El Papa León XIV probó las yemas de San Leandro y unas torrijas del Monasterio de la Encarnación de Sevilla

Jaime Parejo

Sevilla

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Iniciar sesión

09/05/2025 a las 12:42h.

Compartir

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Iniciar sesión

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete

El Papa León XIV tiene un conocimiento sostenido de Sevilla, tanto de su piedad popular, cuando visitó la Semana Santa y vio al Cachorro, como de la gastronomía de la que hacen gala las religiosas que se ubican en la capital hispalense. Tanto es así que Robert Prevost, en su visita como prior de la Orden de San Agustín, tuvo tiempo de degustar delicias como las yemas de San Leandro o unas torrijas del Monasterio de la Encarnación.

Sor Natividad Rodríguez, abadesa del convento de San Leandro, recordó la visita del Sumo Pontífice y cómo monseñor Robert Prevost «probó las yemas y se las llevó también para los agustinos de Roma». Además, señaló que se trata de «una persona muy sencilla y cariñosa que se interesó en todo momento por las hermanas enfermas de la comunidad. Nos pidió que rezáramos por él y encomendáramos sus misiones en Perú». Además, durante su visita al convento de San Leandro «se mostró interesado por las vocaciones de la comunidad, especialmente por las jóvenes que teníamos de Kenia y Tanzania».

La de las monjas de San Leandro no fue la única delicia de la gastronomía sevillana que pudo degustar el recién proclamado Papa. «Fue durante la Semana Santa cuando terminaron los Oficios del Viernes Santo, estábamos todas en sacristía recogiendo y se nos acercaron los agustinos diciendo que estaba el padre general en la puerta, lo invitamos a pasar y compartió con nosotras unas torrijas. Muy cariñoso, humilde y amable», recordaba sor Ángeles González, hermana del monasterio de la Encarnación de Sevilla.

La abadesa de este monasterio ubicado en la plaza Virgen de los Reyes, Madre Yolanda María de Jesús Burbano, considera el nombramiento del nuevo pontífice «un privilegio para todas nosotras y la orden en general». Las agustinas de la Encarnación tuvieron la ocasión de compartir con el nuevo Papa en dos ocasiones. En Sevilla en 2001 y en la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid en 2011.

Sobre el carisma que ha impregnado en el nuevo Papa la Orden de San Agustín, la hermana sor Ángeles afirmaba «que es una bendición para toda la Iglesia. San Agustín era un hombre con el corazón grande, que amaba a Dios y a los hermanos. Esas características se van a reflejar en su pontificado como un hombre de paz, comunión y amistad e irá recogiendo la semilla desde León XIII».

El párroco de la parroquia de Santa Clara de Sevilla, el padre Esteban, valoraba también la proclamación de Robert Prevost como Papa, señalando que «es una alegría que un hermano agustino haya llegado a ser Papa. Estamos representados todos los hermanos agustinos con él, es una satisfacción enorme y un motivo de esperanza y de sentirnos agradecidos por esa vocación». Además, recordaba que «él ha venido muchas veces a España, a comunidades de agustinos de las distintas provincias que conoce mucho. Ha estado frecuentemente por aquí».