Las azoteas recobran protagonismo en Sevilla: el coronavirus devuelve lo que se llevaron las secadoras

No hay macetas de aspidistras ni pilón en el que restregar antes de poner en remojo con añil en los baños de zinc, pero se están convirtiendo en el punto de encuentro del vecindario. En un tiempo en el que difícilmente se conoce el nombre del vecino , el confinamiento está consiguiendo que las azoteas recobren el protagonismo que perdieron con la llegada de las secadoras.

La lluvia a media tarde estropeó otra sesión de conversaciones de azotea a azotea, tandas de ejercicio físico, baños de sol y cigarros a escondidas como en los guateques de hace medio siglo.

El real decreto de estado de alarma aprobado el pasado sábado prohíbe la circulación en vías de uso público, y aunque las azoteas sean de dominio privado y no se mencionen , es necesario mantener esta restricción para preservar la salud. Este tipo de actividades aumentan el riesgo de contagio, por lo que es necesario aislamiento.

Ya hay varios casos en los que la Policía se ha visto obligada a desalojar estos espacios comunes tras recibir denuncias. Los bloques dedicados en su mayoría al alquiler de pisos a estudiantes concentran estas actividades declaradas ilícitas .

Las redes sociales están inundadas de vídeos que atestiguan que las azoteas se está convirtiendo en punto de encuentro entre vecinos, gimnasio, parque infantil, merendero o sala de conciertos. Ahí está el ejemplo de una urbanización de Mairena del Aljarafe en la que un vecino impartía clases de aeróbic que seguían desde los balcones de la comunidad, objeto de reconocimiento por parte del director general de la OMS por el optimismo y vitalidad que transmite .

Ese puede ser el caso de un vídeo compartido desde San Fernando (Cádiz) en el que el inquilino de un bloque corre por su azotea entre los gritos de ánimo y la banda sonora de « Rocky » que los vecinos de otro bloque hicieron sonar con un altavoz.

También han servido para que muchos músicos emulen el último concierto de los Beatles en el número 3 de Savile Road como, por ejemplo, el cantante sevillano Carlos Torres , finalista de La Voz, grabado por el cuartetero Javi Aguilera cantando desde una ventana de Cádiz.

La localidad sevillana de Guillena «celebró» estos días un concierto dirigido por el clarinetista Wolfang Puntas Robleda , director de la banda municipal de Gerena. Desde diferentes azoteas tocaron músicos como el trombonista Juan José Puntas , la flautista Irene Anaya o Francisco Álvarez con la trompeta, quienes interpretaron el « Himno de la alegría » en el año Beethoven.