tesis de las acusaciones particulares, ejercidas por las letradas María José Atoche y Amalia Calderón, en nombre de los padres de Rocío y de su bebé, respectivamente. Estás acusaciones solicitan para el acusado una pena de prisión permanente revisable.

En cambio, la Fiscalía, a tenor del veredicto del jurado, ha tenido que cambiar su petición de condena para Adrian, pues defendía que los hechos eran constitutivos de un homicidio porque Rocío tuvo posibilidades de defensa. Además, no apreciaba la agresión sexual. Esta postura del Ministerio Pública nunca fue entendida por la familia de la víctima.

Cuando ha escuchado las conclusiones del tribunal popular la representante del Ministerio Fiscal ha tenido que anunciar la modificación de su calificación, adhiriéndose a las planteadas por las acusaciones. La defensa, ejercida por Manuel Manzaneque tras coger el caso una semana antes del juicio, ha anunciado recurso y ha pedido la pena mínima contemplada para estos delitos, a los que se suma el de suplantación de identidad, porque el acusado, tras matar a Rocío, le envió varios mensajes a su madre y su hermana, haciéndose pasar por ella, para decirle que se iba con un nuevo novio a Badajoz para distraer las miradas sobre él mismo.

Según el jurado, Adrian la estranguló con un cordón por detrás, asegurándose el resultado de muerte en su acción, sin dejar posibilidad de defensa a Rocío, que se vio sorprendida por el ataque. Consideran los miembros del tribunal popular que Adrian mantuvo relaciones sexuales con Rocío contra su voluntad y usando la violencia. En este sentido, han llegado a la conclusión que la mató porque no aceptó la ruptura de la relación y por el mero hecho de ser mujer.

Cuando ha terminado la lectura del veredicto, las dos abogadas de la familia se han abrazado con la madre de Rocío Caíz, entre lágrimas. De forma silenciosa ha escuchado la decisión del tribunal popular sobre el asesino de su hija.

Los hechos probados, según el jurado, reflejan Adrian abordó a Rocío Caíz para mantener relaciones sexuales la tarde del 2 de junio y lo hizo contra la voluntad de la chica. El tribunal popular ha considerado probado este hecho porque los forenses que practicaron la autopsia al cuerpo desmembrado de la joven afirmaron en el juicio presentaba lesiones en los muslos y el antebrazo que podían ser compatibles con un abordaje sexual. Sin que sea necesario un desgarro vaginal para admitir una agresión sexual.

El acusado pagó a la familia de Rocío Caíz tres mil euros antes del inicio del juicio, lo que el jurado no considera suficiente para apreciarlo como una agravante, teniendo en cuenta que se le solicitan una indemnización global muy superior, más de 800.000 euros. Sí han apreciado que su confesión a los agentes fue esclarecedora para localizar los restos del cuerpo, aun cuando no concretaba cómo había dado muerte a Rocío.

El jurado no ha considerado probado que la relación entre la víctima y su asesino estuviera marcado por los malos tratos físicos y psicológicos, también una agresión que le lesionara la nariz. Tampoco ha llegado a considerar probado que rompiera el móvil de la víctima y lo tirara a la basura, pese a que la Guardia Civil aseguró en el juicio que se lo admitió el propio Adrian.

Igualmente se descarta que Adrian actuara por ofuscación al conocer que Rocío no quería volver con él y por eso la mató; así como la matara para impedir que ella lo denunciara por violación.