El rincón de... enrique herreo romero
«Habría que pensar que tras un paso no tendría que ir Lipasam recogiendo basura»
Se llama Enrique Herrero Romero, pero para el mundo del medio ambiente es Quique Bolsitas, un activista de la recogida de residuos
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Sevilla
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Iniciar sesiónEste sevillano es licenciado en el INEF por la Universidad de Granada, docente de Educación Física en Gerena y es un consumado practicante de una actividad bautizada con el nombre de plogging.
–Disculpe mi desconocimiento. ¿Qué es hacer plogging?
–Una práctica deportiva al ... aire libre que combina caminar con la recogida de residuos. Hay gente que lo hace corriendo o en canoa. También los hay que hacen submarinismo.
–Debo entender que lo de Quique Bolsitas viene de ahí, claro.
–Yo iba andando y recogiendo residuos por los caminos de mi pueblo, Gerena, y conforme iba llenando las bolsas, las iba dejando en el camino. De ahí salió el nombre de Quique Bolsitas. Las bolsas se recogían al día siguiente por mí o por algunos vecinos.
–O sea que para un practicante de plogging tan importante es salir a correr por el campo como llevarse una bolsa de basuras…
–Una cosa no se da sin la otra. Si sales a hacer plogging tienes que llevar bolsas.
–¿Por qué hay tanta basura en el campo, en los lugares más insospechados?
–En esos caminos te encuentras gente con educación, que te saluda o te da los buenos días. Pero te encuentras menos con gente concienciada y con administraciones preocupadas por mantener limpio el campo.
–Usted por ejemplo ha encontrado plástico en las madrigueras de conejos y en Doñana ha sacado camaleones de botellas plásticas.
–Y tortugas muertas en las orillas de las playas de Cádiz y Huelva por culpa de ese material y de las redes.
–Nunca se ha invertido tanto como ahora en cuidar la naturaleza y, paradójicamente, no acabamos de darle solución a su descuido. ¿Sobra dinero y falta educación?
–Yo creo que sigue faltando dinero. No hay un cuerpo específico que se encargue de la limpieza de nuestra naturaleza. Si paseas desde Sanlúcar hasta Matalascañas, vas por la orilla y no ves nada. Pero te adentras en las dunas y ves basura mareal, la que el mar arroja en los temporales. El Guadalquivir es un distribuidor de plástico que inunda la desembocadura y llega hasta Doñana.
–Lo curioso es que no solo hay basura en la naturaleza. También la encontramos en las grandes ciudades. ¿Sevilla es una ciudad especialmente sucia?
–Sí, Sevilla es una ciudad sucia y tiene la peculiaridad de barrios marginales que son focos permanentes, lo que agrava la imagen general de la ciudad. Tenemos que concienciarnos de que tras un paso no puede ir una cuadrilla de Lipasam recogiendo la basura que se tira al suelo.
–Curiosamente las ciudades de grandes flujos turísticos no suelen ser limpias. Roma, Venecia, Sevilla son buenos ejemplos. ¿El sur europeo es más sucio que el norte?
–Le doy un ejemplo: en cualquier ciudad de Suecia o Finlandia no se encontrará la basura que ves en Roma, en Sevilla o en Granada. Es curioso, pero si se va más al sur, es peor. Lo de Marruecos es de locura.
–¿Si pudiera por dónde empezaría a mover la escoba por Sevilla?
–(Risas) Lo mismo habría que empezar en algunos despachos. Hay gente muy buena en la administración y otra que ni quiere, ni sabe, ni le interesa. Pero hay alcaldes y concejales que están siempre disponibles.
–Al final es la industria y el ciudadano quien ensucia el lugar que habita. Tengo entendido que, además de limpiar la naturaleza, también da conferencias, charlas…
–La concienciación, la sensibilización medioambiental lo es todo. La casa se empieza por los cimientos y las charlas te permite transmitir los códigos de conductas y mensajes adecuados.
–¿Y dan resultados?
–Creo que estamos haciendo cosas. En un colegio me recibieron al grito de Quique Bolsitas; en otros aparezco en sus cuadernos de clases; también en alguna carta a los Reyes Magos donde un chico pedía una pinza como la de Quique Bolsitas para limpiar el planeta. Es emocionante.
–¿Hay mucha diferencia entre las nuevas generaciones y las veteranas en cuanto a sensibilidad medioambiental?
–Las generaciones más jóvenes y también más informadas tienen más sensibilidad. Vivimos en un punto de transición de conductas y la mentalidad necesita tiempo para cambiar.
–Usted ha propiciado el llamado Movimiento Bolsitas. Creo que tiene seguidores por toda Andalucía y algunos puntos de España. La campaña de julio promete.
–El Movimiento Bolsitas tiene un julio cargado de actividades. Iremos a Cádiz, Huelva, Málaga, Talavera, Ávila y Cantabria. Fácilmente podremos retirar dos toneladas de residuos movilizando a doscientas personas.
–Lo más desconcertante que se ha encontrado en una batida de limpieza por el campo o la ciudad ¿qué ha sido?
–Un hueso humano, un fémur, en Tarifa, posiblemente de un migrante. Y también me he encontrado en plena playa una silla de despacho.
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