Instituto Español: 120 años perfumando los hogares con un 95% de mujeres en plantilla

Esta compañía capitaneada por tres hermanos ha cerrado 2022 con una facturación récord de 55 millones de euros. De sus 250 empleados, el 95% son mujeres que residen en el municipio en el que se encuentra la factoría. «Para nosotros es muy importante la conciliación familiar y que la mujer pueda trabajar, el horario es durante todo el año de 7,00 a 15,00», explica a ABC Patricia Granados, la responsable de la relación con el cliente.

¿El motivo? «Así lo decidió mi abuelo en los 80, él quería crear posibilidades para que las mujeres dieran un paso adelante y se insertaran laboralmente», asegura el CEO, Vicente Granados, a la vez que explica que los hombres en esta zona suelen estar empleados en el campo. Se trata de la tercera generación de la familia sevillana Granados Royo en el negocio, después de que la compraran al Patrimonio General del Estado en 1983 tras la expropiación a Rumasa.

Las ventas del grupo se concentran en la gran distribución, perfumerías y mayoristas. El canal online propio les reporta unas ventas muy residuales, aunque sí que ha conseguido que algunos de sus mejores clientes sea Amazon, Primor y Perfume Club. El 30% de su facturación procede del extranjero, donde destacan países como Estados Unidos, El Salvador, Hondura o China.

Su éxito en el exterior se da, fundamentalmente, fuera de Europa, ya que en el Viejo Continente «los mercados son más marcarios y maduros». Su formato familiar a bajo precio no favorece la expansión en determinados destinos como Alemania o Francia, donde cada miembro de la familia suele emplear un producto de higiene personal diferente.

Durante la próxima vuelta al calendario, la compañía estará conmemorando su 120 aniversario y, para ello, realizará una inversión de dos millones de euros para ampliar su fábrica en Hinojos en 7.000 metros cuadrados.

«Crearemos 50 empleos, ampliaremos el almacén y creceremos en maquinaria», asegura el gerente durante la entrevista, que tiene lugar en una sala adornada con decenas de sus colonias, cremas y geles.

La firma entró con optimismo a 2023 tras un año con los costes de producción «con dientes de sierra» y «subiendo sin tope». «Era difícil conseguir materias y los precios del transporte estaban desorbitados», añade.

De los insumos empleados, el que más se encareció fue la urea con incrementos de «mil por mil», explica Granados, quien antes de empezar la entrevista se ha extendido una pequeña dosis de crema en su entrecejo. Ahora los precios se están contenido e incluso bajando en materiales como el plástico o en servicios como el transporte.

Más allá del cuidado corporal, la familia se adentró hace unos años en el sector del vino. Apenas un mes antes de la pandemia del Covid-19, adquirió la bodega Colonias de Galeón de Cazalla de la Sierra (Sevilla). Lo hicieron con motivo de la jubilación del entonces gerente.

«Alguien con una actividad empresarial tan importante no podía desaparecer y como somos aficionados al vino, pensamos en plantar unas viñas», explica su hijo y actual CEO. Finalmente, adquirieron esta bodega sevillana y, en la actualidad, cuentan con doce hectáreas de viñas propias y una producción de 32.000 botellas anuales destinadas a restauración.

Defensores de la diversificación del negocio, «como intentan hacer siempre las empresas familiares», cuentan con Lukanda, una línea dedicada al turismo con apartamentos y un hotel. Entre todas las ramas, el grupo facturó en el último año de 62 millones.