El presunto autor del último crimen machista de España se esconde en Sevilla

«Dolores ha sido una mujer de su casa; siempre se ha preocupado de su marido, de su casa y de sus hijos», la defiende en declaraciones a ABC tres horas después del funeral, celebrado ayer en Carabanchel.

En esta población madrileña la pareja, casada por el rito gitano hace más de 20 años, vivía una relación tormentosa últimamente, de «vejaciones y humillaciones» . « Él estaba loco de celos», insiste Raquel. Dos semanas antes del crimen, Amador «propinó una paliza» a Dolores que la dejó inconsciente, «él mismo la llevó al hospital y la dejó tirada en la puerta», relata la cuñada. Pero Dolores no denunció.

«Nosotros no tenemos costumbre de denunciarlos». La mujer volvió a casa de sus padres con su hija de 6 años. Ella no quería nada con él, pero Amador «regresó llorando, pidiendo perdón y con ganas de retomar la relación». Eso fue dos días antes de su muerte.

A Amador (40 años) se le busca desde el sábado por el homicidio doloso (intencionado) de Dolores, que cumplió 41 años el 16 de marzo y con la que tenía tres hijos (dos mellizos, de 18 años, y una niña, de 6). La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Toledo ha distribuido una reseña de Amador entre las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

La información va acompañada de dos fotografías tomadas en dependencias policiales tras una detención hace seis años. En ellas aparece con bigote, aunque ahora no lo lleva y Amador está más demacrado físicamente . En su rostro, además, hay numerosas señales similares a las marcas que deja el acné.

Amador, consumidor habitual de estupefacientes, ejecutó presuntamente su salvaje acción alrededor de las 5:15 de la madrugada del sábado tras haber participado en un encuentro familia r. Él y Dolores habían estado en una fiesta de cumpleaños en Las Ventas de Retamosa (Toledo) , a unos 45 kilómetros al sur de Carabanchel, desde las diez de la noche hasta las cuatro y media de la madrugada. La pareja se marchó en un monovolumen Renault Scenic de color gris. No iban solos . En los asientos traseros viajaban una hermana de Dolores y su pareja, ambos de apenas 18 años.

Al incorporarse a la A-5 Amador, que iba bebido y armado con una navaja, optó por dirigirse hacia Extremadura en lugar de tomar la dirección de Madrid , según familiares de la difunta. Amador y Dolores discutieron durante unos kilómetros mientras circulaban por la autovía, hasta que él blandió la navaja, frenó bruscamente y ella bajó del vehículo y echó a correr. Esta circunstancia también la aprovecharon los dos pasajeros que iban detrás para huir campo a través en medio de la noche.

Amador arrancó el monovolumen y atropelló a su mujer, pasando por encima de su cuerpo dos o tres veces, según pudieron percibir la hermana de Dolores y su pareja. También aseguran que Amador movió el cadáver , que lo metió en el vehículo y reanudó la marcha. No se supo más de Dolores hasta que su cadáver fue descubierto, pocos minutos antes de las ocho de la mañana , por un conductor junto al vallado que separa la autovía de un camino a la altura del kilómetro 56 de la A-5..

Amador vestía en ese momento un polo de manga corta y de color blanco, pantalones vaqueros de color oscuro, zapatillas negras, tipo charol y de la marca Gucci, y llevaba un bolso bandolera también negro. Con esa indumentaria escapó tras lo sucedido hasta Sevilla con alguno de sus familiares. Antes abandonó el monovolumen Renault Scenic con el que mató a Dolores y la Guardia Civil ya ha inspeccionado el vehículo.

En la ciudad hispalense se esconde de las autoridades en uno de los pisos de sus parientes, concretamente en la zona conocida como las Tres Mil Viviendas . Él y sus conocidos más cercanos llegaron por la noche del sábado en un Volkswagen Touran de color rojo tras huir de Madrid.

Desde entonces Amador se esconde en uno de los pisos situados en la calle Sancho Panza del Polígono Sur, en el portal dos, según pudo conocer este periódico. Esta zona, conocida como los verdes, es donde Amador ha estado desde la noche del sábado y hasta ayer lunes donde lo vieron por última vez vestido con un chándal rojo paseando para ir a consumir droga.

Fue al medio día de ayer y tras las informaciones sobre su ubicación en los medios de comunicación, cuando Amador decidió efectuar una maniobra disuasoria para que los vecinos creyesen que escapaba de nuevo . Con el mismo coche con el que llegaron en la noche del sábado Amador y sus parientes se inventaron una huida.

Poco pudieron ver los vecinos, sólo que el vehículo rojo se subía a la acera y acercándose hasta la puerta del portal del bloque alguien con una gorra se metía en el coche . Pero todo fue una maniobra pensada para que nadie se fijara en el piso donde estaría escondido, que estuvo todo el día de ayer con las persianas bajadas, pero con ropa recientemente tendida.