De la Misa la media

Por la puerta de la caracola

Una ceremonia concelebrada por ocho sacerdotes, dos servidores del altar y cinco acólitos en un presbiterio de no más de quince metros cuadrados exige de mucha habilidad para moverse en un espacio tan reducido sin que la celebración se resienta

Misa en la parroquia de San José (Dos Hermanas)

  • Fecha: 17 de septiembre

  • Hora: 20.30 horas

  • Asistencia: desbordado, fieles en la puerta

  • Preside: Monseñor Saiz

  • Exorno: jarritas de flores en el altar

  • Música: coral parroquial

Cualquiera diría que una misa presidida por un arzobispo en una caracola de obras (más o menos adaptada) no es lo más adecuado para resaltar la solemnidad de la toma de posesión de un nuevo cura (de ahí viene el nombre, de cura de almas) ... en la comunidad parroquial de San José, en el llamado Arco Norte de Dos Hermanas. Pero se equivocaría, sin lugar a dudas.

Como el templo está por construir, esta parroquia erigida en 2015 viene celebrando en una instalación provisional atendida, hasta ahora, por el párroco de la Oliva de Dos Hermanas. Pero ya tiene nuevo párroco, capellán además de las carmelitas de San José: el sacerdote argentino Leonardo Giacosa, incardinado ya en la archidiócesis, al que la Macarena -no es una frase hecha- trajo a Sevilla en octubre de 2020.

Una ceremonia concelebrada por ocho sacerdotes, dos servidores del altar y cinco acólitos en un presbiterio de no más de quince metros cuadrados exige de mucha habilidad para moverse en un espacio tan reducido sin que la celebración se resienta. Eso y una asamblea respetuosa, consciente del momento y embebida en el oficio divino que celebra.

La comunidad parroquial de las Portadas había recibido una 'transfusión' de fieles de San Juan Pablo II, en Olivar de Quintos, donde hasta ahora ejercía de vicario parroquial el presbítero que juró obediencia, recitó el símbolo de los apóstoles, ocupó la sede y recibió la llave del sagrario (todo eso se lleva a cabo en la toma de posesión) durante la misa. También la caracola provisional dio el avío en esa misma parroquia hasta que se construyó su primera fase. ¡La de lágrimas y la de rezos que impregnan sus chapas!

A ello se refirió el arzobispo cuando dijo que la «caracola está santificadísima, pero cuanto antes la jubilemos, mejor». O sea, que el párroco nuevo se ponga cuanto antes manos a la obra: «Hay que construir primero la comunidad de piedras vivas y luego las materiales», señaló don José Ángel, quien instó a «ser una comunidad viva más allá de las dimensiones» de la parroquia.

El Ayuntamiento, cuyo alcalde Francisco Rodríguez también asistió, ha cedido la parcela y ahora corresponde a la parroquia levantar el edificio. Una tarea apasionante en la que se forja el verdadero carácter de la feligresía en torno a su pastor. Don Leonardo ya tiene experiencia, porque también le tocó construir un templo nuevo en su diócesis de procedencia, en el Gran Buenos Aires, donde estuvo hasta hace tres años.

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