Pedro Serna: «Sólo puedo pintar paisaje al natural»

«Sí, yo pinto siempre al natural, porque aunque se haga una foto del paisaje, hay cosas que no se captan, al menos yo no puedo. Necesito ver cómo cambia la luz, cómo es el color real del entorno y hasta necesito el olor del campo o del mar. Lo que pasa en el paisaje es muy difícil que lo guarde una foto», afirma.

En su afán por buscar la inspiración ha pintado en Francia, Italia y en Sevilla, «también en Sanlúcar de Barrameda, donde los colores son increíbles».

Pero arriesgarse con esta forma de pintar tiene su parte «peligrosa», «hay que pintar rápido porque la luz cambia en seguida, los paisajes nunca están quietos y a veces sólo tengo diez minutos para poder plasmar en un lienzo lo que que quiero hacer. Sí, soy un pintor que pinta deprisa, aunque luego hago algunos retoques en el estudio».

Pero su carrera de pintor casi queda truncada por sus habilidades como futbolista. «De pequeño jugaba al fútbol muy bien en el equipo de Murcia, incluso vino un ojeador para llevarme a Sevilla. Llegué a hablar con el Real Madrid. Terminé jugando en Segunda División, pero tuve una lesión en Granada que decidió mi vida definitivamente por la pintura, y nunca me ha arrepentido».

Su estancia en Granada le llevó a amar esa ciudad, «siempre, todos los años vuelvo a ella, ahora a pintar».

Sus cuadros tienen una quietud que revela la inspiración del artista quien oculta también otra pasión: el flamenco. «Hace ya años ví un espectáculo donde actuaban Camarón y Manuela Carrasco. Quedé fascinado, es un arte increíble».

Ha participado en la Feria de Arte Contemporáneo, Arco 86, y su obra estuvo expuesta en el pabellón de Murcia de la Expo 92 de Sevilla. A finales de los 90 colaboró con sus obras en la película «Pajarico» de Carlos Saura.