La reprobación de José Luis Sanz en el Ayuntamiento de Sevilla confirma la 'pinza' PSOE-Vox contra el PP
El alcalde perdió la cuestión de confianza vinculada al presupuesto en un pleno donde se evidenció el discurso común entre socialistas y los de Santiago Abascal
Las frases que evidencian el argumentario de la pinza PSOE-Vox

El Salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla, lleno hasta la bandera, acogió ayer la celebración de un Pleno extraordinario en el que los grupos de la oposición, PSOE, Vox y Con Podemos-IU, especialmente los dos primeros, tenían que escenificar su ... postura ante la cuestión de confianza vinculada a los presupuestos que había planteado el alcalde, José Luis Sanz, en base al artículo 197 bis de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg). Con ella pretendía aprobar sus propias cuentas y dotar de estabilidad al gobierno municipal. De no salir adelante, que es lo que ocurrió, se abriría un plazo de 30 días para que esos mismos grupos presenten una moción de censura. Las cartas se pusieron encima de la mesa pronto. Entre los populares no se esperaba nada de los dos concejales de la coalición de izquierdas, sus miras estaban puestas en los socialistas y en los de Santiago Abascal, pero sus portavoces, Antonio Muñoz y Cristina Peláez, respectivamente, lo dejaron claro: no a la cuestión de confianza, pero también aseguraron su no a una moción de censura. Una actuación que viene confirmar la 'pinza' de PSOE-Vox contra el PP a nivel nacional, en una relación política de la que ambos se retroalimentan y sacan beneficios. Sevilla se ha convertido en el paradigma de ese pacto no escrito.
Ayer actuaron como un matrimonio de conveniencia con el mismo argumentario. Cristina Peláez fue más dura, por momentos agria, que Antonio Muñoz. Ella se ganó los abucheos en varias ocasiones del público, muy cercano al PP en su mayoría. Los aplausos lo evidenciaban. Hasta tres veces le dijo al alcalde que tenía «poca vergüenza».
Tanto socialistas como los de Abascal reprocharon a Sanz dejar que la ciudad en manos de Juanma Moreno. Antonio Muñoz habló de «sucursal de San Telmo»; Peláez lo retrató como «una marioneta teledirigida por San Telmo». De hecho, tanto unos como otros coincidieron en apuntar fue el propio presidente de la Junta y líder del PP-A quien frenó el hipotético pacto de gobierno entre Sanz y Vox para la ciudad, que el propio alcalde niega.
Fue el regidor popular el que presentó el único punto del Pleno, una cuestión de confianza «histórica» para sacar la situación «anómala y de bloqueo» que vive Sevilla. Pidió responsabilidad «política», pero de poco sirvió. Desde Podemos-Izquierda Unida le afearon al alcalde no asumir su responsabilidad para negociar los presupuestos porque «sigue pensando que ganó las elecciones con mayoría absoluta».
La pregunta clave
Ismael Sánchez, portavoz de Con Podemos-IU, dejó una cuestión clave en el aire, porque no obtuvo respuesta por Sanz: «¿Por qué no lo hizo (la cuestión de confianza) en enero y tendríamos presupuestos en febrero?». Sevilla hubiera ganado medio año para su ejecución. Desde Vox y PSOE, en una nueva muestra de coincidencia argumental,, también le mostraron a Sanz su incapacidad para liderar las negociaciones. Tiraron de los alcaldes que le han precedido en el cargo, desde Manuel del Valle hasta Juan Espadas, pasando por Soledad Becerril hasta Alfredo Sánchez Monteseirín, para demostrarle a Sanz que todos pactaron con otros grupos para sacar sus cuentas. «Altura de miras», le pidieron.
Los tres grupos de la oposición adelantaron lo que todos preveían ayer en el Salón Colón del Ayuntamiento, no habrá moción de censura, por lo que la ciudad va a perder dos meses «inútilmente», como dijo Juan Bueno, delegado de Hacienda y portavoz municipal, cuyo discurso estuvo cargado de guasa, renombrando a Vox como 'Nox' por su negativa constante a todas las iniciativas municipales. Sanz advirtió ayer de que la 'pinza' PSOE-Vox sale «más fortalecida» de este Pleno. Aunque tanto el exalcalde socialista, Antonio Muñoz, como la portavoz del grupo de Abascal negaron tal 'pinza'. «Ni existió, ni existe, ni existirá». Aquí también coincidió sus posturas ayer.
Cristina Peláez señaló la debilidad del gobierno local para una ciudad «paralizada», mientras el socialista le planteó a Sanz que hiciera una crisis de gobierno, incluso «cambiar de conductor» para un gobierno «con el motor gripado». No fue la última coincidencia, el exalcalde socialista y Cristina Peláez evidenciaron a Sanz la suciedad de Sevilla. El primero, las ratas que «iba a arreglar en tres meses». La segunda, de nuevo se volvió agria para describir el estado de la ciudad: «Suciedad, varios muertos encima de la mesa esta misma semana, asaltos, un grado de violencia jamás visto».
Los plazos
Tras acabar el Pleno, ayer la pregunta principal giraba en torno a los plazos que ahora se abren para que Sevilla cuente con nuevos presupuestos. Hasta el 7 de julio, para que alguno de los grupos presenten una moción de censura. Ayer anunciaron que no habría esa posibilidad. Si en ese plazo ningún grupo da el paso ese mismo día se aprobarían automáticamente las cuentas y se publicarían en el Boletín Oficial de la Provincia, con 15 días hábiles de exposición pública y para presentar reclamaciones. Si tras ese plazo no se ha formalizado ninguna, las cuentas quedarían aprobadas definitivamente, lo que podría llegar a final de julio.
Pero hay otra vía que trasladaron a última hora de la tarde de ayer fuentes municipales. Si PSOE, Vox y Con Podemos-IU renuncian a presentar una moción de censura, pueden firmar un documento recogiendo tal propósito y automáticamente la ciudad tendrá presupuestos sin perder un mes. Tendrían que firmar los tres grupos.
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