Francisco Antonio Huertas, el exmarido de la vecina de Pilas acusada de matar y congelar a dos de sus hijos recién nacidos, declaró ayer en el juicio en la Audiencia Provincial que halló el primer bebé cuando limpiaba el frigorífico en noviembre de 2012 «Abrí ... la bolsa pensando que era carne de venao», aseguró este pileño, que dijo quedarse «congelado» con el descubrimiento.
El segundo bebé lo encontró veinte días después –con su mujer ya en la cárcel– cuando le dio por limpiar un arcón y debajo de comida congelada encontró una bolsa con otro bebé. «Es verdad que yo bromeé alguna vez con dejarla si se quedaba embarazada pero era una broma», insistió el exesposo.
Aunque el abogado de la procesada aseguró que Sara padece trastorno disociativo y personalidad múltiple, Francisco Antonio, de 38 años, repitió que su mujer «era una mujer inteligente y estudiada».
Asimismo, reconoció que tenían peleas como cualquier matrimonio y que en una discusión dio un puñetazo a la puerta y la rompió. Además, negó tener problemas de alcoholismo como asegura la acusada. «Bebo lo normal. Una cervecita a mediodía, otra por la noche...». No obstante, admitió que tuvo que permitir que sus hijos fueran a ver a su madre a la cárcel con frecuencia porque el juez le advirtió que de lo contrario podría perder su custodia.
El padre de los bebés congelados en Pilas: «Mi exmujer es muy inteligente»
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