El cine andaluz se juega su futuro como industria en la crisis del coronavirus

La sensación se confirmó con la llamada Generación Cinexín , con realizadores como Alberto Roríguez y Santi Amodeo . A partir de ahí, fueron creciendo productoras, como La Zanfoña, de Gervasio Iglesias , o La Claqueta, con Olmo Figueredo y Manuel H. Martín , y, sobre todo, un tejido industrial de técnicos —directores de fotografía, diseñadores de producción, iluminadores...— que han posibilitado el despegue del cine hecho por andaluces —de Alberto Sánchez a Paco Cabeza s— o hecho en Andalucía, con series internacionales como «Juego de tronos» y «The Crown» .

Estos simples apuntes tratan de resumir con trazo grueso dos décadas de crecimiento sostenido, que conoció en 2018, según datos de la Andalucía Film Comission , tres picos de pleno empleo en un sector que cuenta con más de 23.500 trabajadores y que generó 130 millones de euros a la economía regional. Ese año se concretaron 1.447 rodajes de largos, documentales, publicidad y series del éxito de «La Peste» .

«El otro día hablaba con Benito Zambrano que antes de ‘Solas’ el acento andaluz estaba prohibido en el cine y hasta eso hemos contribuido a cambiarlo. Hace veinticinco años había tres productores y no había nada más. Poco a poco y a base de muchísimo trabajo hemos ido creciendo y logrado que el público esté con los proyectos que hacemos», explica el director sevillano Alberto Rodríguez, uno de los portavoces de la Plataforma del Audiovisual Andaluz (PAA) , que aglutina a los principales representantes del sector.

La irrupción de la pandemia del coronavirus , sin embargo, ha frenado este ritmo de producción, paralizando todos los rodajes previstos para este año en Andalucía y sumiendo al cine andaluz en la mayor crisis de las últimas décadas.

«Nosotros trabajamos por proyectos y de forma intermitente, por lo que si no se articulan desde las administraciones medidas urgentes de pura supervivencia, esto puede terminar en una diáspora de un sector que ha tardado treinta años en construirse», añade.

Tras decretarse el estado de alarma el 14 de marzo, se paralizaron 119 rodajes, que serán muchos más porque no podrán iniciarse los previstos en los próximos meses. Manuel Martín Cuenca tuvo que interrumpir el de «La hija», mientras que Benito Zambrano y Alberto Rodríguez han tenido que paralizar sus próximos proyectos. Tampoco pudo arrancar en abril el rodaje de «Sevillanas en Brooklyn», de Vicente Villanueva .

«Volver a rodar ficción antes de final de año va a ser imposible», señala el productor Gervasio Iglesias, pese a que a partir del 11 de mayo pueden retomarse los rodajes en las provincias que estén en la fase 1 de desescalada .

Para ello, hace falta un protocolo sanitario , que tendrá como efecto colateral encarecer los rodajes. «El sector quiere volver al trabajo cuanto antes con los protocolos sanitarios que hagan falta. Pero para ello, es necesario un protocolo del Gobierno», explica la presidenta de Asecan, Lourdes Palacios .

«Lo que pasa es que somos conscientes que esos protocolos para los rodajes van a i ncrementar en un 35% los costes de producción », añade la directora de la Andalucía Film Commission, Piluca Querol , algo que puede hacer inviable ficciones de bajo presupuesto.

Otro aspecto que complica mucho los rodajes son los seguros , que no cubren la eventualidad del coronavirus, y la propia lógica que implica un rodaje de una película de ficción. «Hacer una película con doscientas personas en una localización natural es imposible físicamente, es imposible mantener una distancia de seguridad », explica Gervasio Iglesias.

Así las cosas, salvo la animación , que no ha parado, lo único que puede hacer el sector de la ficción, por ahora, es dedicarse a la escritura. «Se podrá retornar el rodaje de la publicidad y de documentales, pero la ficción actualmente es imposible», señala el productor de La Zanfoña.

«Necesitamos una desescalada para el cine clara y en coordinación con el resto de films commissions españolas.Ir retomando primero los rodajes de proximidad , después los nacionales y finalmente los internacionales», añade Piluca Querol.

Como fortalezas, el sector está unido en Andalucía en la PAA en torno a una agenda común que abordar con las administraciones y cuenta con un tejido industrial que estaba «en un momento álgido y cada año más fuerte», apunta Lourdes Palacios.

«Andalucía y la Consejería de Cultura deberían hacer una apuesta importante por las industrias culturales , todos los países que han superado situaciones difíciles, han apostado por este sector con buenos resultados, añade Piluca Querol.

Alberto Rodríguez quiere ser optimista : «El cine es el resultado de un grupo que está continuamente unido en el contacto físico.No sé cómo lo vamos a hacer y va a ser difícil hasta el año que viene, pero sé que lo haremos ».