El rincón de...Curro Rodríguez Montero
«Se nos valora muchísimo ahí fuera, aunque aquí no lo hagan tanto»
Astrofísico, cultivado en Edimburgo, Cambridge y Oxford, cuenta con un estimulante futuro en la investigación de la formación de galaxias. Es de Triana y tiene veinticuatro años
«Para que al Bellas Artes no lo trasladen a la Universidad hay que ampliarlo»
Con los niveles de conocimiento que usted posee, ¿se acerca o se distancia del concepto de la divinidad?
Bueno, no creo que ni mi educación ni mi carrera científica me esté llevando ni a lo uno ni a lo otro. Al fin y al cabo, ... la idea de Dios no es cognoscitiva, como ya nos decía Kant, y no es sujeto de conocimiento de la Astrofísica.
Stephen Hawking no sólo se distanció, negó la existencia de ese ser divino…
Creo que Stephen Hawking nos puede recordar a ese concepto nietzscheano de «la muerte de Dios» que la ciencia ha traído al ser humano.
Usted es un astrofísico teórico. Y su principal campo de investigación es la formación de galaxias. ¿Es capaz de explicarlo en pocas palabras?
La formación de galaxias puede que sea una de las ramas más intrincadas y complejas de la astrofísica. Para su descripción se requiere comprensión de muchas otras ramas de la astrofísica, la química, la cuántica, la relatividad general… ¡Sin galaxias el Universo sería muy aburrido!
El caso es que en su proyecto de fin de máster en Cambridge tuvo la osadía de plantear serias dudas sobre teorías científicas muy asentadas. ¿Qué dudas eran esas?
En mi trabajo de máster estudié un nuevo tipo de Física que no había estado al alcance de modelos anteriores: en las impresionantes velocidades de una explosión de supernova, partículas subatómicas son aceleradas a casi la velocidad de la luz. Estos «rayos cósmicos» pueden escapar de la región inmediata donde se forman sin perder prácticamente energía, así afectando mucho más profundamente el estado del gas galáctico y su capacidad de formar estrellas. ¡Tienen tanta energía que nos llegan a la Tierra desde los otros confines de la Vía Láctea!
¿Por qué optó por Oxford para hacer su doctorado?
Porque el grupo de simuladores que hay en Oxford existe una larga tradición de exploración de problemas complejos en sistemas galácticos desde el rigor y el cuidado. Mis supervisores Adrianne Slyz y Julien Devriendt llevan décadas buscando qué procesos físicos pueden explicar la compleja variedad de galaxias que observamos en los 13.800 millones de años del Universo.
La pregunta del millón es ¿por qué usted no estudia, investiga y trabaja en España?
Salí de España por primera vez porque estaba convencido de que mi carrera la quería hacer en Astrofísica, y la carrera como tal no existe aquí. Desde entonces, he visto más y más el gran salto de recursos, conexiones y relevancia internacional que la investigación astrofísica en el Reino Unido ponía a mi alcance comparado con un país como España. Solo te digo, sin exageraciones, que la capacidad de computación (más de 60 millones de horas de CPU) que se me concedió a mí, un doctorando, para mi investigación teórica es algo por lo que se pelearían departamentos enteros en España.
¿Se ha cruzado con otros españoles en similares circunstancias a las suyas?
Sin dudarlo, y con ellos he compartido muchas veces las razones por las que nos hemos ido lejos de casa. Yo lo tengo claro: se nos valora muchísimo ahí fuera, aunque aquí no lo hagamos tanto…
¿Nunca recibió una beca de la Junta o del Ministerio?
En los casi 7 años que llevo estudiando e investigando en el extranjero, nunca.
Cuando algún amigo ajeno a su mundo le pregunta en qué trabaja, ¿cómo le explica lo que hace?
Normalmente tengo que explicar que no todos los astrofísicos se dedican a mirar por un telescopio, es más, ya nadie mira por un telescopio, todo lo manejamos por ordenador desde la otra punta del mundo, y que algunos como yo nos dedicamos a crear o estudiar nuevas ideas de forma teórica.
¿Dónde nacen sus intuiciones científicas más ventajosas?
En mi joven carrera, han nacido muchas veces de la calma: de los paseos al final de la tarde o mientras cocinaba con música de fondo. También, muchas de las nuevas ideas las he tenido en apasionadas charlas con compañeros y colaboradores: no hay nada mejor que tener un jurado frente a ti devolviéndote ideas constantemente como si se tratase de un partido de tenis intelectual.
Permítame la frivolidad: ¿lo de los hombrecillos verdes es un gran camelo o no?
Si con hombrecillos verdes se refiere a los que salen en Expediente X o en esas pixeladas imágenes de los programas estadounidenses, le diría con bastante seguridad que sí, son un gran camelo. Dudo mucho que llevemos casi 60 años buscando muestras de vida extraterrestre con proyectos como SETI y que se nos haya escapado una evidencia tan clara como un hombrecillo verde en un disco volante…
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