Noches en los Jardines del Real Alcázar cuenta ya con 23.000 asistentes

Hoy lunes 29 de agosto actuará Q & The Moonstones, grupo liderado por el guitarrista onubense Quique Bonal. El resto de la banda la integran la cantante sevillana Vicky Luna, a la que se une una potente sección rítmica formada por Rafael Rabal y Nani Conde, que imprimen a la banda una fuerza y swing arrebatadores. El grupo aborda los estilos más influyentes de la música popular afroamericana en los que alternan el blues, el swing, el rhythm & blues, el rock & roll y el soul. Durante 60 minutos, interpretarán piezas que cautivarán al espectador por su dinámica, emotividad y energía, que nos llevarán 'Del Blues al Funk'.

El martes 30 de agosto vuelve el flamenco con la flautista canadiense Lara Wong Trío, que es la ganadora del Filón Minero a mejor instrumentista del prestigioso Festival Internacional de Cante de las Minas en 2021, siendo la primera mujer y extranjera en alzarse con este máximo galardón. Es introductora del bansuri (flauta tradicional india) en el lenguaje más profundo del flamenco, siendo capaz de emocionar tanto al público entendido como al profano, con un sonido dulce lleno de sensibilidad y del quejío más roto que llega al alma. Nos presentará 'Rosa de los vientos' que nos invita a una travesía desde las raíces del flamenco tradicional hasta sus formas más contemporáneas en un mestizaje basado en el flamenco, el jazz y la música india.

El miércoles 31 de agosto actuarán Carmen Muyor y Quique Peña, dos músicos enamorados de la música tradicional y el folklore de los pueblos, que se unieron en el año 2016 con el fin de ofrecer a quienes les acompañan, un viaje de «ida y vuelta» entre las orillas de América Latina y España. Nos ofrecerán el programa 'Amarraditos: canción de ida y vuelta', donde ponen de manifiesto la bonita mixtura que existe y crear puentes musicales que nos unan. El repertorio está formado por piezas con historia del cancionero popular de Hispanoamérica, rescatando el tema de autores de España, Perú, Argentina o México.

El jueves 1 de septiembre actuará el grupo de música celta Stolen Notes para presentarnos 'Quince años tras la senda de la tradición irlandesa', un programa que muestra un recorrido por sones y melodías que tienen el Océano Atlántico como nexo de unión y de inspiración; un repertorio siempre basado en la tradición musical de los países celtas, que ha inspirado multitud de historias, leyendas y hermanamiento cultural de estas tierras.

El viernes 2 de septiembre actuará La Banda Morisca, un lugar de encuentro entre el flamenco, las músicas mediterráneas, el rock andaluz y los ritmos del norte de África. De New York a Samarkanda, de París al desierto de Merzouga, de La Habana a Cesky Krumlov... muchos escenarios son los que han podido conquistar y encandilar durante sus diez años de trayectoria, convirtiéndose en uno de los grupos en nuestro país con más proyección en el terreno de las músicas del mundo. Nos presentarán 'Alboreá de las calabazas', donde revisitan canciones tradicionales y de factura propia, que describen la formación como un foco de creación y reinterpretación de la lírica y la música andaluza. Su propuesta argumenta la fusión y el mestizaje de todas las corrientes y sentires de las influencias y desarrollos que han ocurrido en el seno de Andalucía, y da luz a los orígenes y devenires de las evoluciones desde la aparición de las primeras moaxajas hasta nuestros días.

El sábado 3 de septiembre actuará la joven y excelente pianista Laura Mota. Becada por la Academia Internacional de Música de Liechtenstein, ha obtenido varios primeros premios en prestigiosos certámenes. A los once años, debutó con la Orquesta Filarmonía de Oviedo en el Auditorio de Oviedo. Ha dado recitales en España y en el extranjero. Nos presentará 'Metamorfosis', un programa donde tendremos una cita con dos compositores coetáneos entre sí, que vivieron durante los años postreros de la Rusia decimonónica y los turbulentos inicios del siglo XX: Alexander Scriabin y Sergei Rachmaninov; desde un post-romanticismo ruso un tanto conservador, lírico, apasionado y lleno de tradición como el de Rachmaninov, hasta el mundo de imágenes, colores y efectos impresionistas propios de la música de Scriabin, quien hunde sus raíces en Chopin, Liszt y Wagner.