Estos son los pueblos más afortunados de Sevilla en los que ha tocado el Gordo de Navidad

Desde la creación de la Lotería de Navidad en 1813, el Gordo ha tocado las vidas de los sevillanos en 18 ocasiones, siendo la capital agraciada en 16 de ellas. Sin embargo, los pueblos de Santiponce y Sanlúcar la Mayor fueron los afortunados en recibir el primer premio, rompiendo la tradición de la capital.

En 2001, Constantina recibió poco más de 400.000 euros, iluminando las cuentas y los corazones de sus residentes. Años más tarde, en la Navidad mágica de 2006, Santiponce escribió su propia historia de fortuna al vender el primer premio, inundando a sus residentes con una lluvia de 87 millones de euros provenientes del número 20297. Pero no se quedaron atrás, ya que el Ventorrillo Canario, una pequeña venta situada junto a Itálica, se unió a la celebración al distribuir 60 millones de euros gracias a la venta de 20 billetes del número agraciado con el Gordo.

La Campana vivió su propio cuento de hadas en 2008, cuando muchos de sus vecinos disfrutaron de un pellizco interesante gracias a un quinto premio. Lora del Río, por su parte, se consagró como uno de los pueblos más afortunados, recibiendo premios en 2008, 2014 (con un segundo premio que dejó seis millones de euros) y en 2018.

En 2013, Sanlúcar la Mayor recibió su propio regalo navideño cuando el segundo Gordo hizo su aparición, otorgando cuatro millones de euros a diez afortunados acertantes con el número 62246. En esa mágica mañana, los niños de San Ildefonso entonaron la melodía de la suerte a las 10.46 horas, marcando un momento inolvidable. La Administración de Lotería número uno de Sanlúcar de Mayor, conocida como Juan Carlos I, fue el epicentro de la felicidad al repartir la serie 160, la última del Gordo de la Lotería de Navidad.

En 2015, Osuna y La Puebla de Cazalla compartieron la alegría de un segundo premio gracias al número 12.775. Un año después, La Puebla de Cazalla recibió nuevamente la suerte con otro segundo premio, aunque esta vez la cuantía fue menor al estar repartido en varios municipios de España.

La Puebla de los Infantes y Écija compartieron la fortuna en 2016 con un segundo premio, mientras que Arahal se sumó a la celebración con varias series de un cuarto premio.

Lebrija, en 2017, se convirtió en el escenario del último gran pellizco, cuando la hermandad de los Gitanos recibió la lluvia de la fortuna con 9,5 millones de euros provenientes del número 37872. Un quinto premio que trajo alegría a los corazones de esta comunidad en las festividades.

En 2018, aunque la provincia no se llevó el Gordo, pequeños premios ascendieron a dos millones de euros que se repartieron entre Villamanrique de la Condesa, Aznalcázar, El Coronil y Lora del Río.

El año de 2019 vio la suerte sonreír a Utrera, que recibió casi 26 millones gracias al cuarto premio con el número 41710, coincidiendo con su código postal. Además, Coria del Río también disfrutó de la magia navideña, con cerca de dos mil familias compartiendo un pellizco del quinto premio 69823, que dejó algo más de dos millones de euros entre los vecinos.

El primer año del Covid, en 2020, la Lotería de Navidad dejó en la provincia 3,3 millones de euros. Dos Hermanas recibió dos millones con el 31.617 del último quinto, mientras que Isla Mayor celebró con 1,2 millones del segundo, el 06.095.

El año pasado, en 2022, la provincia de Sevilla volvió a saborear el dulce sabor del Gordo, con 4.432.000 euros distribuidos entre la capital y las localidades de Castilleja de la Cuesta y Morón de la Frontera. El premio Gordo, el 05490, iluminó la administración de El Gato Negro en la capital, donde se vendieron diez décimos. Castilleja de la Cuesta compartió la alegría al despachar otro boleto de este número, sumando un total de 4.400.000 euros del primer premio. Morón de la Frontera, por su parte, vendió dos quintos y un cuarto, premiados con 32.000 euros cada uno, creando una atmósfera de celebración en la avenida de la Asunción 4.

En cada rincón de Sevilla, la Lotería de Navidad ha contado historias de esperanza, alegría y comunión. Estos pueblos afortunados han experimentado la magia de la Navidad de una manera única, recordándonos que, en ocasiones, la fortuna elige los lugares más inesperados para hacer su entrada triunfal.