FRANCISCO TATO, DECANO ECONOMISTAS SEVILLA
«Cuando acabe la moratoria concursal en marzo, las empresas zombis atascarán los juzgados»
Francisco Tato, decano del Colegio de Economistas de Sevilla, dice que «las empresas han pasado de tener un problema de liquidez a uno de solvencia»
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLos juzgados mercantiles viven ahora una relativa calma tras el colapso que sufrieron en la crisis del 2008 a 2015. En el aire se respira una cierta intranquilidad porque se barrunta la llegada masiva de concursos de acreedores de empresas. Francisco Tato (Sevilla, 1966), ... decano del Colegio de Economistas de Sevilla, considera que la moratoria concursal aprobada por el Gobierno central fue un error y provocará un tsunami concursal cuando finalice en marzo. A su juicio, una equivocación mayor sería prorrogar esa moratoria, como ya se especula. En colaboración con la Universidad Loyola Andalucía, este experto en concursos de acreedores emite un barómetro trimestral sobre la evolución de España, Andalucía y Sevilla.
¿Es optimista sobre la recuperación económica en 2021?
Soy optimista y no me cabe la menor duda de que vamos a salir de esta pero la situación no aventura a pensar que sea en 2021. Es más que previsible que este año será un año de recuperación económica porque venimos de niveles muy bajos. Lo que está claro es que en 2021 no vamos a alcanzar los niveles pre-Covid bajo ningún concepto. Eso ocurrirá a finales de 2022 y 2023, aunque todo dependerá de la vacunación y las incertidumbres que genera este virus y sus mutaciones.
Unos analistas hablan de que este año España crecerá un 5%, otros dicen un 7%.
El escenario que tenemos en la actualidad es de tremenda incertidumbre, lo que hace que cualquier previsión sea factible. En este tipo de escenario me inclino hacia una previsión pesimista de la economía. Sin ir más lejos, los Presupuestos Generales del Estado para 2021 están basados en una previsión muy optimista de crecimiento, ya que los gastos se han adaptado a esa previsión optimista. Es decir, si no cumplimos los ingresos, vamos a incrementar nuestro déficit y la deuda pública, empeorando nuestra situación. Debemos ser cautos y situarnos en el percentil bajo de las posibilidades de crecimiento de la economía para 2021. Yo me situaría más en el 5% que en el 7 o 9% que pronostican algunos.
La Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) ha lanzado un SOS porque las empresas necesitan liquidez inmediata para evitar su desaparición.
No estoy muy de acuerdo con eso. Al principio de la pandemia teníamos un problema de liquidez porque se había parado la actividad. La duración de esta pandemia ha hecho que pasemos de un problema de liquidez a un problema de solvencia, que es muy distinto. Las empresas se enfrenta a una caída de ventas y como consecuencia de ello ha bajado la rentabilidad, ha aumentado el endeudamiento por la falta de liquidez, las plantillas están en ERTE, hay restricciones de actividad y se están vaciando las reservas que tenían. El riesgo de las empresas ahora es que ese problema de liquidez se convierta en un problema de solvencia, es decir, de supervivencia, porque no puedan devolver las ayudas. Siempre se mezcla lo que es refinanciación y lo que es reestructuración. Refinanciación es cuando hay problemas de liquidez aunque la empresa sea solvente. Sin embargo, en la reestructuración hay un problema económico de fondo que obliga a la empresa a refinanciar la deuda y cambiar su cuenta de resultados para ser viable.
En caso de falta de liquidez inmediata, ¿son mejores las ayudas directas no reembolsables o rebajas fiscales?
Tanto una como otra porque las ayudas directas tardan en la concesión, pero también las rebajas fiscales. Si van a bonificar un 20% el Impuesto sobre Sociedades que van a presentar en julio del año que viene, a lo mejor las empresas no llegan a esa fecha. El IBI también se paga en junio y entonces nos podemos preguntar: ¿llegarán a junio las empresas que necesitan esa liquidez? Muchas compañías prefieren que les inyecten liquidez para poder pagar las nóminas mañana. Está claro que no es lo mismo un Nolotil en vena que un Nolotil en pastilla. De todos modos, hay que tener en cuenta que la Administración que da ayudas directas a las empresas se está endeudando y es bueno que lo haga en estos momentos para ayudar a la sociedad, pero es que en 2019 nuestra deuda pública era del 95,5% y ahora estamos en el 120%. El hecho de tener un endeudamiento tan alto hace que nuestras posibilidades de ayudar al sistema producto queden más limitadas. ¡Y gracias a Dios que tenemos Europa!
Gerardo Cuervas, que es presidente de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), pide la condonación de créditos del ICO, además de las vacaciones fiscales.
Cuando nos vemos inmersos en un problema de solvencia, significa que no podemos devolver las ayudas recibidas y la reestructuración de la empresa tiene que pasar por una quita. En este caso, vendría por la condonación o quita de los ICO pero eso lo soporta al final el Estado.
Nadia Calviño, ministra de Economía, está estudiando soluciones para evitar una cascada de insolvencias y una de las soluciones que propone es convertir la deuda en préstamos participativos.
Podría ser porque al final sería renegociar la deuda por la vía del préstamo participativo y eso haría que la devolución de esa deuda esté sujeta a la actividad que desarrolla la empresa o la generación de caja. Es decir, que si una empresa tiene un préstamo que vence el año que viene, al convertirlo en participativo en base a las condiciones que se negocien, podría devolverlo en función de la generación de recursos que genere. La cuestión es no se pude obligar a alguien a convertir una deuda en préstamo participativo, pero sí incentivar a hacerlo.
Los ERTE se han prolongado hasta el 31 de marzo. ¿No hubiera sido mejor hacerlo hasta diciembre, como han hecho en Alemania?
Partimos de que la deuda de Alemania antes del Covid estaba en torno al 59,6% del PIB, mientras que la de España era el 95,5%. Alemania hizo previamente sus deberes y se puede permitir mayores alegrías que nosotros. ¿Qué puede hacer el Gobierno español? Aprobar las ayudas estrictamente necesarias y ahora tenemos 750.000 trabajadores en ERTE. Están prorrogando los ERTE poco a poco y a lo mejor llegamos de esa manera al 31 de diciembre. Al final habríamos hecho lo mismo que Alemania, pero el país germano habría tenido mayor seguridad jurídica porque el empresario alemán está pensando en el 31 de diciembre y el español en el 31 de marzo. Eso explica también que el Estado alemán haya dado a la hostelería ayudas equivalentes al 70% de los ingresos que tenían antes del Covid.
Usted es especialista en concursos de acreedores. ¿La moratoria concursal ha sido un error?
A mi juicio, sí. Si pensábamos que la Ley Concursal era una buena herramienta para reestructuración de empresas, ¿por qué no la hemos usamos? La realidad es que que con la Ley Concursal, el 95,5% de las empresas que acuden a los concursos de acreedores acaban en liquidación, por lo que estamos ante un sistema judicial fallido. Si la herramienta que tengo para reestructurar empresas no vale, lo que no puedo es obligar a las empresas a que vayan a esa herramienta porque está más que demostrado que no funciona.
¿El texto refundido de la Ley Concursal no ha mejorado las cosas?
No mejora nada. Al final lo que hace es refundir en un único marco normativo todas las disposiciones que afectaban a la Ley Concursal. Cambiarán las cosas cuando España implante la Directiva europea de insolvencias antes del 17 de julio. Esa Directiva introduce un mecanismo de alerta temprana para detección de empresas que tienen problemas y que hacen necesaria la intervención de gestores de insolvencias, que tutelarán a la sociedad durante un período para llegar a una refinanciación o reestructuración. Eso sí podrá cambiar las cosas a mejor porque agilizará los procesos de las empresas viables y liquidará lo más rápidamente posible las que no lo son.
¿La moratoria concursal ha creado una legión de empresas zombi en Andalucía?
Las previsiones apuntan a eso. De hecho, los concursos de acreedores que se declararon en 2020 fueron menos que los de 2019, lo que no tiene sentido en plena crisis económica y sanitaria, lo que nos hace pensar que hay muchas empresas zombi. Estás no son viables y están operando como otra empresa normal en el tráfico económico. Les hemos dado más tiempo y siguen actuando. Cuando acabe la moratoria concursal el 14 de marzo habrá un incremento importante de los concursos de acreedores. Los economistas estimamos que en 2021 se incrementarán un 40% respecto a 2020. Lo que nos hace pensar que ya se está acercando el tsunami concursal es que de los 3.400 concursos que se declararon en 2020 en España, en el último trimestre se presentaron el 30%. La gran mayoría de las empresas llegarán como cadáveres, aunque ahora están haciendo gastar recursos a la Administración. Ya se habla de prorrogar de nuevo la moratoria concursal, lo que sería un error enorme.
¿La moratoria concursal ha supuesto también una indefensión para los acreedores de empresas zombi?
En cierta medida sí porque si yo estoy trabajando con una empresa zombi que está operando normalmente, estoy perdiendo la posibilidad de solicitar el concurso necesario y que me llegase a pagar. Teníamos que haber hecho desaparecer las empresas zombis desde el minuto uno.
¿Habrá juzgados mercantiles suficiente para atender la avalancha de concursos cuando acabe la moratoria?
Me temo que si la avalancha es la prevista, volveremos a atascar los juzgados de lo Mercantil, que ya de por sí tienen una carga de trabajo bastante importante y no acaban de salir aún del colapso de la última crisis. El atasco de esos juzgados irá en detrimento de aquellas empresas viables que lleguen al concurso. Hay algo bueno en todo esto, el pre pack concursal para extrapolar a nuestra normativa lo que establece la Directiva europea de insolvencias, lo que permitirá reducirá los plazos del concurso, disminuirá los costes del mismo y facilitará la continuidad de las unidades productivas.
Australia ha logrado frenar al virus con confinamiento drásticos. Si no se logra contener la epidemia, ¿es partidario de otro confinamiento doméstico o la economía no lo soportaría?
Las consecuencias de un confinamiento drástico ya las conocemos. En el primer trimestre de 2020 el PIB en España bajó un 5,3% y en el segundo un 17,9%. Por consiguiente un nuevo confinamiento supondría de nuevo esas caídas del PIB nunca antes conocidas en tiempos de paz y, desde luego,, serían un rejón de muerte a nuestra economía, de la que le costaría mucho recuperarse. A mi juicio no debemos parar la economía de nuevo y debemos convivir con el virus, de tal forma que, sin poner en riesgo extremo la vida de las personas, continuemos manteniendo viva la economía de forma análoga a como se ha hecho en el cuatro trimestre de 2020 en que hemos crecido un 0,4%, que si bien no es nada del otro mundo, sí supone mantener las constantes vitales de nuestra economía.
¿Los fondos europeos Next Generation ayudarán realmente a la recuperación de la economía andaluza?
Esos fondos debieran servir para acometer una transformación profunda de nuestro modelo productivo y para ello hay que determinar muy bien cuáles son los proyectos que se solicitan y el reparto que se ha de efectuar de los mismos a nivel nacional. En cuanto a los proyectos, está muy acotado el destino de los mismos: digitalización y economía verde básicamente. No obstante, la disputa viene en cuanto al reparto interterritorial. Son muchos los criterios de reparto que se están poniendo en lo alto de la mesa, y en ningún caso debiera hacerse el reparto en base a criterios políticos, ya que se volverían a cometer los errores de regímenes anteriores. En este sentido, dichos fondos debieran servir igualmente para reducir los desequilibrios interterritoriales y recuperar la España vaciada y, en ese sentido, no debemos olvidar y reivindicar que el PIB per capita andaluz es históricamente un 75% de la media nacional, luego debieran aprovecharse esos fondos para reducir esa brecha. Para ayudar y poner en lo valor estas reivindicaciones, el pasado noviembre dirigimos al alcalde de Sevilla una carta para formar parte como Institución de la plataforma creada por el Ayuntamiento para gestionar el tema, con la intención de aportar nuestros conocimientos como colectivo, sin que de momento hayamos recibido respuesta a la misma.
Acaban de salir los datos de caída del PIB en Andalucía: un 10,3% en 2020, frente al 11% de España. Es la mayor caída en 40 años pero caemos menos que el resto de España.
Caemos menos que el resto de España por algo que no es para sacar pecho: el elevado peso del sector público en nuestra economía, que no se ha visto afectado por la crisis sanitaria y económica. Hay que tener en cuenta que el sector público supone el del 17% del PIB andaluz y en España es del 10%.
En ERTE sigue más de 730.000 españolas, de los cuales casi 100.000 son andaluces. Los últimos datos del paro son los peores de hace siete años. Se barrunta una catástrofe cuando los ERTE finalicen.
Evidentemente. Hay un dato que me asusta y es el paro juvenil. En España está en el 40%, pero en Andalucía es del 52%. Normalmente caídas del PIB importantes llevan a acarreadas caídas del empleo superiores a la del PIB. Aquí ha caído menos, pero por la trampa de los ERTE.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete