El vacío que deja el Betis en Heliópolis: «Dos días de partido pagan las facturas del mes»
Bares y negocios se enfrentan a las pérdidas económicas que va a suponer la ausencia de los béticos
Los vecinos destacan los problemas de tráfico que causan los partidos, aunque reconocen que «da vida al barrio»
Guía para los béticos que vengan a la Cartuja: aparcamientos, fan zone, tienda, puertas de acceso...
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Iniciar sesiónDespués de mucha expectación el Betis se muda oficialmente este viernes a la Cartuja, estadio que será su sede mientras duren las obras en el Benito Villamarín. El equipo continuará con normalidad fuera del barrio, pero Heliópolis va a notar mucho la ausencia del ... Betis. Bares, tiendas y vecinos se hacen a la idea de lo que será la vida sin los béticos durante los dos próximos años, si es que se cumple con los plazos establecidos.
«El barrio vive del Betis y de los estudiantes», declara a este periódico Curro Ruiz , trabajador del bar Avelino al que cataloga con orgullo como «la casa del bético». Explica Ruiz que los días de partido son cientos los aficionados que acuden al emblemático establecimiento de la plaza de los Andes. Están los que van a comer, los que hacen la previa, los del post partido o incluso quienes optan por todas las anteriores. «Se va a notar en todo el barrio y me atrevería a decir que hay negocios que van a tener que cerrar.» reconoce el camarero.
«Los estudiantes están de diario pero al llegar el fin de semana se van; el Betis le da la vida al barrio», explica Curro Ruiz, quien también reconoce «lo desesperante» que puede ser un día de partido en el bar Avelino ya que mucha gente se concentra en la plaza para hacer botellón, lo que se convierte en una «pelea constante».
En materia económica la ausencia de los béticos en la zona va ser una dura baza para sus bares y restaurantes. «Aquí cualquier negocio de la zona con dos días de partido al mes se pagan las facturas. Y ya no son dos Betis al mes, con la UEFA y la Copa del Rey son 3 o 4 al mes», reconoce Ruiz quien apunta que las cajas de esos días son «increíbles». «Vamos a sobrevivir porque somos un bar muy grande y un emblema en Sevilla, pero claro que se va a notar. Las tiendas de alimentación o pequeños bares que, quitando los días de Betis, dan desayunos cuando están los colegios abiertos, ojalá me equivoque, lo van a sufrir mucho».
Reciclarse para sobrevivir
Jorge López, de la cervecería Huracán, en la propia avenida Padre García Tejero, opina lo mismo: «Lo vamos a echar en falta». Sin embargo, dada su cercanía al estadio, a falta de aficionados ahora quien visita el bar son los trabajadores del Villamarín. «No es lo mismo que un día de partido, pero al final es un cliente diario durante mucho tiempo», explica López. En la barra, Tacho García, vecino y bético, da la razón a su camarero al tiempo que señala a un grupo de hombres que toman algo durante la visita de ABC al establecimiento: «Son los de la obra», aclara. En su opinión «los bares van a resistir, sólo que se tienen que reciclar», apunta este vecino quien a pesar de entender que se termine la obra del estadio no está de acuerdo con «el mamotreto que se va a comer las casas de alrededor».
Y es que vivir al lado de un estadio de fútbol no es fácil. Curro Puente añade que lo más complicado de vivir por la zona son los cortes de tráfico. «Si no sigues demasiado el fútbol y no sabes exactamente cuando hay partido es un lío para llegar a casa con el coche», explica, quien además añade que «muchas veces, a pesar de enseñarle el DNI a los agentes no te dejan pasar». Al ser preguntado por la basura que dejan los aficionados, Puente reconoce que «limpian muy rápido, no te das cuenta que haya habido partido». A su parecer el equipo verdiblanco «no es lo que da vida a Heliópolis». «Lo que pasa esos días es que no hay sitio en ningún lado».
A Alonso Sebastián y Laura Fuentes, también vecinos, les «da pena» aunque la razón de la ausencia sea «buena» porque van a mejorar el estadio. Pero también han sufrido los estragos de los partidos: «Los gorrillas de Reina Mercedes me han rajado las ruedas del coche más de una vez por negarme a pagarles», confiesa Sebastián.
La temporal ausencia del Betis en su barrio ha dado mucho que hablar, hay quien incluso, como cuenta Curro Ruiz, se «niega» a ir a la Cartuja y no faltará a su bar de confianza. Después de la cervecita, se plantará junto al estadio para ver el partido desde el móvil pero sin moverse de Heliópolis. Mientras que Alfonso Ollero, uno de los gerentes del bar Rías Heliópolis, explica a este periódico que han planteado a diversas peñas de fuera de Sevilla hacer parada en su bar antes de ir a la Cartuja. «La idea es que puedan hacer la previa en el barrio para luego continuar hasta el estadio, nosotros colaboraríamos llenando -y pagando- los huecos que hubiera vacíos en el autobús con la gente que nos juntamos en el bar». Cosas de los 'béticos del universo'.
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