Cien días de Antonio Muñoz como alcalde de Sevilla: obras son desamores

Muñoz tomó posesión el pasado 3 de enero con un discurso en el que se autoimpuso el reto de dar respuesta a problemas inmediatos y afrontar mejoras a corto plazo, y al mismo tiempo afianzar y consolidar un proyecto a medio y largo plazo para la ciudad. Su estrategia ha sido conciliadora con la Junta de Andalucía , sobre todo con la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, para hacer frente común en la reclamación de la red completa de metro y de la conexión por tren entre Santa Justa y el aeropuerto. Sin embargo, también ha enseñado su perfil más político lanzando dardos al PP. El alcalde ha conjugado su papel de cercanía en la calle con su rol estrictamente ideológico . Se ha aproximado a las cofradías y a los comerciantes de Los Remedios, por ejemplo, para escenificar la idea de que todos los clichés que se le atribuyen son falsos.

Sus principales lemas son los barrios, el turismo y las grandes obras. El primero lo ha resuelto celebrando juntas del gobierno local en las sedes de los distritos y centros cívicos . El segundo cae por su propio peso gracias a la recuperación de las fiestas de primavera. Y en el tercero es donde tiene los mayores problemas. La obra del tranvía se le ha enquistado con los comerciantes porque el momento elegido para su ejecución no es el más acertado, sobre todo porque la planificación es deficiente y los plazos anunciados no se van a cumplir. El caos de tráfico provocado por estas obras en coincidencia con las de la peatonalización de la avenida de la Cruz Roja le ha generado las principales críticas en los tres primeros meses de su periplo como primer edil.

Frente a esto, su nuevo modelo de trabajo en los barrios, donde las encuestas castigaban notablemente a Juan Espadas , sí ha supuesto un cambio radical con respecto a su antecesor, al igual que la creación de una nueva delegación de Limpieza para atajar el problema de la suciedad en las calles, un asunto que Muñoz ha reconocido públicamente. De momento, ninguna de las dos medidas ha arrojado resultados a primera vista, pero al menos se han tomado decisiones drásticas que se supone que darán su fruto en un plazo moderado de tiempo. La reestructuración de Lipasam ha contado con nuevas contrataciones, baldeos, renovaciones de contenedores y un plan específico de actuación. Se ha hecho un análisis de los puntos débiles en cuanto a la limpieza, pero aún hay mucha tarea pendiente en problemas como las pintadas en el Centro.

Todo esto lo ha explicado Muñoz en tres jornadas de trabajo específicas de todo el gobierno en Cerro Amate, Este Alcosa-Torreblanca y Norte, donde se ha reunido con vecinos y comerciantes para exponer sus iniciativas. La principal medida en este ámbito ha sido la creación de la «unidad especial de atención a barrios» . Cada 15 días se convoca el Cecop de barrios con una serie de puntos de trabajo en los que se coordina la actuación de todas las áreas municipales. Se han ejecutado intervenciones en esta línea en Cerro Amate , Sevilla Este, o el distrito Sur a través de una ventanilla única. Habrá que darle más tiempo para analizar los resultados concretos.

En cuanto a los grandes proyectos de la ciudad, en este primer trimestre de 2022 se han completado procesos que llevaban años estancados, aunque la mayor parte de la tramitación se produjo durante el mandato de Espadas. La venta de la Gavidia ya se ha rubricado definitivamente , en Altadis se ha aprobado inicialmente la modificación y se ha declarado el proyecto de interés estratégico de forma para que las obras comiencen este mismo año y ya está en marcha la ampliación del Metrocentro y el corredor verde. Sin embargo, todas las obras en marcha están sufriendo retrasos por distintos motivos: el encarecimiento de los materiales, la tardanza en el trámite administrativo...

Otras de sus apuestas son el impulso de la candidatura de Sevilla como sede de la Agencia Espacial Española, el desarrollo del proyecto de las Naves de Renfe y la creación de un equipo especializado en la captación de fondos europeos. En estos cien días Muñoz ha hecho hincapié en la «modernización y transformación de la ciudad» y ha anunciado un plan de actuación tanto para la reestructuración de la administración como para la modernización del sector empresarial. Pero su apuesta más clara por ahora es la relacionada con el patrimonio. Actualmente están en marcha las rehabilitaciones de la Fábrica de Artillería, las Atarazanas (aunque en este caso el edificio es de la Junta y la promotora es Caixabank), la muralla de la Macarena , la torre de Don Fadrique, las fachadas del Ayuntamiento, el Monasterio de San Jerónimo, las Naves de Renfe, la prisión de Ranilla, el Arco de la Macarena, el Pabellón de Telefónica, San Laureano (en licitación), la Casa Fabiola, el Casino de la Exposición y el Teatro Lope de Vega. Por contra, sigue pendiente de una inversión profunda San Hermenegildo.

En lo deportivo, sus primeros meses van a ser testigos del maratón, la final de la Copa del Rey de fútbol en el estado de la Cartuja, la final de la Uefa en el Sánchez Pizjuán y el congreso internacional de fútbol en Fibes.

Y en el capítulo de inversiones, actualmente hay un buen número de proyectos activos con la intención de que se puedan inaugurar antes de las elecciones: el tranvibús, la ampliación del espacio peatonal en la Ronda, las reurbanizaciones de Torneo y Cruz Roja , la eliminación de la depuradora de San Jerónimo... A esto hay que sumar los desarrollos urbanísticos anunciados en Palmas Altas y Cross. También se ha vendido el del Pítamo , aunque la oposición lo ha criticado porque asegura que no cuenta con toda la tramitación necesaria todavía. Este es de los pocos ejemplos que pueden ponerse en estos cien días de rechazo de la oposición al alcalde, que se ha beneficiado claramente de la descomposición política que se vive actualmente en el Ayuntamiento.

El PP está en fase de transición y trabajando desde fuera de la Plaza Nueva. José Luis Sanz está haciendo una campaña muy intensa por los barrios, pero dentro del Ayuntamiento no tiene suficientes activos porque casi todos su concejales ya saben que no irán en la próxima lista. Por lo tanto, el candidato del PP tiene que hacer la oposición desde la calle porque sólo están trabajando a destajo Juan de la Rosa y Pepelu García, que es el edil más activo de los populares en los últimos meses.

Ciudadanos está descompuesto. Bastará una sola anécdota para explicarlo. El fin de semana pasado Muñoz cortó al tráfico el Paseo Colón para implantar un proyecto cultural durante la mañana del domingo. Al acto acudió el concejal Miguel Ángel Aumesquet y se hizo una foto. En cambio, al día siguiente su jefe, Álvaro Pimentel , mandó una nota a los medios criticando esta acción. El partido naranja está deshecho y sólo espera firmar su defunción en las próximas elecciones.

Adelante Sevilla anda igual. Son cuatro concejales y pertenecen a tres partidos peleados entre sí . Sólo Vox mantiene la normalidad, pero cuenta con apenas dos concejales que no alcanzan a atender todas las quejas ciudadanas por mera falta de efectivos. Esta situación ha permitido a Antonio Muñoz pasar sus primeros cien días como alcalde sin demasiados contratiempos, aunque cada vez es más sonoro en Sevilla el murmullo de que con la planificación de las obras a un año de las elecciones ha cometido un error de bulto . En los próximos meses, cuando todos los partidos hayan hecho ya sus cambios internos de cara a los comicios, se verá si el relevo de Juan Espadas tiene futuro. De momento, obras son desamores.