De paseo por la Alameda

No es nuevo este interés por embellecer y mejorar la zona, sometida a periódicas riadas que dejaban su huella en el caserío y el viario urbano. Hoy, eliminada esa amenaza constante, el consistorio busca frenar y revertir el deterioro progresivo del mobiliario y el propio pavimento instalado en la gran reforma completada entre 2008 y 2009.

Hace 75 años, también preocupaba el aspecto que ofrecía la Alameda, cita por entonces de la vida noctámbula y del comercio carnal. La noticia de ABC del 15 de febrero de 1950 daba cuenta de la sesión de la comisión permanente municipal que había aprobado, entre otros expedientes, el «proyecto de decoración con jardinería del andén central de la Alameda de Hércules y de reforma y decoración de la zona norte de la misma».

La intervención de ese año 1950 había añadido pensiles y un estanque a la Alameda. Probablemente no haya otro espacio urbano en Sevilla que acumule tantas actuaciones municipales en los dos últimos siglos. En 1852 se instaló la pila del Pato (errante por la ciudad durante dos siglos) a costa de desmontar las fuentes de agua iniciales; en 1876 se limpiaron las columnas de los Hércules y se enrejaron los basamentos, como ahora; en 1901 se ordenó el espacio triangular entre Alameda, Calatrava y Lumbreras y en 1911, con el conde de Halcón de alcalde, se elevó el piso y se enarenó; en 1936 se configura el paseo central con las calles adyacentes para el tráfico rodado; en 1964 se colocan juegos infantiles y en la de 1970 se asfaltan los tramos adoquinados.

Todavía en 1975, ABC se preguntaba desde la portada por el destino de la Alameda: «¿No sería conveniente en pensar en una ordenación sectorial para que las nuevas edificaciones presentaran los bajos porticados?». Y avanzaba posibles usos, incluido el rastro del Jueves: «En ambas aceras porticadas podrían ir mesones, tabernas y restaurantes típicos, 'tablaos flamencos' o 'bistrots' con mesas en la puerta. Y en la misma Alameda podría ir un 'drug-store' permanentemente abierto, del que carece la Sevilla turística». Los veladores que preconizaba el periódico el 8 de marzo de hace cincuenta años han colonizado sobradamente la Alameda, pero el multicines cerró en septiembre de 2019 con la promesa de renacer convertido en hotel. Pero de eso va ya para seis años… un suspiro en la vida de la Alameda, como quien dice.