Delincuencia en Sevilla: Seis meses de aumento de los delitos

A nivel provincial, los delitos responsables de este aumento son las sustracciones de vehículos (25,7% más), el tráfico de drogas (13,8%), las agresiones sexuales (16,7%), los asaltos a comercios (13,1%) y uno que destaca por encima de todos: los secuestros con un 700% más. Si bien este delito que genera tanta alarma social cuantitativamente no es representativo porque en lo seis primeros meses del año se han registrado ocho secuestros. Eso sí, la comparativa con 2018 es preocupante porque entonces sólo se dio un caso o al menos los cuerpos policiales sólo tuvieron constancia de un secuestro.

En la capital se denunciaron cuatro de esos ocho secuestros que computa el balance del Ministerio del Interior para la provincia sevillana. Fuentes policiales explican que detrás de la mayoría de estos casos están los ajustes de cuentas por drogas. Precisamente la actividad de los traficantes también va en aumento en la ciudad hispalense, donde se ubican algunos de los principales hipermercados de la droga que abastecen a traficantes y consumidores. En concreto, los delitos contra la salud pública han crecido un 40% en la capital. En un porcentaje muy similar (36,4%) se ha incrementado esta conducta delictiva en otro de los puntos más castigados por la droga de la provincia: Dos Hermanas .

La localidad nazarena, además de ser la base de importantes clanes locales del narcotráfico , es usada como punto de almacenaje para grupos que introducen sus cargamentos por el Guadalquivir. Esta vía fluvial está siendo muy explotada por los traficantes como alternativa a la ruta del Campo de Gibraltar donde el Gobierno puso hace más de un año un plan específico para frenar a los narcos, incrementando la presencia policial en la comarca gaditana. Sirva de ejemplo el trabajo que está llevando a cabo la Guardia Civil, que entre los meses de mayo de 2018 y de 2019 cerró 112 detenciones y requisó 23,1 toneladas de hachís en investigaciones que tenían como nexo en común el río como canal de entrada de los fardos que produce la vecina Marruecos.

Además de tráfico de drogas, en la capital han crecido las sustracciones de vehículos (30,9% más), los robos en domicilios (37,1%) y especialmente los robos con fuerza en los negocios (66,9%). En este último dato influye de manera determinante las sucesivas oleadas de asaltos protagonizadas por bandas de aluniceros que a pesar de caer en manos policiales, se acaban reorganizando cuando salen de prisión.

Las fechorías de estos aluniceros, que sangran al comercio sevillano , han obligado a los cuerpos policiales a montar dispositivos especiales para tratar de frenarlos. Planes específicos, con grupos operativos que se montan de manera temporal con agentes que se extraen de distintas unidades como la brigada de seguridad ciudadana, complicando la organización de los limitados recursos policiales.

De los diez epígrafes que aglutinan las infracciones penales que calcula el Ministerio del Interior, sólo dos arrojan datos en negativo; es decir, que van en retroceso con respecto al periodo anterior. Se trata de los asesinatos. No se ha registrado ninguno en la capital. Y las agresiones sexuales, que decrecen un 16,7%. El resto de indicadores están en positivo. Crecen con respecto al año anterior.

La situación ha cambiado con respecto a 2018, cuando se produjo un descenso de la delincuencia, que fue de más de un punto a nivel provincial y de casi cinco en cuanto a la capital. En 2017, el informe cerró el año con un incremento del número de delitos pero más atenuado si se compara con los últimos datos oficiales. El aumento en Sevilla fue del 7,7%, casi tres puntos menos; y casi cuatro en el balance a nivel provincial.

Sobre esta tendencia alcista, que rompe la reducción de infracciones penales que se produjo en 2018, desde el Ayuntamiento de Sevilla huyen de una interpretación negativa y ponen en valor la comparativa de la criminalidad que registra la ciudad hispalense con otras ciudades españolas.

Esta semana se celebraba una reunión que sentaba en la mesa al Ayuntamiento y a la Subdelegación del Gobierno para analizar el grado de eficacia en la colaboración entre la Policía Nacional y la Local. Al término del encuentro y tras el análisis del informe del Ministerio del Interior, el concejal de Gobernación, Juan Carlos Cabrera , defendió que en Sevilla hay un «importante esfuerzo» policial en favor de la seguridad ciudadana y que es «una ciudad segura», subrayando que la media de los delitos que se cometen en la capital hispalense está por debajo de otras ciudades en un 20%.

Cabrera no especificó en sus declaraciones qué otras ciudades presentaban un peor dato en cuanto a número de infracciones. En el municipio de Sevilla se registraron entre enero y junio de este año 24.969 infracciones penales (el año pasado fueron 22.589). Valencia, que es una ciudad similar en número de población, sumó menos delitos (24.147). Y también están por debajo ciudades como Málaga (13.106 infracciones) o Zaragoza (12.846). Sí es mucho mayor la delincuencia en Madrid o Barcelona, pero también cuentan con mucha más población.

«Es cierto que los índices de criminalidad han subido en determinados tipos (de delito), pero podemos seguir hablando de que Sevilla es una ciudad segura». Cabrera se refirió también a la escasez de agentes del Cuerpo Nacional y defendió el aumento de los operativos policiales conjuntos entre los agentes del CNP y de la Local como una forma de mejorar la eficacia policial.

La falta de agentes patrullando en las calles es la clave para los sindicatos policiales. La organización mayoritaria en el Cuerpo Nacional tras las últimas elecciones (Jupol) ha denunciando en reiteradas ocasiones las deficiencias de personal en materia de personal en la brigada de Seguridad Ciudadana que cubre la ciudad de Sevilla. 210 policías de plantilla se reparten en once turnos de trabajo. Esta dotación de funcionarios se traduce en ocho vehículos patrulla (zetas) por turno. Quiere decir que una ciudad de 688.000 habitantes como Sevilla sólo dispone de 16 policías nacionales que trabajen al mismo tiempo para vigilar sus calles.

Desde Jupol admiten que la situación ha mejorado en los últimos meses con la incorporación de los agentes en prácticas , pero advierten que esos refuerzos sólo duran seis meses y a final de año volverán a los números de antes de las vacaciones de verano. Esa falta de recursos ha provocado, según el sindicato, que se monten colas en las comisarías para presentar una denuncia o que no se responda a tiempo a los avisos de los ciudadanos al 061. Este sindicato cifra en medio millar los agentes del Cuerpo Nacional que harían falta para cubrir las deficiencias que hay en las distintas comisarías de la provincia.