Dulce Muñoz del Rey: «Los nuevos contratos han sido una inyección de optimismo para Airbus Sevilla»

¿En qué consiste su función actual en Airbus?

Soy responsable del programa de Retrofit del A400M y del área de MRO (Mantenimiento, Reparación y Operaciones) en el Grupo, que no solo se desarrollan en la planta de Airbus San Pablo de Sevilla. También tenemos centros productivos en Getafe, Kayseri en Turquía y Manching en Alemania. Desde estas cuatro ubicaciones se desarrolla el programa Retrofit para aumentar las capacidades de una flota de más de cien A400M de seis naciones diferentes. A los aviones que ya están vendidos y entregados les estamos subiendo sus capacidades, para que puedan, por ejemplo, repostar en vuelo, lanzar cargas y paracaidistas o transportar helicópteros y otros vehículos.

¿Cuántas personas tiene a su cargo?

Mi equipo directo son unas treinta personas como oficina de programas, pero en estas actividades trabajan miles de personas en funciones de producción, soporte de compra o de ingeniería de los cuatro países.

Su trabajo en la multinacional la ha convertido en políglota ¿Es así?

Aprendí francés en la Universidad y después pude practicarlo cuando estuve trabajando y viviendo en Toulouse.En Alemania necesitaba hablar alemán, el inglés es el idioma del grupo y el sueco lo aprendí por mi casa ya que trabajando en Airbus conocí a mi marido, que es sueco.

El avión a A400M ha pasado por muchas fases. Ahora vive un buen momento tras lograr el primer contrato de venta después de dieciséis años. Usted ha vivido en primera línea los principales hitos de este avión ¿Cuáles destacaría?

Viví el primer vuelo del A400M en el año 2009, las entregas de los aparatos de desarrollo que utilizamos para certificar todas las capacidades, y las entregas de los primeros aparatos a los clientes finales. Y ahora, el primer contrato de exportación con la venta de dos unidades a Kazajistán.

Este contrato ha sido el colofón de un periodo de realce para el avión de transporte militar. ¿Ha tenido que llegar una pandemia y una crisis como la de Afganistán para que el A400M empiece a brillar?

Con la pandemia todas las naciones usaron el A400M para repatriar a muchas personas que se habían quedado atrapadas en distintos países por el confinamiento. Desde principios de 2020 se usó intensivamente el avión para transportar a esas personas y recientemente lo hemos visto actuar de una manera impresionante en Kabul. Francia, Alemania, España y muchas otras naciones han utilizado sus A400M, ya dotados con todas las nuevas capacidades, en centenares de vuelos para repatriar tropas y personal civil que necesitaban ser rescatados de Afganistán. Y se ha demostrado que esos vuelos han salvado la vida de miles de personas. En este año y medio el avión ha encontrado su sitio, el sitio que merece.

Parece que el A400 ha podido demostrar para qué sirve. ¿Este papel protagonista se está notando aquí en la planta de montaje de Sevilla? ¿Ha servido para infundir optimismo?

Creo que el contrato de Kazajistán para el A400M, por un lado, combinado con el contrato de India del C295 han sido un mensaje súper positivo para la planta de San Pablo, porque son dos productos que se ensamblan en estas instalaciones. Con lo cual, es un enchufe de energía y de optimismo hacia el futuro que dos de los aviones que ensamblamos aquí hayan tenido un contrato tan importante de venta este año.

¿Estos nuevos contratos aseguran un mayor futuro a la factoría de Sevilla?

El nuevo contrato del C295 con India da trabajo para cuatro años. Es un contrato de venta de 56 unidades del avión para la fuerza aérea de este país valorado en 255 millones de euros. Los 16 primeros aviones serán montados en Sevilla, Y luego son dos unidades más del A400M con el contrato de Kazajistán. Y pensamos que la relevancia internacional que han tenido las misiones del avión en Afganistán junto al contrato de exportación pueden tener un efecto en el mercado y animar a nuevos pedidos.

¿Ha cambiado la percepción sobre la importancia de la Defensa a raíz de estos conflictos?

Creo que es importante generar ese concepto de la Defensa. Invertimos dinero de nuestros impuestos, pero después hay una pandemia y mi Gobierno es capaz de repatriarme; hay una catástrofe natural y mi país es capaz de hacerle frente; hay un conflicto mayor y mi país es capaz de tener socios fuertes para hacer un política y una estrategia comunes. Todos nuestros aviones, tanto los A400M como los C295, tienen capacidad de evacuación médica.Este es un rasgo que no es muy conocido. Y cuando había desabastecimiento, al comienzo de la pandemia, el A400M sirvió para traer millones de mascarillas desde China.

Se ha abierto el debate sobre la soberanía de Defensa europea.

Ha cambiado la percepción del europeo sobre para qué sirve la Defensa tras lo ocurrido en Afganistán. Porque es necesario que los gobiernos doten a esta industria. Yo lo he vivido desde pequeña. Mi padre era coronel, farmacéutico militar. La defensa es vital porque hay muchas cosas que las damos por sentadas: la estabilidad de las democracias, la libertad, que no tengamos ataques de otros países, que no haya otras naciones disputando nuestros recursos … Hay ciertas cosas que las damos por sentadas y no nos damos cuenta de que la Defensa realmente es lo que nos protege y conecta a los ciudadanos. También es un vehículo de cooperación. La OTAN, al final, es una estructura permanente de cooperación entre países socios para protegerse mutuamente.

¿Cómo valora el Premio a la trayectoria profesional que le han concedido sus colegas, los ingenieros de Telecomunicaciones.

Es un orgullo porque es un premio del Colegio profesional y de la Asociación de Ingeniería de Telecomunicación que reconoce la trayectoria profesional. Al final, es un premio que reconoce el mérito y la excelencia. Particularmente, me gusta por un lado que pongamos en valor el papel del ingeniero de Telecomunicación, que puede ocupar puestos de alta dirección en empresas de un amplio abanico de sectores, en mi caso el aeronáutico. Y, por otro lado, también me gusta que ponga en valor que en Andalucía tenemos ingenieros en puestos de alta dirección con influencia internacional en empresas como Airbus que es un líder mundial.