Eva Yerbabuena: «A veces siento que el flamenco está en paliativos»
La bailaora acaba de recibir el 'Olivier', en la categoría de Danza, el premio de Artes Escénicas más prestigioso del Reino Unido
Sara Baras, Farruquito, Manuel Liñán, Argentina y La Plazuela celebrarán los 20 años del Flamenco Festival de Londres
Eva Yerbabuena ha recibido el premio 'Olivier', el más pretigioso galardón de Artes Escénicas del Reino Unido
Eva Yerbabuena acaba de ingresar en la historia de las Artes Escénicas europeas al recibir el prestigioso premio 'Olivier' del Reino Unido. Y lo ha recibido en la categoría de Danza, por su espectáculo 'Yerbagüena' presentado el año pasado en el teatro Sadler' ... s Wells de Londres dentro del programa del Flamenco Festival.
Se une así la bailaora a la nómina de artistas españolas que atesoran este galardón. En 2010 lo recibió la bailarina Tamara Rojo que fue primera bailarina y directora del English National Ballet y actualmente dirige el San Francisco Ballet. En 2020 el galardón recayó en Sara Baras por su espectáculo 'Sombras'.
—Imagino que muy satisfecha y contenta con ese premio...
—La verdad es que estoy encantada, pero más por mi, por el flamenco. La lucha durante tantos años de profesión de Paco (Jarana, su esposo, guitarrista y compositor), como la mía, ha sido poner al flamenco a la altura cultural que se merece. Y no sólo nuestra, sino de muchos otros artistas.
—No pudo ir a recogerlo a Londres, y creo que se enteró por casualidad.
—Estaba tomando café en casa de mi hija Manuela y no, no podía estar en Londres por motivos profesionales. De repente sonó el teléfono y era el bailaor Manuel Liñán, muy emocionado que me dijo que si estaba viendo lo de los 'Olivier', y le dije que no. 'Pon en seguida la tele, que lo estoy viendo en directo'. Como yo no había podido ir, la invitación a la gala se la envié a mi sobrina María que vive en Londres, para que nos representara, y de repente la veo en la pantalla bajar del escenario con el 'Olivier' en la mano..., no sé lo que me entró. No me lo esperaba, la verdad. Estar nominada ya era todo un honor.
—Atesora el Premio Nacional de Danza, la Medalla de Andalucía, Medalla de Oro de las Bellas Artes, Giraldillos de la Bienal...
—Los premios, todos los reconocimientos, quien diga lo contrario no es sincero, alegran muchísimo, pero en mi caso es por el flamenco. El flamenco se lo merece todo, como uno de nuestros pilares culturales. Pero lo del premio se olvidará en breve, ya verá. Necesitamos gente interesada en nuestra historia porque el ser humano ha desarrollado una habilidad maravillosa para el olvido.
Eva Yerbabuena, con el premio 'Olivier'
—¿Cree que el flamenco necesita este tipo de reconocimientos?
—Mire, mi misión en esta vida ha sido y es dignificar el flamenco, que la gente se de cuenta, de una vez por todas, que esto no se crea por arte de magia, que no sale así, por generación espontánea. Detrás hay muchísimo esfuerzo, mucho trabajo, incluso muchas renuncias, y se hace por amor por este arte, por verdadera pasión.
—¿Pesan los 'sanbenitos?
—¿Qué si pesan?, como una losa. Ya está bien esos topicazos que se asocian con el flamenco y que van desde la flojera hasta la falta de seriedad, que estamos todo el día de fiesta..., pero ¿qué se creen ustedes, que hacer un espectáculo surge en una noche y ya está? No señores, están equivocados.
—Dicen que el flamenco es muy individualista, ¿la han felicitado?
—Sí, sí, desde que se anunció el premio nos han llamado, tanto a Paco como a mí montones de compañeros, eso es lo que me tiene más emocionada, y sabes quien te llama por cumplir y quien lo hace de corazón, y en este caso ha pesado más el corazón que la pura cortesía. Es muy satisfactorio sentirse querida en nuestra profesión.
—En los premios internacionales la Danza tiene nombre de mujer, usted, Tamara Rojo, Sara Baras...
—Nosotras nos hemos encontrado un camino allanado por gente que sí fueron heroínas. Pienso en Antonia Mercé la Argentina, Carmen Amaya, Encarnación López la Argentinita, Pilar López..., ellas hicieron historia en una situación terrible y nada fácil, tanto para la mujer como para la Danza.
—La Danza que sigue siendo la asignatura pendiente de la Cultura española.
—Sólo hay que ver la cantidad inmensa de bailarines que están dispersos por el mundo en puestos importantísimos muchos de ellos, o en los elencos de las grandes compañías. Siempre pienso, ¿cómo es posible? Es incomprensible que tengamos tan grandes artistas y todos fuera de nuestro país. Tengo 53 años y a veces me canso de ponerme gafas para ver esta realidad.
—¿El flamenco es un arte único?
—Es un arte único, y es algo que no nos entra en la cabeza. Hablamos de flamenco, lo valoramos, pero ¿nos lo creemos? Tengo mis dudas. Y no sólo por parte del público, sino de los propios artistas.
—¿Ocurre igual fuera de España?
—No, fuera sí nos reconocen. Por ejemplo, dígame cuántas residencias hay en teatros en España de artistas flamencos. Es el arte que nos identifica, le duela a quien le duela. A veces siento que el flamenco esta en paliativos .
—Es dura esa afirmación.
—Es que es así. Empezando porque no tenemos idea del impacto económico del flamenco en nuestro país, y es bastante, pero nadie lo pone sobre la mesa.
—Ley del flamenco, ahora la cátedra de la Universidad Olavide...
—Quiero pensar que esos son pequeños avances, pero sigue sin estar en las escuelas, seguimos sin motivar a nuestros niños a escuchar y ver flamenco y que tengan conocimiento de su historia. Paco de Lucía hizo que el flamenco evolucionara muchísimo y tras él Manolo Sanlúcar.
—Decía que tenía una misión...
—Lo tengo clarísimo, mi misión es dignificar el flamenco. El 'Olivier' que acabo de recibir es lo que este arte se merece. Y los artistas debemos cogernos de la mano y creer de verdad en el valor del flamenco. Hay que dejar los egos, que cada uno lo lleve como pueda, y alzar la voz. Si a los que somos conocidos nos cuesta, imagínese a los que no se les conoce. Aquí todos somos válidos, lo que no se pueden consentir son los individualismos
—¿Dónde dejamos lo de los payos y los gitanos?
—Cante gitano, baile gitano, baile payo..., ¡no señor, es flamenco!, sin más etiquetas. Esto no debe volver a las pertenencias. Yo conozco el flamenco sin apellidos. Soy así. Porque pertenezcas a una raza, a una etnia, ¿ vas a cantar o bailar mejor?, cada uno nace con su don. Es muy peligroso crear esa conciencia diferenciada y sobre todo que se transmita a las nuevas generaciones.
—¿Cómo la trata el tiempo?
—Nunca compito con el tiempo, se pierde siempre, pero no me rindo. Sigo entrando al estudio con la misma ilusión del primer día. Cada vez que me pongo los zapatos es un nuevo comienzo. Eso sí, el cuerpo responde de otra manera y llegará la hora en que tendré que dedicarme a ayudar a los demás. No me quiero guardar nada, es absurdo. Hay que crear ilusión.
—¿Qué le agradece al flamenco?
—Le agradezco la vida. Me ha dado a la persona que más quiero, Paco mi marido, que me ha dado a mis hijas. Paco es un ser humano maravilloso.
Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras