Sevilla tendrá un otoño más cálido y menos lluvioso de lo normal tras superar los 40 grados durante 30 días este verano

Indica también este experto que desde 2020 todos los veranos han sido más cálidos que la media en Andalucía. Además, uno de cada cinco veranos cálidos son del nuevo milenio. Por eso, Del Pino ha afirmado que «es evidente que vivimos un cambio climático». Además, ha señalado que «los veranos de 2025, 2023 y 2022 son los tres más cálidos que hemos tenido». Los otros que completan el ranking de los diez veranos con temperaturas más altas son todos también del nuevo milenio: 2017, 2015, 2003, 2016, 2012, 2024 y 2020.

Por otra parte, en cuanto a las temperaturas de cada mes estival se refiere, las del mes de junio han sido las más altas que se han alcanzado desde que se tienen registros en 1961. De hecho, en ese mes se produjo la primera ola de calor, que duró cuatro días. Julio ha sido el onceavo mes más cálido y agosto se sitúa como el tercer más cálido, contando con una ola de calor que duró un total de 16 días. El verano ha sido extremadamente cálido en todas las provincias de Andalucía salvo en las de Huelva y Cádiz.

El delegado territorial de la Aemet en Andalucía ha añadido que desde 1961 el número de días de olas de calor se está incrementando a raíz de un día por cada década. Desde 2000 esto está aumentando a razón de nueve días por década y un día más por año.

Otro dato interesante a tener en cuenta es que en Sevilla el número de días por encima de 40 grados se está incrementando desde 1951 a razón de un día más por década. Este año ha habido 30 días en Sevilla por encima de los 40 grados. El de 1997 fue el último verano en el que no se alcanzaron los 40 grados centígrados en ningún día del verano. «Antes del 11 de junio no había 40 grados, pero ahora los 40 grados empiezan a verse en mayo desde el año 2015», ha señalado Juan de Dios del Pino.

Este añade que las precipitaciones no han sido relevantes, llegando al nivel de 10.3 litros por metro cúbico de media en Andalucía, que está por debajo de la media habitual de lluvias en verano en la comunidad, que es de 19 litros. En Sevilla ha caído 0.1 litros. Es el 25 verano más seco. Las lluvias han caído en el extremo oriental de Andalucía. «Si contamos con la temperatura y la precipitación ha sido un verano cálido y seco», añade este meteorólogo.

En lo que se refiere al año agrícola 2024-2025, es el tercero más cálido, pero al menos está en el sector húmedo. La temperatura ha sido de 17.8 grados de media. El más cálido fue el 2022-2023. La precipitación ha sido de 628,8 mm, siendo un año húmedo. «Ha llovido más de lo normal, pero muy pocos días y meses. Ha llovido un 112% más con respecto a la media de los últimos 30 años (desde 1991 a 2020)», dice Del Pino. Este experto añade que las precipitaciones se concentran ahora en otoño y primavera, siendo el invierno muy poco lluvioso. «Ahora se ha invertido y llueve más en primavera y hemos perdido la lluvia de invierno, que es la mejor para el campo. Todo lo que ha llovido ha sido entres meses, octubre, febrero y marzo». Las cuatro danas del mes de marzo salvaron las precipitaciones, haciendo que desde 2016 este haya sido el año agrícola más lluvioso.

En cuanto al pronóstico de temperaturas y precipitaciones para los meses de otoño, Juan de Dios del Pino señala que hay una alta probabilidad (entre el 50 y el 60%) de que la temperatura sea superior a lo normal en septiembre, octubre y noviembre en Andalucía y algo más alta (70 a 100%) en el extremo oriental. La temperatura media del otoño en Andalucía será de 17.3 grados centígrados. La anomalía térmica se estima entre +0.5 y 1 grados.

También existe hay una cierta probabilidad (40 o 50%) de que el otoño sea menos lluvioso de la normal en Andalucía. La anomalía en las precipitaciones será entre -50 y -10 litros por metro cúbico menos que la media habitual, que es de 181.7 litros por metro cuadrado de media durante los meses estivales.

Comenta el meteorólogo que «los registros son incuestionables y se confirma que los veranos más cálidos son a partir del 2000 y que las lluvias son menos numerosas en invierno. El cambio climático es una evidencia . Se están dando cambios rápidos por el incremento de los gases del efecto invernadero. La atmósfera tiene más gases de efecto invernadero que hace unas décadas. Antes para llegar a los 42 grados era necesario una entrada de aire africano. Ahora no hace falta el aire africano porque está atmósfera tiene capacidad para calentarse más», concluye.