Ante esto, se producirán desvíos en las vías adyacentes como las avenidas de Cardenal Bueno Monreal, Las Razas, rotonda de José Delgado Brackenbury y Antonio Bienvenida o Juan Pablo II en un momento en el que muchos trabajadores saldrán de sus puestos y regresarán a sus hogares.
El puente está sostenido por dos pilares blancos de baja altura y con un diseño similar al de una barca por lo que cada cierto tiempo, tiene que subirse ya que si no, un crucero no podría llegar hasta el muelle de la ciudad.
La estructura fue diseñada por los ingenieros de caminos Leonardo Fernández Troyano y Javier Manterola Armisen para preparar la Exposición Universal de 1992. Va en paralelo a un puente ferroviario también levadizo, usado por el puerto para el transporte de mercancías.
Fue realizado entre 1988 y 1990 por la empresa Dragados y la compañía Construcciones S.A. Reemplazó al puente de Alfonso XIII de 1929 que está abandonado en una explanada de los terrenos del puerto de Sevilla sin que haya un proyecto concreto para recuperarlo.
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