Así es el plan de Espadas para asaltar el PSOE andaluz
Varios concejales del Ayuntamiento están trabajando ya en el aparato del partido para ganar adhesiones a una posible candidatura del alcalde a la sucesión de Susana Díaz. El hombre clave es Juan Carlos Cabrera
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Iniciar sesiónTodos los pasos de Juan Espadas para ascender a la dirección del PSOE en Andalucía están fríamente planificados. El alcalde de Sevilla no es un hombre dado a las improvisaciones ni a las casualidades. Mide milimétricamente sus movimientos para mover la silla de Susana ... Díaz sin abrir una guerra . Su estrategia es mucho más tranquila: hay que dejar que la fruta caiga sola del árbol. En público, Espadas lanza primero frases ambiguas que pueden interpretarse como una capitulación con Ferraz para preparar su candidatura y después de generar la duda, lo desmiente todo y ensalza a la expresidenta de la Junta. Pero por debajo ya tiene un ejército de afines trabajando para él en las agrupaciones socialistas de la provincia. El más destacado de todos es Juan Carlos Cabrera , uno de sus delegados fuertes en el Ayuntamiento. El concejal de Movilidad, Seguridad y Fiestas Mayores del Ayuntamiento dirige también la Agrupación Centro , una de las más emblemáticas de todo el PSOE andaluz. Controla el partido por dentro y sabe cómo moverse para preparar un congreso. Espadas le ha encomendado que le vaya generando adhesiones en la provincia por si se diera el caso y finalmente Pedro Sánchez lo apoya para la secretaría socialista en Andalucía.
El alcalde sabe que si no controla su propia provincia es imposible conseguir apoyos en otros destinos, aunque desde el Ayuntamiento promueve acuerdos con Málaga para sintonizar con otros territorios e ir abriéndose camino. Cabrera es para él una pieza clave en el plan, ya que su otro hombre de confianza, Antonio Muñoz , no maneja los entresijos de las agrupaciones, por lo que Espadas ha optado por dar a Muñoz la responsabilidad institucional y a Cabrera la orgánica. Ambos le son fieles y asumirán la encomienda con lealtad.
Pero pese a que los papeles ya están claros y el alcalde cuenta con el respaldo de los sanchistas andaluces, sobre todo Francisco Toscano y Alfonso Rodríguez Gómez de Celis , su equipo es consciente de que en estos momentos no podrían derrocar a Susana Díaz. Ni las circunstancias en Madrid, donde Pedro Sánchez está en el disparadero cada día por su acción de gobierno, son las idóneas, ni el susanismo está aún lo suficientemente debilitado entre los militantes como para proceder al ataque de forma inmediata. Cabrera anda por la provincia desde hace unas semanas p ulsando el ambiente porque Espadas tiene una sola cosa clara: si no lo ve alcanzable, ni siquiera lo va a intentar.
Sin embargo, para ir allanando el camino sí necesita sembrar la duda en sus declaraciones. En ese contexto se explican mejor sus tres grandes movimientos hasta la fecha. El primero fue una entrevista con este periódico durante la campaña de las elecciones municipales de 2019 cuyo titular dejaba la puerta entornada: «Es mi último mandato». El segundo se produjo en el «Foro de la nueva ciudad» que se celebró en Madrid en enero. A esta cita lo invitaron reconocidos sanchistas y estuvieron presentes Sánchez Monteseirín y Gómez de Celis. La situación era ideal: en la capital de España y con miembros del partido especialmente interesados en deponer a Susana Díaz. Así que Espadas aceptó preguntas sobre su futuro político y respondió: «Seré un militante socialista activo, comprometido con un proyecto de los socialistas en Andalucía que tiene que volver a ser ganador y que recupere el Gobierno andaluz. Estoy para lo que mis compañeros decidan ». Nítido.
Y el tercero ha sido su pacto con Ciudadanos en el Ayuntamiento tras una negociación entre ambos partidos al máximo nivel. Los naranjas optaron por destronar a Susana de la Junta y pactar con el PP, pero le han dado la mayoría absoluta a Espadas en el Ayuntamiento. Claro como el agua. La parte del plan que corresponde al propio alcalde se está cumpliendo . Ahora le toca trabajar a los militantes que trabajan a sus órdenes en el Ayuntamiento. El susanismo ya sólo tiene la Diputación para colocar gente y allí ya no cabe nadie más... Blanco y en botella.
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